El rendimiento de la renta variable europea ha sido algo decepcionante este año y se ha situado por debajo de las expectativas de Schroders. Conforme llega el cuarto trimestre del año, la rentabilidad total (incluyendo dividendos) del índice MSCI Europe, expresada en términos de euros, es prácticamente plana, frente a la rentabilidad de las acciones estadounidenses, que se encuentran al alza con algo más de un 10% de rentabilidad total, expresada en dólares. Según apunta Rory Bateman, responsable para de renta variable de Europa y Reino Unido en Schroders, las predicciones a principio del año predecían que el mercado europeo se apreciaría ampliamente en línea con el crecimiento de los beneficios y, por ahora, esto no ha sucedido.
Los temores de la guerra comercial han pesado sobre la renta variable europea
Parte de la explicación es que el crecimiento de los beneficios ha sido rebajado a lo largo del año, desde cerca del 10% al 5% – 6% actual. La revisión a la baja de los beneficios es un tema familiar, pero esta rebaja no explica completamente la modesta caída que se ha visto en el mercado, que según la opinión de Schroders, tiene más que ver con factores políticos, incluida la disputa comercial de la administración Trump, la política en Italia y los mercados emergentes.
Según señala Bateman, los miedos a una guerra comercial global han impactado modestamente al crecimiento global, Estados Unidos está en buena forma y el consumidor de la eurozona continúa empujando el crecimiento económico en Europa. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense se sitúa por encima del 3%, indicando una actividad decente junto con unas expectativas de inflación crecientes. En Europa, el componente de servicios de la encuesta del índice de gestores de compras (Purchasing Managers Index o PMI) continúa siendo robusto.
Se puede decir que el elemento manufacturero del índice PMI es algo más débil, empujado por la demanda de los mercados emergentes conforme el comercio internacional digiere y absorbe el cambio en las tarifas.
“Nuestra impresión es que el sentimiento alrededor de las políticas de Trump está razonablemente incorporadas en el precio, y que el momentum dentro de la economía europea debería ser suficiente como para impulsar los beneficios y la apreciación del mercado hasta finales de año”, comenta Bateman.
Un rendimiento mejorado en las acciones cíclicas y value
Hemos visto algunas evidencias de esta mejora en las últimas semanas conforme los valores cíclicos y de estilo value han comenzado a tener un mejor resultado. Esto ha cerrado parte de la brecha de rendimiento entre Estados Unidos y Europa, y desde Schroders esperan que esta tendencia continúe. “Nuestra visión sobre una probable recuperación continuada del mercado de renta variable europea se basa en la extrema divergencia entre el crecimiento del beneficio por acción en Estados Unidos y Europa, impulsado por el programa de recompras de acciones de 1 billón de dólares al otro lado del océano. Estos diferenciales en materia de beneficio por acción han sido impulsados principalmente por los recortes de impuestos de Trump y las recompras de acciones que son, en última estancia, las responsables de esta escalada significativa en la deuda corporativa estadounidense.
Además, y quizás no debería sorprender, se ha podido ver un dólar fortalecido, que en parte ha sido financiado por una significativa venta en Europa. Los estimados de las ventas en fondos mutuos en lo que va de año han alcanzado los 22.000 millones de euros (fuente: Morningstar), dada la superioridad en el crecimiento de estados Unidos, las preocupaciones sobre el comercio internacional y el habitual malestar político en Europa.
La principal incertidumbre de aquí a final de año es por supuesto el acuerdo del Brexit, o precisamente la falta de acuerdo. El resultado es muy difícil de adivinar, pero esperamos que en el último momento se alcance un acuerdo de algún tipo y una reacción positiva por parte del mercado británico.
El sentimiento hacia los mercados de renta variable europea quedará marcado por la decisión en cualquiera de los dos puntos, pero tendrá una vida relativamente corta dado que el impacto económico sobre el conjunto de la economía europea es mínimo.
“En resumen, estamos alentados por la reciente rotación del mercado que favorece las acciones más cíclicas y de valor, y nos estamos separando de acciones defensivas con elevadas valoraciones. El conjunto de la valoración del mercado sigue siendo atractiva con un ratio beneficio por acción ajustado al ciclo (cyclically adjusted price to earnings) cotizando un 20% por debajo de la media histórica. El masivo diferencial de rendimiento frente a Estados Unidos ha comenzado recientemente a cerrarse y esperamos que esto continúe. Los mercados siguen siendo susceptibles a periodos de volatilidad y sugeriríamos que los inversores fueran oportunistas y tomaran ventaja de esta volatilidad para comprar activos con una cotización errónea en el mercado”, concluye Bateman.