2024 resultó ser uno de los años con peor rendimiento para el mercado de renta variable de Brasil: las acciones cayeron más de un 30%. Sin embargo, en los próximos meses, el mercado podría experimentar un rally, según le aseguró Rogério Poppe, Portfolio Manager de ARX Investimentos, gestora 100% propiedad de BNY Investments, a Funds Society en una entrevista.
Poppe es responsable de la estrategia del BNY Mellon Brazil Equity Fund, un fondo lanzado en 2017 que invierte en acciones del gigante de Sudamérica, con el MSCI Brazil 10/40 NR Index como benchmark. La estrategia tiene más de 600 millones de dólares de AUM.
La visión del portfolio manager es que ahora Brasil es nuevamente un “hard topic”. El escenario macroeconómico incluye déficit fiscal, inflación y desaceleración del crecimiento.
“Brasil no está creciendo todo lo que uno quisiera -reconoció-. Hay falta de credibilidad en el gobierno, se incrementó el déficit fiscal, la inflación está al alza, y este año y el próximo la economía del país va a estar afectada, pero no habrá recesión”, describió.
En efecto, el IPC de Brasil se aceleró el febrero, cuando escaló cinco décimas al 1,3%, para alcanzar el 5,06% anual. Se trató del mayor aumento del índice de precios al consumidor para un mes de febrero desde 2003, y la inflación anual se ubicó en su nivel más alto desde septiembre de 2023. Esta subida de precios contrasta con la desaceleración de la economía, y el Banco Central retomó el ciclo alcista de la tasa de interés de referencia para intentar controlar la inflación.
Poppe remarcó la importancia de ser conscientes como inversores del contexto de la economía brasileña, pero alentó a quienes buscan exposición al mercado accionario brasileño a través de una gestión activa y disciplinada.
Brasil, como la mayor economía de América Latina, ofrece un mercado dinámico con empresas líderes en sectores estratégicos como consumo, energía, servicios financieros y tecnología. La estrategia del fondo busca capturar oportunidades en compañías “con sólidos fundamentos, crecimiento sostenible y ventajas competitivas, combinando diversificación con un riguroso control de riesgos”.
Por adelante del próximo ciclo económico
El pronóstico del PM es que Brasil crecerá un 1,5% en 2025, y entre 1% y 1,5% en 2026. En 2024, el PIB de Brasil creció un 3,4%. “El escenario es difícil para las empresas, pero al mismo tiempo, las acciones bajaron tanto, están tan baratas, que vemos una oportunidad para los inversores internacionales”, indicó.
Ahora bien… la renta anual de una inversión en bonos de Brasil en moneda local es de alrededor de un 14%, por lo que la gran pregunta de los inversores, y que incluso la formuló Poppe durante su charla con Funds Society, es “cuándo” entrar en las acciones.
“El escenario a nivel macro se tornó más negativo -explicó-. Muchos inversores están cómodos invirtiendo en bonos. Sin embargo, de aquí hacia adelante, vemos flujos en acciones. Diría que en el lapso de los próximos 6 a 9 meses, el equity de Brasil podría experimentar un rally. Esperamos que las tasas de interés vuelvan a bajar, por eso hemos incrementado nuestra exposición en consumo discrecional. El fondo ya está preparado para el próximo ciclo de la economía”, aseguró.
Poppe señaló que durante los últimos 2 años, el fondo ponderó sectores defensivos, como los food producers, muy fuertes en Brasil y que se benefician de la potencia como productor de commodities que es el gigante de Sudamérica.
El fondo propone una exposición diversificada, con sobreponderación de las empresas productoras de alimentos y las compañías exportadoras, como Embraer. También tiene exposición en telecos y utilites, ya que “ofrecen mucho yield”.
Balance entre sectores cíclicos y defensivos
Con un enfoque que combina análisis fundamental y cuantitativo, la estrategia busca identificar empresas infravaloradas con modelos de negocio sólidos, priorizando aquellas con alta generación de flujo de caja, ventajas competitivas sostenibles y una estrategia clara de crecimiento a largo plazo. El portafolio se compone de 25 a 40 acciones, lo que permite un enfoque detallado en cada inversión sin perder diversificación; mantiene un balance entre sectores cíclicos y defensivos, combinando industrias de alto crecimiento, como tecnología y consumo, con sectores tradicionalmente más estables, como energía y servicios públicos, lo que permite reducir la volatilidad.
Respecto a Petrobras, Poppe opinó que “la empresa lo hace muy bien, pero el fondo no invierte en sus acciones hace 2 años. Mirando hacia adelante, los inversores estarán entrando al sector de acciones cíclicas, donde ya estamos posicionados”, remarcó.
El portfolio manager mencionó también que el inversionista brasileño está en su nivel más bajo de exposición al equity local, pero dijo que esta dinámica cambiará en los próximos meses. “Por ahora, los inversores eligen comprar bonos. No es que el dinero se va a mover rápidamente hacia las acciones; se va a mover de a poco. Soy un convencido de que invertir a largo plazo y activamente paga más, incluso cuando la inversión es en el sector de small y médium caps”.
En 2024, el fondo BNY Mellon Brazil Equity tuvo un rendimiento negativo del 24,77%; en 2023, el fondo rindió casi un 25%. Al 17 de marzo de 2025, el fondo acumulaba un rendimiento anual del 10,50%.