“Incorporar en la cartera un cierto porcentaje de private equity es una forma de mejorar su rendimiento”; esto es lo que defiende Kai Olschewski, analista jefe de Private Equity de Unigestion, quien considera que el entorno actual de bajos rendimientos se presta a este tipo de inversiones. “Es una solución no sólo para inversores individuales, también para los institucionales”, afirma.
En este sentido Olschewski defiende que “tenemos un mercado con bonos en negativo, que incluso encierran cierto riesgo, y una renta variable con valoraciones altas; y lograr buenos rendimientos es complicado, por lo que este tipo de inversiones tiene bastante que aportar a las carteras”, apunta Olschewski.
A la hora de abordar el private equity, en su opinión, tan importante es el proceso de selección de la empresa en la que invertir y ajustar la inversión al perfil de riesgo del cliente, como el acceso a la inversión. “Al tratarse de negocios que no siempre están cotizados en bolsa, es bastante difícil acceder a ellos y, en ese acceso, es muy importante la confianza que generas, porque tener el dinero no es suficiente. Es clave tener acceso”, destaca Olschewski.
Esto supone que la experiencia en este tipo de inversión es determinante, por eso Olschewski defiende la gestión de Unigestion. “Private equity es la segunda línea de negocio más importante de Unigestion, con 5.800 millones de dólares bajo gestión y más de 30 años de experiencia en este segmento”, señala. De hecho, la firma reforzó su presencia en este segmento con la compra de Akina a principio de año.
“Nuestras soluciones de inversión se estructuran en tres formatos. Por un lado ofrecemos inversión en fondo de fondos que invierten en private equity, con un rentabilidad media del 10%, es lo que llamamos primary fund. En segundo lugar, compramos fondos a inversores que quieren salir de su inversión o del fondo; segmento en el que logramos unas rentabilidades de entre el 14% y el 16%. Y, por último, ofrecemos inversiones directas en compañías”, explica Olschewski.
Small-mid cap
Uno de lo segmentos que Olschewski considera con más potencial son las pequeñas y medianas empresas. Según argumenta, “este rango permite acceder un abanico mayor de fondos y de empresas; en cambio en el segmento de grandes empresa, la variedad y la diversificación es menor, lo que supone un mayor riesgo. Buscar entre los mejores te garantiza lograr un mejor comportamiento en tu inversión”.
Otra de las ventajas de este segmento es que permite transformar las compañías en las que se invierte. “En una gran compañía es más complicado influenciar en las decisiones de negocio, en cambio en una pequeña o mediana empresa se puede aportar ideas para mejorar el modelo de negocio y hacer más rentable la inversión”, afirma. En este sentido insiste que uno de los aspectos “más emocionantes” del private equity es ver “cómo los negocios evolucionan”, por eso apuesta por que estas inversiones tienen sentido a largo plazo.
Según explica Olschewski el proceso de inversión consiste en identificar aquellas empresas que tienen potencial de crecimiento, “de tal forma que el private equity tiene la capacidad de impulsar sus ventas, mejorando su modelo de negocio, mejorando sus márgenes, reforzando las áreas de negocio o ayudando a la compañía a salir a bolsa”.