Este lunes 20 de marzo, mientras el sistema financiero mundial trata de digerir las consecuencias de la compra de Credit Suisse por parte de UBS, los comités de inversiones y expertos de las gestoras internacionales y las bancas privadas empiezan a analizar los sucedido.
Los analistas de BlackRock publicaban este lunes un extenso documento afirmando que «los giros del mercado de la semana pasada no tienen su origen en una crisis bancaria, desde nuestro punto de vista, sino que son evidencia de grietas financieras resultantes de las campañas de aumento de tasas de interés más rápidas desde principios de la década de 1980. Los mercados se han dado cuenta del daño causado por ese enfoque, una recesión anunciada, y están comenzando a valorarlo. Las últimas grietas han aparecido en el sector bancario a ambos lados del Atlántico. Los casos son diferentes, pero los mercados claramente están analizando las vulnerabilidades de los bancos a través de una nueva lente de tasas de interés altas».
Desde Principal Asset Management y Spectrum Asset Management se considera que «la liquidez y otras ayudas proporcionadas a Credit Suisse y UBS serán suficientes para proteger la economía suiza y ayudar a garantizar el buen funcionamiento del banco tras la fusión. Es importante señalar que Spectrum ha ido reduciendo posiciones en Credit Suisse durante el último año».
«Esta operación sitúa más claramente a UBS como empresa líder mundial en gestión de patrimonios y gestión de activos, con aproximadamente 5 trillones de dólares en activos invertidos. También refuerza la ya sólida posición de UBS en la banca doméstica suiza, aunque es muy posible que la posición combinada de ambas entidades se reduzca para hacer frente a las preocupaciones de concentración del mercado por parte de los reguladores y el gobierno suizo. Aunque la integración de Credit Suisse supondrá un reto para UBS, Spectrum es optimista en cuanto a que UBS estará a la altura de este desafío. Spectrum sigue considerando sólido el crédito de UBS«, añade la nota firmada por John J. Kriz, Senior Vice President, y Joe Urciuoli, Head of Research.
El Chief Investment Officer de Insigneo, Ahmed Riesgo, cerraba un domingo 19 de marzo para la historia bancaria con una nota titulada: «Observaciones del domingo por la noche después de la adquisición de Credit Suisse: repercusiones de la política monetaria de EE. UU. y regulaciones financieras».
«Si bien esta no es la crisis financiera mundial de 2008, ahora es una crisis bancaria y las crisis bancarias son de naturaleza deflacionaria. El balance de la Fed se expandirá, pero los bancos no prestarán ese dinero. Los efectos de segundo y tercer orden de esto serán que los estándares de préstamo deberían endurecerse aún más y la economía lo sentirá más adelante. Si nuestra evaluación anterior era que había un 75% de probabilidad de una recesión en los próximos 12 meses, ese número es mayor hoy. ¿Cuánto más alto? No podemos decirlo con mucha certeza en este momento, pero gran parte estará determinado por cómo responda la Fed. Si me pregunta qué creo que hará la Fed, le diré que subirá los tipos 25 pb esta semana. Si me preguntan qué deberían hacer, les diré que, como mínimo, deberían hacer una pausa y señalar que están preparados para reducir las tasas si los datos empeoran. Sería un error, en mi opinión, hacer lo contrario», escribió el experto.
«Las regulaciones de Dodd Frank se centraron directamente en el capital y los requisitos de capital. Pero ignoraron otros factores críticos como la gestión de activos y pasivos, el riesgo de tasa de interés y la estructura de la base de depósitos de un banco. Espero que la legislación futura aborde estas omisiones», añadió riesgo.
Desde Hargreaves Lansdown, por su parte, la Head of Money and Markets de la firma, Susannah Streeter, destaca que el precio zanjado para la operación da cuenta de que “una operación de esta magnitud es un riesgo grande para UBS”. En esa línea, la ejecutiva asegura que el banco suizo buscará “recortar y vender grandes pedazos de operaciones”, apuntando a reducir su tamaño. Esto considerando que la hoja de balance combinada duplica la economía suiza.
Además, Streeter destaca el impacto en el sector como conjunto. “La velocidad con la que la institución de 167 años se deterioró, cuando antes se la consideraba como demasiado grande para fallar, ha sacudido al sector bancario. A medida que las ondas siguen, los bancos centrales han tomado acciones de resguardo para reducir los riesgos de contagio”, señaló en un comentario.