Aunque la recuperación de la Eurozona sigue su curso, la ralentización de la inflación y la apreciación del euro suponen una presión adicional para que el BCE relaje aún más la política monetaria esta semana. No obstante, en ING Investment Management no esperan que se recorten tipos (aún). Además, el euro no parece estar demasiado sobrevaluado. Entretanto, los mercados de nuevo vuelven a estar guiados por la liquidez.
El output gap de la Eurozona se ha ampliado a paso firme desde el 2008, lo que implica una presión consistentemente a la baja en la inflación doméstica. Como muestra el gráfico, la inflación en la Eurozona sigue una tendencia a la baja desde finales del 2011.
Comportamiento del EUR/USD y la inflación desde 2007
Presión para que el BCE relaje aún más la política monetaria
La ralentización de la inflación subraya lo lenta que es la recuperación en la región. En Octubre, la inflación pasó del 1,1% que registró en Septiembre al 0,7%, la menor tasa desde finales del 2009. La inflación (excluyendo alimentos y energía), también descendió y actualmente se sitúa en el 0,8%.
Por lo tanto, el descenso de la inflación combinado con la subida del euro, generará presión adicional al BCE para que relaje aún más su política monetaria. La posibilidad de que se dé una bajada de tipos, o nuevas medidas de liquidez en forma de LTRO (operación de refinanciación a largo plazo), no son sin embargo, conclusiones predecibles. Las opiniones de los miembros del Consejo de Administración del BCE están muy divididas. La ralentización de la inflación y la apreciación del Euro son argumentos a favor de un nuevo recorte, pero la mejora – aunque aún frágil – de la economía real y las expectativas de que la inflación se recupere el año que viene (previsiones de inflación del BCE para el 2014 del 1,3%), son las principales razones defendidas por aquellos que no están a favor de un cambio en la política monetaria.
A pesar de la presión, el BCE aún podría esperar hasta la reunión del mes de diciembre, cuando tenga en la mano las proyecciones macroeconómicas trimestrales. Esta semana, Draghi podría afirmar que el riesgo de inflación se ha desplazado a la baja y que existe la posibilidad de un recorte de tipos, en un afán – por lo menos temporal- de detener el alza del euro y mantener las expectativas de tipos de interés bajos.
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