“Las proyecciones de transferencias horizontales o intra-generacionales indican que 54 billones de dólares se transferirán a cónyuges antes de ser finalmente heredados por descendientes y organizaciones benéficas. Cerca de 40 billones de dólares de estas transferencias entre cónyuges irán a mujeres viudas de las generaciones de Baby Boomers y mayores, lo que crea una necesidad y oportunidad masiva para los proveedores en los espacios de gestión de patrimonio y activos”, indica el informe de Ceruli.
Además, los Millennials heredarán más que cualquier otra generación en los próximos 25 años (46 billones de dólares). Sin embargo, la Generación X recibirá la mayor parte de los activos en los próximos 10 años, con un total de 14 billones de dólares, frente a los 8 billones de dólares de los Millennials. «Eventualmente, la mayor parte de la riqueza de las generaciones mayores en los Estados Unidos será donada o transferida a herederos de la Generación X o Millennials. Con 85 billones de dólares destinados a estas generaciones colectivamente, los proveedores que puedan establecer relaciones y abordar adecuadamente las necesidades de estos inversionistas más jóvenes estarán bien posicionados para el éxito», matiza Chayce Horton, analista senior de Cerulli.
Teniendo en cuenta estos movimientos intergeneracionales y familiares, desde Cerulli consideran que desarrollar relaciones con los cónyuges o hijos de los clientes es una de las principales estrategias de crecimiento a largo plazo entre las prácticas de alto patrimonio neto, ya que la perspectiva de que la riqueza pase de los clientes principales a sus cónyuges e hijos se vuelve cada vez más urgente. Según el 89% de las firmas encuestadas por Cerulli en 2024, realizar reuniones familiares y mantener una comunicación regular entre los miembros de la familia es un prácticas clave.
«En última instancia, existen diferencias notables en las preferencias de servicio y productos entre mujeres y clientes de la próxima generación en comparación con la demografía actual de clientes. A medida que se transfiere la riqueza, estas diferencias probablemente cambiarán la participación en el mercado a favor de las firmas mejor preparadas para satisfacer las necesidades de esos receptores», concluye Horton.