El mundo ya no es el mismo. Algunos temas seculares que identifica Pimco (el exceso de deuda en el sector público y el envejecimiento de la población –con sus importantes implicaciones en el crecimiento global-, la continuidad de la regulación –que dejará unos bancos más sanos pero inhibirá el crédito y el crecimiento- y la desaceleración en China –que pasa de un modo exportador a uno de consumo interno y representa la amenaza potencial del shadow banking-) conducen inexorablemente a un mundo con dos calificativos: “new normal” y “new neutral”.
El nuevo normal describe los patrones de crecimiento del nuevo entorno, caracterizado por un mundo a varias velocidades pero caracterizado por la convergencia de crecimiento entre los países desarrollados y emergentes, con tasas más moderadas y baja inflación en general, aunque con ciclos puntuales de mayores crecimientos. Este escenario, que ya dibujaba Pimco hace tiempo, no es nuevo pero sí lo es el “new neutral” que hace referencia a unas políticas monetarias mucho más laxas que en el pasado y que tendrán continuidad, con los bancos centrales con un objetivo de tipos reales del 0% frente al tradicional 1%-2%, algo que los mercados de bonos aún no ponen en precio.
Y este escenario tiene múltiples implicaciones inversoras, según explicó William R. Benz, director de gestión en la oficina de Londres y responsable de Pimco para Europa, Oriente Medio y África (EMEA), en una reciente presentación en Madrid. En primer lugar, las rentabilidades serán mucho más modestas en la mayoría de mercados tanto en renta variable como en renta fija, de entre el 3% y el 5%, calcula la gestora, dejando los retornos de doble dígito como parte del pasado. En renta variable habrá significativas diferencias por regiones y sectores y en algunos casos los mercados emergentes podrán ofrecer retornos por encima de ese 5%. En renta fija, y tras un mercado alcista secular que ha durado tres décadas, el “new neutral” implica un escenario más benigno y sin riesgo de grandes subidas de tipos pero de rentabilidades de entre el 2% y el 4% (0% de los tipos de interés, 2% de la inflación y 2% adicional ante las duraciones más largas), frente a retornos del 4%-6% en un ciclo como en el pasado (2% de los tipos de interés, 2% de la inflación y 2% de la duración).
En cuanto a los activos reales, en real estate la recuperación continuará, mientras las materias primas servirán para diversificar las carteras y los bonos ligados a la inflación serán interesantes dependiendo del break-even. En divisas habrá menos oportunidades dada la convergencia de crecimiento y las políticas de los bancos centrales, pero algunas emergentes seguirán siendo interesantes. Mientras, los tipos reales del cash serán muy bajos o negativos.
A cambio de estas rentabilidades más bajas, el entorno tendrá menores riesgos y volatilidad, con probabilidades más bajas de eventos extremos o riesgos de cola (el más probable, China).
¿Qué deberían hacer los inversores?
En este entorno, los inversores deberían tratar de lograr mayores rentabilidades que ese 3%-5%, a través de dos vías: los índices inteligentes (en renta fija, índices ponderados por PIB frente a los tradicionales y en renta variable, índices en función de los fundamentales en lugar de por capitalización); y estrategias de portable alpha o gestión activa (cobertura mediante derivados de la exposición a la beta y buscar el respaldo de fuentes de alpha más estables). “En un mundo de retornos del 3%-5%, hay dos opciones, optar por estrategias pasivas y lograr menos retornos que el mercado o batirle con herramientas activas que permiten estar a la ofensiva o defensiva en un mundo de varias velocidades, seleccionar valores que crecen más que el entorno, aprovechar los picos de volatilidad o implementar coberturas en condiciones cambiantes”, afirma Benz.
Para el experto, los inversores necesitarán centrarse en los resultados para lograr objetivos específicos en términos de ingresos, retorno absoluto, retorno total, coberturas y liquidez. Para ello, vendrá bien que consideren soluciones multiactivo en las que la renta fija, según Benz, estará muy presente.