La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) cumplió con las expectativas que su presidente, Jerome Powell, sembró en la reunión de Jackson Hole y ayer anunció un recorte de tipos de 50 puntos básicos, el primero desde 2020. La bajada se daba por sentada y estaba descontada en los mercados, pero el debate se situaba en si la Fed optaría por una reducción de 25 o 50 puntos básicos. Finalmente, su postura ha sido la más agresiva y, con cierta sorpresa, ha optado por la segunda opción, ¿por qué?
“Ha sido una reunión muy reñida, con los mercados divididos entre un inicio del ciclo de recortes de 25 o 50 puntos básicos, y finalmente la Fed ha apostado fuerte con un recorte de 50 puntos básicos. Ciertamente, el mercado laboral se ha enfriado en los últimos meses y la inflación ha seguido bajando. El recorte parece preventivo, y tanto el gráfico de puntos que lo acompaña como los comentarios de la conferencia de prensa ponen de relieve una mayor cautela en lo que respecta al ritmo y la magnitud de la política de relajación en el futuro. En conjunto, se trata de un recorte algo agresivo. Sin embargo, una cosa es cierta: las ‘palomas’ están al mando y cualquier debilidad adicional del mercado laboral conllevaría más recortes y más rápidos. Y ahora los mercados lo saben. Mantenemos nuestra opinión de que el aterrizaje suave sigue siendo el resultado más probable para este año”, añade Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International.
En cambio, para Guy Stear, director de Estrategia de Mercados Desarrollados de Amundi Investment Institute, la gran noticia no es tanto el recorte de 50 puntos básicos, sino el recorte de las previsiones de crecimiento y la fuerte revisión a la baja de los puntos. “La Fed parece segura de haber ganado la batalla contra la inflación y reconoce que la política monetaria es ahora demasiado restrictiva, sobre todo ante las amenazas que pesan sobre el crecimiento”, destaca Stear.
En opinión de Tiffany Wilding y Allison Boxer, economistas en PIMCO, “las acciones de la Fed sugieren que vio un cambio en el equilibrio de riesgos en torno a la inflación y el empleo, lo que justifica un ajuste más rápido hacia la neutralidad de lo que muchos representantes de la Fed habían pensado anteriormente”. Según su análisis, históricamente, si se observan los ciclos de la Fed desde mediados del siglo XX, un recorte inicial de tipos de 50 puntos básicos suele preceder o señalar un ciclo de relajación recesivo, es decir, una serie de recortes de tipos generalmente más bruscos, profundos o prolongados destinados a impulsar una economía en dificultades.
La cuestión del mercado laboral
Son varias las voces que apuntan a que este recorte agresivo se debe al mercado laboral. “El razonamiento es, pues, el siguiente: la economía sigue yendo bien, pero hay una alerta en el mercado laboral. Al responder con firmeza a este cambio en el mercado laboral, la Fed limita el riesgo de contagio al resto de la economía y reduce la probabilidad de recesión en los próximos meses. El recorte de 50 puntos básicos tiene estas cualidades”, explica Philippe Waecther, economista jefe de Ostrum AM (Natixis IM).
En este sentido, Christian Scherrmann, economista para EE.UU. en DWS, añade: “Consideramos la decisión política de ayer como una póliza de seguro para proteger los mercados laborales de un mayor deterioro, lo que es incompatible con el logro de un aterrizaje suave. En la conferencia de prensa, el presidente de la Fed confirmó en cierto modo esta opinión, al referirse a la decisión como una ‘recalibración adecuada’ con respecto al enfriamiento de las condiciones del mercado laboral. Sin embargo, reiteró que no siguen un rumbo preestablecido, ya que pueden ralentizar o acelerar sus esfuerzos. En última instancia, esto significa que la Fed sigue dependiendo de los datos y que el gráfico de puntos ‘no es un plan de política’ y 50 puntos básicos no es el nuevo ritmo.
Evitar una recesión
Para Donald Ellenberger, Senior Vice President y gestor de Federated Hermes, al recortar 50 puntos básicos en lugar de 25, la Fed indicó que confía en que la inflación siga una senda sostenible hacia el 2%. “Los miembros del FOMC redujeron su previsión de inflación subyacente del 2,2% al 2,3%. Pero la medida más importante parece demostrar que están decididos a lograr un aterrizaje suave evitando que la ralentización del mercado laboral arrastre a la economía a la recesión”, aclara.
Para Franco Macchiavelli, analista de mercados independiente, apunta que de los pocos motivos que podrían dar forma a esta sorpresiva decisión de la Fed, son los intereses de la deuda gubernamental en Estados Unidos, que no solo crece a un ritmo exponencial, sino que ya supera el gasto en defensa militar del gobierno. “No obstante, la Fed ha pecado de irresponsable, permitiendo que la narrativa tan dispar entre 25 y 50 puntos básicos esté tan vigente en el mercado, en lugar de marcar una hoja de ruta más clara que le permitiese al mercado ir descontando el movimiento en la reunión de septiembre y evitar picos de alta volatilidad, tal y como descuenta el mercado de opciones”, explica.
El analista considera que los mercados han ido muy lejos descontando una recesión, principalmente apoyados por una debilidad del mercado laboral, y porque consideran que la Fed se ha quedado atrás respecto al resto de bancos centrales que ya han iniciado los recortes de tipos. “Sin embargo, llama la atención la disparidad entre optimismo y pesimismo, principalmente basados en la narrativa de que la economía de Estados Unidos está muy débil y al borde de la recesión, pero…¿la economía de EE.UU. está tan débil como se piensa?”, reflexiona Macchiavelli.
“No creemos que la economía de Estados Unidos esté actualmente en recesión. El gasto de los consumidores sigue siendo resistente y el crecimiento de la inversión parece estar acelerándose. Sin embargo, a medida que las presiones inflacionarias disminuyen, la Fed parece centrada en garantizar que el crecimiento y los mercados laborales de EE.UU. sigan siendo sólidos alineando la política monetaria con la economía actual, que parece mucho más normal ahora que la serie de shocks relacionados con la pandemia que impulsaron la alta inflación han disminuido en gran medida”, añaden los economistas de PIMCO.
Hoja de ruta
Para los expertos, ahora el foco está puesto en cuándo será el siguiente recorte y, de nuevo, si será de 25 o 50 puntos básicos. “La clave para la Fed consistirá ahora en calibrar cuidadosamente el ritmo de la flexibilización a medida que la inflación siga acercándose al objetivo y la economía se ralentice. De hecho, aunque el presidente Powell podría señalar que los 50 puntos básicos serán la excepción y no la regla durante este ciclo de relajación, la Fed debería estar preparada para moverse con estos pasos más largos si observa nuevos signos de debilidad”, apunta James McCann, Deputy Chief Economist de abrdn.
Los economistas de PIMCO creen que la Fed está en camino de relajar la política monetaria en movimientos de 25 puntos básicos en cada una de sus próximas reuniones. “Sin embargo, la Fed sigue dependiendo de los datos. Si el mercado laboral se deteriora más rápido de lo esperado, esperamos que la Fed haga recortes más agresivos”, matizan.
En opinión del economista jefe de Ostrum AM (Natixis IM) ,“la Fed continuará, pero la amplitud de los recortes por venir dependerá del ritmo del mercado laboral, mientras que la inflación se ralentizará con la fuerte caída del precio del petróleo. La cuestión sigue siendo la del BCE, cuyo recorte de la semana pasada ya parece ridículo”.
Desde DWS consideran que iniciar el ciclo de bajadas de tipos con un paso mayor no está exento de problemas. “Por un lado, implica un aumento de la confianza de los banqueros centrales en la previsión de la inflación, aunque el factor principal de la decisión adoptada fueron probablemente las incertidumbres sobre las perspectivas del mercado laboral. Esto conlleva el riesgo de que la Fed tenga que recalibrar su función de reacción a los datos entrantes, como hemos visto en el pasado reciente”, explica Scherrmann.
Visión de conjunto
Con este recorte de tipos, la Fed inicia el mismo camino que la mayoría de los bancos centrales de los mercados desarrollados y en consecuencia, las condiciones financieras mundiales seguirán relajándose en los próximos meses. “Esto permitirá a varios bancos centrales de mercados emergentes reanudar o continuar los ciclos de relajación que ya habían iniciado antes que la Fed. El descenso de los tipos libres de riesgo en el mundo desarrollado también reducirá los costes de endeudamiento externo de los emisores de los mercados emergentes, disminuyendo así los riesgos de refinanciación y mejorando la sostenibilidad de la deuda. El ciclo de relajación incentivará a los asignadores de activos a aumentar el riesgo en los mercados emergentes, ya que el atractivo de los instrumentos del mercado monetario y de los tipos de los mercados desarrollados core disminuirá gradualmente”, contempla Carlos de Sousa, gestor de carteras de deuda de mercados emergentes de Vontobel.
Respecto a cómo han respondido los mercados, Carlos del Campo, del equipo de inversiones de Diaphanum, considera que la reacción de las bolsas no ha sido violenta ya que 50pb era una posibilidad muy real, pero “en renta fija sí que podemos observar una consolidación del abandono de la histórica inversión de la curva de tipos de los últimos años”.