En opinión de Anne Tolmunen, CFA, gestora de la cartera del AXA WF Women Empowerment Fund en AXA Investment Managers, la igualdad de género es una oportunidad de inversión. “La mayor presión regulatoria a favor de la igualdad, la madurez de las sociedades y los beneficios que genera contar con criterios de igualdad de género en las empresas explican el mayor interés de los inversores porque se respete este principio cuando se planteen sus inversiones”, ha señalaba Tolmunen durante su intervención en la Conferencia anual de Inversión de CFA Institute, celebrada recientemente en Madrid.
Dentro de los criterios ESG que los inversores tienen en cuenta, la igualdad de género ha ido ganando relevancia durante los últimos años. La mayor denuncia sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, y de las barreras para acceder a puestos de mando por ser mujer han hecho tomar conciencia sobre esta realidad que, según Tolmunen, “ocurre por igual en todos los países del mundo y en todos los sectores”.
“El factor social dentro de la ESG es uno de los que menos desarrollado está, pero en el ámbito de la igualdad de género vemos cómo ha ganado importancia para los inversores que exigen a sus gestores invertir en fondos o empresas donde exista igualdad”, explica.
En su opinión ésta será una tendencia que va a continuar y que es transformadora desde el momento en que el inversor lo exige a la hora de enfocar su inversión. “Las mujeres se están convierto en una importante fuerza económica, formada y con talento; y esto es algo que ocurre tanto en países desarrollados como en los emergentes. Un claro ejemplo es que los negocios regentados y emprendidos por mujeres han aumentado considerablemente, así como su presencia en la esfera pública”, añade.
Por su parte, el inversor está aplicando criterios de exclusión de cara a aquellas empresas que no respeten la igualdad de género, según defiende la gestora. Este mayor interés del inversor pone la pelota sobre el tejado de las gestoras que, para Tolmunen también deben seguir avanzando en el ámbito de la igualdad de género.
Las ventajas de invertir en igualdad de género
“Lo que como gestoras debemos plantearnos es cómo incluir de forma práctica la igualdad de género en el proceso de inversión, esa es la gran clave. Está claro que el primer paso es el análisis y los datos cuantitativos, pero también hay que desarrollar herramientas que permitan comprobar que el compromiso con la igualdad de género es real”, advierte.
En este sentido, señala que el reto para analistas está en ir más allá a la hora de valorar si una empresa cuenta con mujeres en sus puestos de gestión. “Pensar que esto consiste en poner a una mujer en un alto cargo y ya es un error. La igualdad de género requiere una reflexión cuyas conclusiones conlleven cambios en el funcionamiento de las empresas. Este es un proceso complejo pero con grandes ventajas”, apunta.
Según su experiencia, y apoyándose en lo que los estudios de firmas como Credit Suisse o JP Morgan han desvelado, las empresas que no cuentan con mujeres en sus consejos tienen un peor comportamiento. “Hay una correlación entre la diversidad y los riesgos. Una mayor diversidad mejora las decisiones que se toman, mejora la alineación de objetivos con los clientes, aporta innovación en entornos complejos. Y, en segundo lugar, también mantiene una correlación con el talento: permite estar más abierto a la atracción de talento”, defiende.
Estos dos aspectos no solo mejoran, en su opinión, el desempeño de las empresas y reducen sus riesgos, sino también generan compañías más sólidas al lograr “empleados más leales y vinculados a la cultura de la firma”. En términos empresariales, “esto hace que las personas sean más productivas y les evita costes a las compañías, además de mejorar su reputación, y reduce la rotación de los puestos de liderazgo”, apunta.