Phil Milburn, gestor de bonos de alto rendimiento en Kames Capital, explica las razones por las que considera que el high yield estadounidense resulta más atractivo que el europeo en el entorno actual.
Aunque el año pasado los bonos de alto rendimiento de EE. UU. generaron, en media, un 3% menos que los europeos, diversos factores como las atractivas rentabilidades y el mayor crecimiento de la economía estadounidense los convierten en una buena oportunidad de inversión para este año, explica Milburn, que gestiona más de 2.000 millones de euros en mandatos de high yield, incluido el Kames High Yield Global Bond Fund que cogestiona Claire McGuckin.
«Pese a que Europa ha empezado bien 2015 –el Barclays European High Yield ha avanzado un 1,1% frente al 0,7% del índice estadounidense– EE.UU. se ha comportado mejor en febrero gracias al rebote de los bonos del sector energético y los robustos datos económicos», afirma el experto.
«Superada la quiebra de Phones 4U de hace unos meses, Europa vuelve a mostrar apetito por el riesgo y, aunque tanto esto como el anuncio del programa de expansión cuantitativa (QE) del BCE tuvieron un impacto positivo en enero, lo cierto es que la oferta estadounidense es más sólida y las rentabilidades, más altas», añade.
Milburn ha identificado varias razones por las que espera que el high yield estadounidense se comporte mejor este año. «En primer lugar, las valoraciones resultan más atractivas, con un yield to worst del 6,1% frente al 3,8% de Europa», apunta. «Dada la situación, creemos que podríamos generar rentabilidades del 5%-8% invirtiendo en deuda de alto rendimiento de EE.UU.»
«Solo con el carry trade, la clase de activo debería generar un 0,2% más que el high yield europeo en 2015, teniendo en cuenta cómo empezaron el año ambas regiones». «Y sin olvidar la fortaleza subyacente de ambas economías», añade. «Este año los fundamentales volverán a cobrar importancia y la economía estadounidense está creciendo mucho más rápido que Europa».
Según los últimos datos, la economía de EE. UU. creció un 2,6% en el cuarto trimestre frente al crecimiento plano que registró la eurozona.
Obviamente, este crecimiento representa un arma de doble filo para los tenedores de bonos ya que aumenta la presión para que la Reserva Federal suba tipos a mediados de año, mientras el Banco Central Europeo se embarca en un programa de expansión cuantitativa. Aunque esta situación pone a los bonos estadounidenses en desventaja frente a la deuda europea, Milburn no cree que la Fed vaya a endurecer mucho su política monetaria, dada la ausencia de inflación.
«Cualquier subida de tipos será mínima y usaremos futuros sobre bonos del Tesoro estadounidense para cubrir la sensibilidad a los tipos de interés de algunos de los bonos a más largo plazo del fondo», explica.
En el entorno actual, la liquidez es otra consideración clave para quienes invierten en renta fija. En este sentido, Milburn también cree que la situación es mejor en EE.UU. que en Europa. «Esperamos que los bancos centrales finalmente adopten políticas divergentes este año y que repunte la volatilidad, por lo en 2015 resultará crucial poder invertir sin temor a que escasee la liquidez. Ahora mismo, el mercado estadounidense es más líquido y, en este aspecto, resulta más atractivo», concluye.