Las medidas europeas aplicadas para mitigar los efectos de la pandemia han contenido la tasa de desempleo en Europa más que en los Estados Unidos. Según apuntan desde PIMCO, los mercados laborales de EE.UU. y Europa han mostrado un desempeño sorprendentemente diferente durante la crisis.
“De febrero a abril, la tasa de desempleo de la zona del euro aumentó sólo 10 puntos básicos hasta el 7,3%, mientras que la tasa de los EE.UU. aumentó 1,120 puntos básicos hasta el 14,7% (gráfico inferior). Desde entonces, la brecha entre las dos regiones se ha estrechado, pero en general se ha mantenido amplia: la tasa de desempleo de los Estados Unidos bajó al 11,1% en junio, mientras que la tasa de desempleo de la zona del euro aumentó ligeramente hasta el 7,4% en mayo (últimos datos disponibles)”, explican Tiffany Wilding, economista de PIMCO en EE.UU., y Nicola Mai, portfolio manager y sovereign credit analyst en PIMCO.
Según señalan, algunos atribuyen la resistencia del empleo en Europa a la mayor inflexibilidad del mercado laboral de la región. “Normalmente considerada como una debilidad, la regulación más estricta de la contratación y el despido podría ser una ventaja ahora, ya que está limitando la pérdida de puestos de trabajo. Sin embargo, creemos que la diferencia se debe principalmente al diferente enfoque elegido por los encargados de la formulación de políticas para apoyar los ingresos de los hogares durante la crisis. Mientras que los Estados Unidos se han centrado en las prestaciones de desempleo, Europa ha dado prioridad a la protección del empleo mediante planes de trabajo a corto plazo, por los que los gobiernos pagan una parte de los salarios de los empleados (que oscilan entre el 60% y el 85%) a medida que se reduce su tiempo de trabajo”, explican.
En resumen, los Estados Unidos han pagado a los desempleados para que el mercado siga su curso, mientras que Europa ha luchado contra las fuerzas del mercado subvencionando a las empresas. En este sentido, los expertos de PIMCO se plantean: ¿cuál es mejor?
“Basándose sólo en los datos de desempleo, la respuesta de Europa parece más eficaz. Sin embargo, las comparaciones directas son un reto. Por ejemplo, dentro de los Estados Unidos, muchos trabajadores actualmente desempleados esperan volver a su trabajo anterior, y los análisis recientes sugieren que las expectativas de los trabajadores son muy certeras. Esto sugiere que aunque el desempleo oficial de los EE.UU. aumentó más que en la UE, también podría disminuir más rápidamente, a medida que pase la etapa aguda de la crisis. Además, los planes de Europa son costosos, y varios países están planeando reducir su generosidad a lo largo del año, lo que plantea dudas sobre su éxito a largo plazo”, advierten.
El potencial desempleo
Los expertos de PIMCO señalan que han creado una “tasa de desempleo potencial», o un indicador de desempleo europeo ajustado a las medidas de protección de empleo de Europa, que cuenta a la población bajo este régimen como desempleados.
“Reconocemos que esta suposición es extrema pero, al menos, ofrece una visión de lo que podría ser el desempleo potencial cuando estos programas de apoyo a corto plazo terminen. En mayo, la población bajo este sistema de Europa representaba hasta el 17% de la fuerza laboral en Alemania, el 45% en Francia, el 28% en Italia y el 13% en España; siendo del 25% el promedio para los cuatro principales países de la zona euro. Usando esta medida ajustada a la política, vemos que la tasa de desempleo de Europa ascendió al 33% en mayo, contra alrededor del 15% en los EE.UU.”, apuntan tras comparar los datos.
Por ello, los expertos de PIMCO reconocen que la pregunta clave en el futuro de Europa es cuántas personas sujetas a estos sistema de protección temporal del empleo se convertirán finalmente en desempleados. “Suponemos que una parte de ellos, una de cada seis según nuestras previsiones, en respuesta a los cambios estructurales impuestos por la crisis, pueden tardar mucho tiempo en recuperar los niveles anteriores a la crisis, si es que lo hacen. Al mismo tiempo, aunque reconocemos los riesgos de la reciente aceleración de los contagios de COVID-19 en los Estados Unidos, sostenemos que el mercado laboral estadounidense, más flexible y menos propenso a las fricciones, podría terminar funcionando mejor que el europeo en un entorno de cambio estructural”, concluyen.
Dejando de lado los riesgos de virus, ambos expertos plantean que la tasa de desempleo en Europa y en los Estados Unidos dependerá de la voluntad y la capacidad de los responsables políticos de mantener las medidas de apoyo, de cuántas empresas sigan siendo viables, de la profundidad de los cambios estructurales y de la capacidad de adaptación de cada país. “De acuerdo con nuestro pronóstico actual, el reciente y relativo bajo rendimiento del mercado laboral de los EE.UU. no está aquí para quedarse; proyectamos que la tasa de desempleo de los EE.UU. caerá a alrededor del 9% a finales de año, mientras que la de Europa aumentará a alrededor del 11% durante el mismo período”, añaden.