El peso mexicano ha caído 40% frente al dólar desde 2014, aun así, el balance comercial de México no ha podido recuperarse por completo. Según Bianca Taylor, analista senior de Deuda Soberana de Loomis, Sayles & Company, filial de Natixis Globabal Asset Management, para entender la razón, es importante analizar la composición de las exportaciones e importaciones.
En cuanto a la balanza comercial del país azteca, Taylor destaca que «las importaciones se han reducido significativamente, pero esto no ha bastado para generar una recuperación total de la balanza comercial general». Atribuye esto a que el consumidor ha reaccionado al mayor costo de las importaciones reduciendo el consumo. Mientras tanto, concluye que «la mayoría de las exportaciones mexicanas es mano de obra con valor agregado. Los fabricantes /exportadores automotores compran refacciones en el exterior, las introducen en el país para su ensamblaje, y después exportan el producto final. Si bien México cuenta con otras exportaciones, como aguacate, tequila y plata, en mi opinión, 50% de lo que vende al exterior se considera mano de obra de valor agregado».
Las fluctuaciones de la divisa han tenido poco impacto en las cadenas de suministro “justo a tiempo”
La mano de obra mexicana aparentemente presenta un descuento del 50%, entonces ¿por qué no hay demanda? La dinámica del inventario “justo a tiempo” es tal que, según Taylor, incluso con un 50% de apreciación del dólar versus el peso mexicano, no se ha generado una demanda adicional de mano de obra.
La especialista considera que algunos de los factores de esto incluyen:
- Los fabricantes planean su producción con una perspectiva de un año o más con base en la tendencia de la demanda en EEUU.
- La demanda de bienes no perecederos es en su mayoría una función del ciclo comercial.
- Los fabricantes automotrices podrían ofrecer algún incentivo, pero es no es probable que recorten sus precios en 50%. Esto podría perjudicar a la marca, y generan un efecto dominó hacia otras empresas que no se beneficiaron de la depreciación de la moneda. Asimismo, cuando el peso mexicano se recupere, sería difícil elevar los precios de los automóviles una vez más.
- Los fabricantes de autos en EEUU no almacenan un inventario de autopartes.
- Incluso si quisieran elevar la producción, muchos proveedores en México no operan con un exceso de capacidad.
En su opinión, un ajuste en la balanza comercial probablemente se llevaría más tiempo en México. «Para que la balanza comercial se recupere significativamente, considero que deben darse uno (o más) de los siguientes eventos: Recuperación de los precios del petróleo a niveles anteriores a su caída, lo que elevaría de nueva la balanza comercial petrolera, aumento en la producción petrolera, lo que mejoraría la exportación minera, los productos agrícolas ganan participación de mercado global, México mejora la cadena de suministro, fabricando una mayor proporción de los insumos en el país».
Taylor considera que la balanza comercial de México necesitará más tiempo para recuperarse, a diferencia de otras economías de Latinoamérica, debido a que su proyección para el petróleo es la estabilidad en los precios y se espera que la producción petrolera continúe decreciendo, mientras que las exportaciones agrícolas son una fracción menor de las exportaciones totales de México y la oferta de mano de obra contratada se modificará lentamente.