Pasada la resaca electoral del lunes, las gestoras comienzan a valorar los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, que han estado marcadas por el auge de los liberales y los populismos. Las instituciones europeas respiran porque parece que los partidos pro-europeístas han ganado las elecciones, aunque tanto los conservadores como los socialistas han sufrido importantes pérdidas.
“Tal y como se esperaba, los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo eliminaron las mayorías en la cámara, mientras que ha mostrado un aumento de la influencia de los escépticos, de los Verdes y de Liberales más favorables a la Unión Europea. A medida que el Parlamento Europeo se fragmenta más, se complica la toma de decisiones y se complica el proceso de elección de cargos importantes como la presidencia del BCE o de la Comisión de la UE. Los mercados, normalmente, no suelen apreciar procesos laboriosos en la toma de este tipo de decisiones”, apunta Reto Cueni, economista senior de Vontobel AM, poniendo el acento en que estamos ante un Parlamento más fraccionado.
Según Eurizon AM, en comparación con 2014, el Parlamento de 2019 cuenta con una representación más fuerte de las fuerzas soberanas-populistas para en detrimento de las fuerzas pro-europeas y tradicionales. “Lo más probable es que acabemos viendo un acuerdo entre éstos últimos partidos, los liberales y los sociales. Normalmente, el grupo parlamentario más numeroso nombra al presidente de la Comisión Europa, por lo que, en este caso, el sucesor de Junker sería el alemán Manfred Weber, jefe del Partido Popular Europeo. Sin embargo, el hecho de que el Partido Popular haya perdido muchos escaños en comparación con 2014, mientras que los Liberales han ganado algunos, también gracias a la afiliación con el partido de Macron, podría dar lugar a que el presidente de la Comisión sea negociado por las tres partes”, sostienen desde Eurizon AM.
Para los analistas de Barclays algo significativo de estos comicios ha sido Italia, en el que la ultraderechista La Liga ha tenido unos resultados más fuerte de lo esperado con el 34,4% de los votos (con el 98% de los votos escrutados). “Esperamos que la actual alianza de gobierno en Italia, pero no descartamos que Liga pueda intentar diseñar una reorganización dentro de la coalición actual o un reequilibrio de políticas a su favor. A pesar del fuerte resultado de la Liga y el débil desempeño del Movimiento 5 Estrellas, de hecho, creemos que interrumpir la coalición actual no redundaría en interés de la Liga”, apunta en su análisis. Es decir, Barclays descarta la formación de un nuevo gobierno formado por el Movimiento 5 Estrellas y otros partidos de centro o izquierda. En cualquier caso, la entidad considera que los resultados de las elecciones serán percibidos de forma negativa por los mercados.
Pero ayer, el euro reaccionaba razonablemente estable frente a las elecciones parlamentarias europeas, e incluso ha ganado terreno frente al dólar, tras el surgimiento de partidos populares frente a las fuerzas de centro tradicionales. Según el informe diario sobre divisas de Monex Europe, con los volúmenes de participación subiendo significativamente en relación a los últimos 40 años, “los resultados preliminares favorecen a una mayoría fragmentada de partidos pro-europeos, con los liberales y partidos verdes ganado posiciones. Los euroescépticos y partidos de extrema derecha reportaron ganancias modestas, aunque solo garantizaron apenas un 29% de los puestos parlamentarios, cediendo espacio al predominio de una difusa coalición de partidos pro-europeos. Sin embargo, los resultados individuales por países aún representan un riesgo para el euro en el futuro próximo, ya que, en algunos países como Italia, Francia y Bélgica, las fuerzas anti-europeos han liderado las urnas.
La cuestión es que, pese a haberse celebrado unas elecciones, la incertidumbre política no ha desaparecido de Europa, sobre todo porque 2019 es un año ocupado en las elecciones nacionales, pero la formulación de políticas de la UE no enfrenta los obstáculos que una insurgencia populista más grande hubiera creado. “Después de seis años de crecimiento continuo, la economía de la eurozona se ha movido a una marcha más baja debido a una demanda externa más suave y algunos factores específicos del país y del sector, como las interrupciones en la industria automovilística alemana, las protestas en Francia y la creciente incertidumbre política en Italia”, explica Jörg de Vries-Hippen, jefe de inversiones de renta variable europea de Allianz Global Investors.
En opinión de De Vries-Hippen, si bien el crecimiento del PIB dependerá casi por completo de la demanda interna, el contexto fundamental para el consumo privado y la inversión) sigue siendo sólido por el momento. “A medio plazo, el rechazo del euroescepticismo populista también debería reflejarse en los mercados de valores, ya que una mayor estabilidad política proporciona el optimismo que las empresas necesitan para invertir”, añade.
Perspectivas de mercado
Respecto al mercado, desde NN IP señalan que este resultado electoral tendrá un impacto potencial en la deuda soberana y corporativa, así como en la renta variable europea. “En bonos de gobierno, adelantamos más tensiones domésticas para Italia y para el crédito corporativo creemos que no hay que perder de vista a los mercados de Italia y Reino Unido. Por último, en los mercados de renta variable europea vemos ciento en contra con el aumento de las primas de riesgo”, sostienen desde la gestora.
En opinión de Matt Siddle, gestor del Fidelity Funds European Larger Companies Fund, para la renta variable europea, gran parte de la incertidumbre relacionada con el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo ya estaba descontada. “Aún así, los mercados de renta variable europeos están experimentando una incertidumbre mayor a la habitual, con una amplia gama de resultados potenciales para 2019: desde un mercado bajista por recesión hasta un auge impulsado por las políticas que se puedan aplicar a partir de ahora”, explica Siddle.
Por otra parte, Siddle considera que los inversores continuarán monitorizando de cerca el Brexit, algo que impactará a los mercados de divisas y tendrá ramificaciones tanto para los negocios del Reino Unido que exporten al continente, como para las empresas europeas que comercien con las islas británicas en caso de que el mercado común no se mantenga. La fecha límite para las negociaciones del Brexit ha sido pospuesta al 31 de octubre, lo cual ha reducido las posibilidades de que se produzca una salida del Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo.