A pesar de la prevista subida de tipos por parte de la Fed, que será “muy racional y en función de los datos”, Mónica Defend, directora de asignación global de activos de Pioneer Investment en Italia, considera que los bancos centrales seguirán proporcionando soporte para los mercados de renta fija y divisas en 2015, si bien los catalizadores de rentabilidad para la renta variable serán los beneficios.
En este sentido prevé un crecimiento del 13% en las compañías europeas, lo que dará a las bolsas potencial de crecer a bajo doble dígito (entre un 10% y 11%); un 8% en EE.UU. (lo que dará al mercado bursátil la oportunidad de subir en 2015 a alto dígito); y un 6% en emergentes, según sus perspectivas sin tener en cuenta el QE lanzado recientemente por el BCE. “El rebote es más probable en la renta variable europea”, dice, y considera que las elecciones en Grecia no impactarán de forma significativa en sus perspectivas porque la situación es distinta a la de 2012, aunque sí habrá volatilidad.
De ahí que su asignación de activos, aunque más cauta que hace unos meses y cubriendo el riesgo de caídas, sobrepondere la renta variable, con preferencia por Europa, junto a Japón, China -que camina hacia un modelo de crecimiento más sostenible- e India –mercado en el que entraron antes de las elecciones-. Su patrón para estar en emergentes es buscar países con reformas creíbles e instituciones estables, ingredientes que ven en dichos mercados, pero no en Brasil.
En un contexto de convergencia del crecimiento entre el mundo desarrollado y emergente (con un crecimiento del 3,7% a nivel global), descarta la deflación estructural en Europa porque ve diferencias significativas con Japón, debido a factores como la reacción política y del BCE, la ausencia del recorte de salarios visto en el país nipón, o el diferente proceso de despalancamiento de las compañías (las europeas no son ahorradores netos, como en Japón).
En renta fija, en la gestora son neutrales con la curva de deuda pública europea y apuestan por un aplanamiento de la estadounidense, y en divisas, apuestan por el dólar frente al yen y el euro, y vigilan las oportunidades en divisas nórdicas para añadir valor. En crédito, cerraron posiciones en verano, para obtener beneficios y porque consideran que las rentabilidades actuales no compensan por el riesgo asumido, aunque en términos relativos apuestan por la deuda con grado de inversión europea frente a la estadounidense ante el distinto momento de ciclo de desapalancamiento de las empresas (empezando en Europa y más adelantado en EE.UU.).
De hecho, Defend cree que no se puede jugar la asignación de activos de forma tradicional (renta fija frente a deuda o deuda pública frente a corporativa) sino que hay más valor en las apuestas relativas, long-short, por ejemplo entre países y sectores este año.
Cautela por la política
Uno de los motivos de su mayor cautela es la política, no solo por el resultado de las elecciones en Grecia o el potencial resultado en España sino por el efecto dominó que puede haber en Europa del surgimiento de partidos antieuropeos en otros países. Un ruido de fondo que puede impulsar la volatilidad.