Los inversores no lo tienen fácil. Tenemos por delante una época de bajos tipos de interés, baja inflación y bajo crecimiento económico. El «low for longer» que nos va a acompañar en los próximos años es un problema a la hora de indetificar oportunidades de inversión.
En opinión de Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM (asociada a Natixis IM), el cóctel que forma la innovación tecnológica, la guerra comercial o el Brexit, genera «unas expectativas negativas que impiden a los inversores tener visibilidad sobre el futuro».
Waechter ha señalado, por ejemplo, el impacto de la innovación tecnológica en el crecimiento económico. «Todos imaginamos que la innovación puede traernos crecimiento, pero no es el caso. Estamos viendo cómo el crecimiento de la productividad en el mundo es muy bajo. Además, todavía está por ver quién asumirá el liderazgo tecnológico en el futuro, si China o EE.UU», ha dicho durante un encuentro informativo en París. Con todo, cree que asistimos a «uno de los momentos más fascinantes de nuestra historia por la convergencia entre Oriente y Occidente».
La baja inflación es otra de las características de la economía de los próximos años. «No esperamos inflación en los próximos años salvo pequeñas oscilaciones». Un escenario que tiene implicaciones en el mercado laboral, con oferta de empleo para trabajadores con alta y baja cualificación, pero no para los de cualificaciones intermedias. «Estamos observando que las personas con poca educación no pueden encontrar trabajo y las personas con educación intermedia en los países desarrollados tiene que hacer esos trabajos y están infrapagados. Esto contribuye a una baja inflación», explica.
En renta fija «lower for longer»
En renta fija, Philippe Berthelot, CIO Credit & Money Markets de Ostrum AM, afirma que todas las clases de activos en el mundo están como el cash y tan solo se salva la deuda emergente donde «la mayoría de los spreads se mantienen estables». Según Berthelot, la parte positiva es que «las tasas de default están muy bajas y lo van a seguir estando». De hecho, las actuales valoraciones implican unas expectativas de default negativas y, a tenor de esto, «los diferenciales de crédito siguen compensando el bajo riesgo de incumplimiento».
De hecho, según Berthelot «la rentabilidad de la deuda con grado de inversión (IG) en Europa está baja no por el riesgo, sino porque los tipos de interés están bajos». En su opinión, hay demasiada deuda emitida y alude al efecto «lower for longer», es decir, baja rentabilidad durante mucho tiempo.
Este experto alerta, además, del deterioro de la calidad crediticia de la deuda corporativa ya que, «el peso de deuda con rating BBB se ha duplicado en los últimos años y representa más del 50% del universo de toda la deuda con grado de inversión (IG) en Europa y EE.UU». Berthelot añade que los grandes clientes de fondos de pensiones están invertidos aquí y «están hambrientos de rentabilidad».
Estrategia en activos ilíquidos y deuda privada
En este contexto de bajas rentabilidades, la gestora francesa apuesta por la inversión en activos reales como una de las oportunidades, «no la única», para obtener retornos. A juicio de Denis Prouteau, CIO de Real Asset Private Debt, ha destacado la evolución de la desintermediación bancaria en la financiación de las empresas en los últimos años y cómo en Europa todavía queda un largo camino por recorrer en este terreno. Mientras en EEE.UU. el 77% de la financiación proviene del mercado y solo el 23% es bancaria, en Europa sucede lo contrario y solo el 30% de la financiación es vía mercados frente a un 70% que es bancaria. «Los bancos están teniendo otros activos en sus balances, cambiando su modelo hacia tenedores de bonos y menos prestamistas. En términos de créditos se ha reducido su balance y son los inversores los que han tomado ese papel de prestamistas para proveer financiación a las empresas», afirma Prouteau.
Así, los activos reales están ganando peso en las carteras institucionales de fondos de pensiones porque «la esperanza de vida es cada vez mayor y es interesante para este tipo de vehículos a largo plazo», señala este experto. Según explica, el 43% planea aumentar su inversión en proyectos de infraestructuras frente al 8% que prevén reducirla. «Son activos que reducen la volatilidad, pero el problema es la iliquidez y por eso son un activo para la inversión a largo plazo», concluye.
En renta variable, priman los factores ESG
La inversión sostenible y los factores ESG tienen cada vez mayor protagonismo en el mundo de la gestión de activos. Para Jean-Louis Scandella, CIO Equity de Ostrum AM, «es fácil hablar de ESG, pero extremadamente difícil entenderlo». Sin embargo, Scandella reconoce que, a día de hoy, «si no lo hacemos estamos fuera del mercado». «Mi objetivo es proporcionar rentabilidad a nuestros clientes pero no a cualquier coste, con fondos ESG lo que hacemos es precisamente eso, es una cuestión de añadir valores éticos a nuestras inversiones», añade.
Scandella destaca el poder que como inversores tenemos a la hora de empujar a las empresas a ser más transparentes. «Les invitamos a ello todo el tiempo, intentando que sean compañías mejores, no solo por la certificación sino porque así tendremos un mejor performance», concluye.