Tanto las tasas de interés como las condiciones de la política monetaria se están ajustando. Los mercados de renta fija estadounidense y la deuda de los mercados emergentes han comenzado a reflejar la realidad de un entorno con unos tipos de interés más altos y una mayor oferta de bonos, resultado tanto de una política fiscal más laxa como de la determinación de la Reserva Federal por disminuir su balance contable. Según apunta Philip Saunders, co-responsable del equipo Multi-Asset Growth en Investec Asset Management, estas fuerzas han sido lo suficientemente poderosas como para contrarrestar el empuje gravitacional de los efectos de la continuación de los programas de relajamiento cuantitativo tanto en Japón como en la Eurozona.
Así, desde Investec Asset Management, esperan que el aumento de la evidencia de las presiones inflacionarias cíclicas en Estados Unidos cause que el Comité de la Reserva Federal continúe con su camino de normalización en materia de política monetaria. Esto podría hacer que los tipos de interés a corto plazo en Estados Unidos alcancen un pico del 3,0%.
Los rendimientos de los bonos emitidos por gobiernos de economías desarrolladas con vencimiento a cinco años o mayor han estado históricamente relativamente correlacionados, reflejando la tasa de interés global en el largo plazo. Esto lleva a Investec a esperar una presión alcista, a pesar de que haya una desigualdad en las condiciones económicas subyacentes. Los títulos de renta fija estadounidense con mayor vencimiento ya están ampliamente reflejando ese escenario, pero podría ser una sobreestimación si las presiones inflacionistas en el largo plazo se vuelven más pronunciadas.
Investec sigue creyendo que el mundo desarrollado continúa en un régimen desinflacionario, que podría sugerir que las sobreestimaciones en los rendimientos a largo plazo de los bonos representan una oportunidad de compra. Este es el caso particular que se da en aquellos países que tienen el sector del consumidor extremadamente desarrollados, así como el mercado de bienes raíces, como es el caso de Reino Unido, Canadá y Australia.
El diferente ritmo de ajuste en los mercados de crédito
El ajuste en los precios del crédito para reflejar unas condiciones de liquidez más ajustadas también ha divergido. Mientras los diferenciales del crédito en Estados Unidos por lo general han permanecido muy comprimidos, reflejando unos fundamentales corporativos sólidos y una abundante liquidez en el mercado de Estados Unidos, los diferenciales del crédito en Europa y de la deuda de los mercados emergentes se han ampliado, en especial estos últimos. En Investec sospechan que, con la relajación del anteriormente arraigado entorno de ‘búsqueda de rendimientos’, al proceso de ajuste de los diferenciales de crédito todavía le queda recorrido.
Los diferentes ritmos de ajustes hacen que la selección sea crítica, tanto al nivel de la clase de activo, como en el nivel del sector y de los títulos. También es importante estar al tanto de los riesgos asociados con la aglomeración de los inversores en áreas como los préstamos apalancados en Estados Unidos, donde el debilitamiento de las cláusulas es un testimonio de la maduración del ciclo crediticio actual.
Tal y como 2015 y 2016 mostraron, el ajuste en precios puede ser repentino. Esto ya ha sucedido en la renta fija de mercados emergentes denominada en divisa fuerte durante 2018. De hecho, el camino divergente del ajuste en un entorno caracterizado por unas condiciones de liquidez más ajustadas y un crecimiento debilitado también representa una oportunidad para aquellos con un enfoque totalmente flexible y la capacidad de invertir a través de un amplio universo de crédito.
Los mercados de renta variable se ven desafiados por la desaceleración del crecimiento
A pesar de haber registrado en general un sólido crecimiento, tanto en los ingresos como en los beneficios, los mercados de renta variable han sido progresivamente devaluados en 2018. Inicialmente, esto era una respuesta a un fuerte ajuste en la liquidez internacional, pero se fue subsecuentemente viendo reforzado por las preocupaciones sobre el deterioro de las perspectivas en el crecimiento de los beneficios esperados.
El escenario central de Investec para 2019 es que los ingresos se verán afectados de forma negativa por la desaceleración sincronizada en el crecimiento global, y esto no está todavía totalmente descontado en los mercados. La divergencia en las condiciones de crecimiento y liquidez entre Estados Unidos y resto del mundo ha resultado en una amplia disparidad en las valoraciones, que podría comenzar a corregirse en el próximo año.
El desvanecimiento del liderazgo del sector de la tecnología, una falta de soporte en las valoraciones, y un menor número de recompras debería reforzar esta tendencia. Desde una perspectiva estratégica, Asia sigue destacando. Las valoraciones ya están descontando una recesión severa en los beneficios, mientras que la rentabilidad del dividendo sigue sirviendo de apoyo y las perspectivas de crecimiento en el largo plazo se encuentran entre las más atractivas a nivel mundial.
El desenlace de la caída cíclica junto con los efectos colaterales del conflicto entre Estados Unidos y China debería proporcionar una prometedora oportunidad para construir una posición a largo plazo. Los ingresos deberían demostrar que son un tema importante, aunque un tema que es poco probable que se vea reflejado en los índices más utilizados en renta variable, que tiende a estar dominado por sectores más endeudados como el de los servicios de suministros y de servicios públicos. Las acciones algo menos convencionales, que proporcionan rentas periódicas y que reparten dividendos por encima de la media gracias a su rentabilidad, parecen estar mejor posicionadas en un entorno dominado por unas condiciones financieras más ajustadas y una aversión al riesgo por parte del inversor. Un caso que rima con los históricos, pero no necesariamente los repite.
Las divisas mostrarán una mayor volatilidad
A principios de 2018, la debilidad del dólar llegó, a pesar del evidente intento por parte de la Reserva Federal de subir los tipos de interés y de forma eventual reducir su balance contable. Esto sugiere que la fortaleza económica en cualquier otro lugar del mundo sería suficiente para contrarrestar el impacto de los sustanciales recortes en materia fiscal en Estados Unidos en 2018, lo que dejó atrapados a muchos. En cualquier caso, la divergencia triunfó sobre la sincronización y el ciclo alcista a medio plazo del dólar se reavivó.
A partir de 2019, el posicionamiento de los inversores es a favor del dólar, pero el dólar está sobrevalorado, limitando una valoración al alza generalizada. Aunque es probable que los fundamentales sigan ofreciendo apoyo en la primera mitad de 2019, existe evidencia de un debilitamiento material del crecimiento en Estados Unidos o de que un cambio en la política de la Reserva Federal podría minar la fortaleza del dólar.
Investec continúa favoreciendo las divisas de naciones acreedoras, como el yen, que está en la actualidad infravalorado con respecto al dólar; y el franco suizo por sus cualidades defensivas y diversificadas. Según las estimaciones de Investec, el yen sigue siendo la divisa más barata entre las principales divisas a nivel mundial. En línea con el escenario central de desaceleración del crecimiento global, Investec cree que las divisas asiáticas, a excepción del yen, siguen siendo vulnerables.