Técnicamente, las elecciones que inició Perú el domingo 6 de junio todavía no han terminado, pero ya hay un ganador aparente, que tiene el desafío en las próximas semanas de dar calma a los crispados nervios de los inversionistas. Con un 99,44% de las papeletas contabilizadas, el izquierdista Pedro Castillo tiene una ventaja de 173.707 votos.
Una vez que el conteo del voto rural le dio a Castillo el moméntum para superar definitivamente a la candidata derechista Keiko Fujimori en la mañana del lunes, los mercados entraron en una dinámica de volatilidad.
“Estamos ahorita en una montaña rusa y los activos más sensibles a esta incertidumbre política han sido el tipo de cambio y la bolsa de valores”, describe el director de Washington Capital, Washington López.
En el mercado cambiario, el dólar subió de 3,83 soles a un máximo histórico de 3,94 soles, para luego retroceder en los días siguientes. Al cierre de esta nota, se ubicaba en torno a 3,84.
En la bolsa, el impacto ha sido más duradero. El benchmark accionario S&P Perú Select tuvo una baja inicial de 7,82% el lunes, que se ha profundizado en las jornadas siguientes. En total, entre el viernes previo a las elecciones y el cierre del miércoles.
Eso sí, los actores del mercado financiero peruano apuntan a que la incertidumbre sobre el resultado se podría extender. “Legalmente, con lo que ya se procesó, claramente Castillo es el ganador, pero la estrategia que está siguiendo la contendiente es de trabajar en la impugnación de votos”, explica Julio Villavicencio, asesor financiero y académico de la Universidad Católica del Perú.
De todos modos, gane quien gane finalmente, Villavicencio apunta a que ambos se verían en la necesidad de generar consensos, considerando que ninguno cuenta con mayoría en el Congreso, que está fuertemente dividido.
Las señales para el mercado
Ahora, lo que los inversionistas necesitan de Castillo es ciertas señales específicas. Para el especialista en mercados financieros de Grupo Financiero BASE, Luis Alvarado, el virtual nuevo presidente de Perú debe mostrarse a favor de un mercado «que se rija bajo las leyes de la oferta y la demanda», sin “intervencionismo” de parte del gobierno.
Los próximos meses van a ser determinantes, mientras los inversionistas ven como clave la “declaración de los primeros 100 días”. López, de Washington Capital, señala que cuando Castillo dé su discurso inaugural el 28 de julio “vamos a tener un escenario mucho más claro y toda la inversión privada va a estar a la expectativa de ello”.
De todos modos, parece haber un interés en calmar las ansiedades de los actores económicos, considerando que el mismo Castillo y un puñado de otras figuras clave han estado haciendo rondas en distintos medios de comunicación. Así, el economista Pedro Francke, visto como una de las figuras económicas del entorno de Castillo, aseguró ante la prensa que se respetará la economía de mercado, y la posible vicepresidenta, Dina Boluarte, tomó distancia del fenómeno venezolano –con el que se han dibujado paralelismos con la campaña de Castillo– calificando la comparación como una “falta de respeto a la inteligencia peruana”.
Otro factor para los mercados locales es cómo se configurarán las fuerzas en torno al nuevo presidente. Específicamente, Villavicencio destaca la pugna entre facciones y la figura de Francke. La confianza de los inversionistas podría mejorar si Castillo mismo empiece a replicar el discurso de garantías del economista, y que su equipo se alinee detrás del mismo, con mensajes de respeto a la propiedad privada, a la inversión privada y a la independencia del Banco Central.
La pugna de poder, señala el asesor financiero, será entre quienes estén de acuerdo con la visión técnica y los que no. “Tiene que quedar claro para los mercados cuál es la facción que va a ganar. Una vez que se tenga esa aclaración, vamos a poder ver si el mercado vuelve o si se aleja más”, indica Villavicencio.
La visión de los inversionistas extranjeros
En un informe reciente, el banco de inversiones Goldman Sachs indicó que, si Castillo se convierte en presidente electo, será importante que dé “señales políticas tempranas que puedan calmar las preocupaciones del mercado” y su discurso de aceptación, donde se verá “si es que buscará dar tranquilidad al país después de una elección divisiva y polarizante”.
En JPMorgan, por su parte, anticipan dos escenarios. En una situación donde se dé una “transición ordenada” en la Casa de Pizarro, indicó la firma estadounidense en un informe reciente, habría credibilidad e independencia de entidades monetarias, pero también una desaceleración en inversión privada y crecimiento económico lento.
Una transición más “desordenada” traería “un escenario más incierto, con un aumento en el ratio de deuda y PIB, estanflación y la incertidumbre asociada a una posible reforma constitucional”, señaló la firma en un informe reciente.
Castillo y la oportunidad que representa el aumento de flujos internacionales
De todos modos, todo apunta a que la volatilidad asociada a la política se quedará en el corto plazo en los mercados peruanos, con la contingencia dictando la dirección de los activos locales.
¿Pueden recuperar terreno después de la sacudida de esta semana? La respuesta, como siempre, es “depende”.
Desde Washington Capital, López enfatiza en que la incertidumbre política ha significado la salida de 7.000 millones de dólares del mercado peruano y que “el daño económico está hecho”. “Recuperar la confianza de la inversión privada va a tomar un tiempo, y sobre todo una evaluación de cómo haga Pedro Castillo su primer año de gobierno”, anticipa.
En esa misma línea, esto da espacio para creer que, despejando el factor político, los mercados peruanos podrían tener espacio para el auge tras el ajuste que siguió a las elecciones. Esto en un entorno en que América Latina ha estado atrayendo flujos de capital extranjero y que el rally de los commodities ha llevado a consolidarse sobre los 4 dólares por libra.
“La economía se está recuperando, incluso en países que no aplicaron políticas contracíclicas”, señala Alvarado, de Grupo Financiero BASE, así que “hay una mejor percepción de economías latinoamericanas”. El factor de flujos a la región y altos precios de materias primas favorecerían a América Latina en general, incluyendo Perú.
Impacto regulatorio y el sector minero
Ahora, con la incertidumbre ya instalada, los analistas están tratando de hacer el desgranado del riesgo regulatorio, donde algunos sectores tienen un potencial impacto mayor que otros.
“Típicamente, los sectores que más se ven afectados por un episodio de incertidumbre de este tipo son sectores con alta participación de inversión extranjera y que necesitan montos elevados de inversión”, explica Alvarado, señalando como ejemplos a los sectores cíclicos, como el manufacturero y el de bienes raíces.
Por su parte, López, de Washington Capital, apunta que el rubro más sensible es el minero, dado que las declaraciones de Castillo relacionadas con la minería –con un discurso de nacionalización de bienes estratégicos– han provocado una pausa en la inversión privada en el sector.