En el informe del tercer trimestre de este año, el Indicador de Clima Económico de América Latina, elaborado por el Instituto IFO de la Universidad de Múnich junto con la Fundación Gertulio Vargas, mostró una ligera mejora durante el periodo actual, aunque se mantuvo en el terreno negativo, al pasar de los 74 puntos registrados en abril de este año a los 79 puntos registrados en julio, el alta fue determinada por la mejora del índice de expectativas (IE), cuyo índice subió 12 puntos al pasar de 88 a 100 puntos, mientras que el índice de la situación actual (ISA) caía de 60 a 58 puntos.
De forma general, las expectativas en Latinoamérica están influenciando positivamente al clima económico mundial, un movimiento posiblemente asociado a los impactos positivos de los gobiernos y la desaceleración en la caída de los precios de las commodities. Pero esto no fue suficiente para contrarrestar el efecto negativo del Brexit, por lo que el clima económico mundial bajo en 4,5 puntos situándose en 86 puntos, en nivel más bajo en tres años y 10 puntos por debajo de su media en el largo plazo.
La notable mejora del Indicador de Clima Económico de Brasil, que creció desde los 55 puntos registrados en abril a los 82 puntos en julio, fue impulsada por la mejora en el índice de expectativas, que saltó de 90 a 144 puntos, mientras que el índice de la situación actual permaneció en el umbral mínimo de 20 puntos, que viene siendo observado desde julio de 2015. “Brasil ha tenido una mejora muy fuerte en sus expectativas, asociado claramente a la situación política. Hay una percepción de que el impeachement saldrá adelante en el Senado y también hay expectativas sobre las reformas”, comenta Lia Valls Pereira, economista de la Fundación Gertulio Vargas. “En Brasil estábamos en el peor nivel de expectativas posible, por eso los anuncios generan una mejora importante. Hay una idea de que llegó a su fin el período de incertidumbre”, añade.
Perú lidera la región con un Indicador de Clima Económico de 134 puntos, aumentando en 30 puntos con respecto al índice de abril, cuando el país todavía se encontraba en campaña electoral para elegir nuevo presidente. El avance de Perú se explica por la buena perspectiva que generó el ascenso del presidente Pedro Pablo Kuczynski. “La expectativa y las proyecciones indican que la economía peruana crecerá más rápido este año porque la inflación está controlada y el nuevo presidente cuenta con el apoyo de la población”, afirma Valls Pereira.
La segunda mejor puntuación fue obtenida por Paraguay con 127 puntos, mientras que Colombia, Argentina y Bolivia empataban con 100 puntos, situándose en el nivel neutral. Uruguay, con 78 puntos, México con 74, Chile con 66 y Ecuador con 60 puntos, se quedaron en el terreno de la zona de clasificación desfavorable del ciclo económico. La peor puntuación de la región la obtuvo Venezuela, con 28 puntos.