Lo mejor de 2021 es que no podrá ser peor que 2020: así lo creen los expertos de Bankinter, a pesar de que los acontecimientos de las primeras semanas del año inviten a pensar lo contrario.
Según explican en sus perspectivas para 2021, todo lo importante ha ido saliendo bien: vacunas, elecciones americanas, bancos centrales, el segundo paquete fiscal americano, el Brexit… “Ya no hay dudas sobre la sólida recuperación del mercado, de manera que los pesimistas han perdido definitivamente su apuesta. El optimismo razonable que defendemos desde abril 2020 ha dado y seguirá dando buenos resultados. También en 2021, año en que, afortunadamente, será más difícil equivocarse que en 2020”, valoran.
“Conceptualmente 2020 fue el “año del mercado” por la fortísima caída desde el 20 de marzo y el 20 de abril y su consistente y rápida recuperación posterior, mientras que 2021 será “el año de la economía” porque será cuando tenga lugar la recuperación del ciclo económico global. Eso no significa que vayamos a tener un mal año de mercados, sino que será cuando se materialice esa recuperación que las bolsas ya han anticipado”, explican.
La recuperación de España
Tras el fuerte castigo de 2020, Aurelio García del Barrio, director del MBA con especialización en Finanzas del IEB, explica que la recuperación para 2021 en España se cifra en un 5%, donde la recuperación en “V” se torna casi en forma de “L” con una leve inclinación en la base de la letra. En este sentido, el IEB prevé que el déficit público alcance el 9% en 2021, llevando a la deuda pública a superar el 120% del PIB. “El esfuerzo fiscal ha sido incompleto y está mal diseñado”, valora.
Por su parte, Deutsche Bank se muestran más positivo y considera que España crecerá en 2021 un 6,5%, por encima de lo que se espera para el conjunto de la eurozona cuyo crecimiento económico se situará en el +5,5%. El lanzamiento de las vacunas ofrece la esperanza de dejar atrás la pandemia del coronavirus durante 2021, pero no deberíamos esperar un simple regreso a la vida «pre-COVID». Los múltiples impactos de la pandemia no se revertirán por completo, según las Perspectivas anuales para 2021 de Deutsche Bank.
Desde Ibercaja destacan lo “inusualmente corta” que ha sido la recesión y admiten que las perspectivas para 2021 son optimistas, siempre que la evolución de la pandemia permita que los cierres de las economías no sean tan severos como los de la primavera pasada y que se mantengan las medidas de política monetaria y fiscal para apoyar a la economía.
Admiten que el principal objetivo es resistir al invierno ya que, con los rebrotes y las consecuentes restricciones a la movilidad, esperan poco progreso adicional en cuanto a la primera mitad de 2021, provocando que la recuperación permanezca incompleta, al menos hasta que la vacuna haya sido ampliamente distribuida.
Asimismo, recuerdan que las heridas en el mercado laboral son todavía profundas, los beneficios de las empresas han caído, lo que debería pesar en la inversión, y la deuda de los gobiernos ha alcanzado niveles no vistos en muchos casos en toda la historia.
Por su parte, Miguel Ángel Temprano, CEO de Orfeo Capital, cree que “no debemos esperar en el mejor de los escenarios una recuperación, entendiendo como tal recuperar los índices de diciembre del 2019, hasta mediados de 2022, y en un escenario más realista, hasta mediados del 2023”. Según explica, esta crisis es asimétrica, con claros ganadores y perdedores.
“Dentro de este último grupo están desgraciadamente todos los relacionados con la movilidad, que son los dos principales sectores en los que está basada nuestra economía, el turismo y la fabricación de vehículos a motor”. Para el experto, la única variable positiva es que los turistas vienen de países que van a estar menos afectados que nosotros y por lo tanto se van a recuperar antes.
El ahorro en 2021
“Nos encontramos en un escenario donde la medicina de la economía se convierte en el veneno del ahorrador”, expresa Miguel Ángel Temprano. “La medicina es la inyección ingente de dinero gratis que llevamos recibiendo durante la última década. Esa medicina es el veneno para el ahorrador, que se encuentra que todos los activos están sobrecomprados”, añade.
Según prevé, el inmobiliario, sobre todo en las zonas premium, va a ser otro sector resentido. Hoteles, oficinas, grandes construcciones céntricas van a devaluarse, cuando fueron adquiridas ya con rentabilidades esperadas bajas. “Por private equity se han llegado a pagar primas nunca vistas y son esas las empresas que más van a sufrir”, señala.
“Y para finalizar el llanto de la renta fija. Un activo comprado para dar una estabilidad derivada de su cupón ha quedado devaluado. Ahora con cupón cero, solo queda que el tipo de referencia baje más. ¿Pero hasta dónde? Y ¿Por cuánto tiempo? Esto es especulación. Así que solo le queda al ahorrador la renta variable, donde vemos valoraciones que no veríamos ni en nuestros mejores sueños”, concluye.
Escasas oportunidades en renta fija, al contrario que en la renta variable
En 2021 la asignación de activos de Deutsche Bank incluye como temas clave la seguridad cibernética, el 5G, la atención médica, los sectores alineados con la generación millennial y la gestión de recursos. Desde el punto de vista de la inversión, Diego Jiménez-Albarracín, responsable de Renta Variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank en España, sostiene que “debemos dar una respuesta no solo táctica, sino también estratégica por lo que tiene sentido invertir en temas clave que desempeñarán un papel cada vez más importante en el desarrollo global a largo plazo”.
En lo que respecta a los activos de renta fija, desde Ibercaja señalan que nos situamos de nuevo en un valle en el que las oportunidades son escasas. “Los tipos no se espera que suban hasta 2023 en Estados Unidos, y en Europa, el BCE va a seguir manteniendo las rentabilidades bajas con sus compras. Aun así, seguro que se producen repuntes que intentaremos aprovechar”, completan.
En renta variable, señalan que las valoraciones absolutas son exigentes pero la previsión es que los beneficios se recuperen el año que viene un 25% a nivel mundial. “Si a esto le añadimos que sigue siendo el activo con una valoración relativa más atractiva, tenemos que seguir apostando por que la renta variable sea un componente fundamental dentro de nuestras carteras”, admiten.
Para elegir la composición de sus inversiones, apostarán por las tendencias de crecimiento estructurales (digitalización, automatización, transición energética, consumo global y envejecimiento poblacional) aunque siempre dejando un hueco para posiciones más cíclicas, sobre todo en esta primera mitad de año, en sectores como autos y materias primas. Siguen cautos en petroleras y en financieras, además de por su visión macro y micro, por la presión de flujos hacia fondos con criterios ASG (infraponderados estructuralmente en estos sectores) que van a beneficiar más a otras acciones.