En el último Macro Estudio realizado por Hans Bevers, responsable de análisis macro de Degroof Petercam, la firma analiza la situación económica en los diferentes mercados mundiales, las divisas, y las perspectivas del PIB y IPC por mercados.
Bevers recuerda que los temores a una recesión mundial se han calmado en los últimos dos meses y sin embargo, el indicador compuesto global de confianza de la firma todavía indica que la actividad económica mundial sigue siendo débil y los riesgos de caída siguen latentes. Además, los tipos de interés se aproximan a cero en el mundo occidental y lo mismo sucede con el rendimiento real de los bonos a largo plazo.
“Si miramos más allá de los objetivos a corto plazo, creemos que es muy probable que entremos en un período prolongado de crecimiento relativamente moderado con vientos desfavorables desde el punto de vista demográfico y menos margen para la acumulación de deuda en el futuro. No obstante, los encargados de formular las políticas monetarias y presupuestarias todavía no han gastado toda su munición y pueden seguir luchando para superar esta situación sumamente complicada. Una nota positiva es la creciente concienciación acerca de la necesidad de establecer políticas presupuestarias más expansivas. Al mismo tiempo, se han hecho declaraciones imprecisas que parecen indicar que su aplicación podría tardar un tiempo”, explica el experto de Degroof Petercam.
Entretanto, a pesar de los mínimos históricos que registran los tipos de interés y el enorme incremento del tamaño de sus balances, la mayoría de bancos centrales siguen buscando desesperadamente generar mayor inflación.
A pesar del nivel general extremadamente bajo de los precios de los productos básicos a escala mundial, el responsable de análisis macro de Degroof Petercam cree que los efectos de base provocarán el ascenso de la inflación general a finales de 2016. “La presión sobre la inflación subyacente parece destinada a permanecer más bien modesta de momento, con lo cual la política monetaria mundial se mantendrá relajada. A medio/largo plazo, las perspectivas para la inflación siguen rodeadas de una gran incertidumbre”.
Este es el repaso por zonas geográficas de Bevers:
Estados Unidos
Para los expertos de e cara a futuro, los indicios reflejan un panorama mixto, en el que la evolución de los costes laborales unitarios sugiere que la inflación básica debería seguir repuntando (aceleración del crecimiento salarial en combinación con un crecimiento de la productividad lento) mientras que los estudios de precios dibujan un panorama mucho más modesto.
En resumen, la Fed, no tiene prisa por subir los tipos de interés. El crecimiento moderado en combinación con la inflación por debajo del objetivo impulsa a la Reserva Federal a seguir adoptando, de momento, un enfoque muy cauto. La reciente estabilización de los precios de los productos básicos, unido a la depreciación del dólar y la disminución de las inquietudes sobre China, podrían abrir una oportunidad para subir los tipos de interés esta tarde, pero existe poco margen. Sin embargo, la Reserva Federal es probable que proceda de forma gradual y solo si el impulso subyacente de crecimiento sigue siendo suficientemente fuerte.
Zona euro
La economía de la zona euro creció con fuerza a principios de año según los datos provisionales del PIB del 1T (2,2 % trimestral, 1,6% interanual). Con estos datos, la actividad económica apenas supera el máximo alcanzado antes de la crisis, una trayectoria decepcionante de momento. En cuanto al nivel del PIB per cápita, la situación es obviamente peor. Se ha escrito mucho acerca de la amenaza de un panorama como el japonés en la zona euro, pero muchos observadores ignoran el hecho de que Japón en realidad ha hecho un trabajo razonablemente bueno considerando los datos demográficos. Los políticos europeos estarían encantados de conseguir los mismos resultados.
De cara a futuro, la actividad económica debería resistir con la ayuda de unos precios energéticos bajos, el actual entorno de reducidos niveles de rentabilidad y la debilidad del euro. Ahora bien, no es ni mucho menos un panorama brillante. Además, los indicadores de confianza no apuntan hacia una nueva aceleración del crecimiento.
Japón
La actividad económica en Japón se mantiene débil. El crecimiento de los salarios sigue siendo moderado a pesar de las reformas del mercado laboral. La inflación, entre tanto, todavía se sitúa por debajo del objetivo del 2% del Banco de Japón (BoJ). Es más, el yen ha sufrido una revalorización importante en los últimos meses, que se ha notado en las cotizaciones bursátiles. Todo ello implica que el BoJ sigue manteniéndose firme en contra de una mayor relajación monetaria
Los mercados emergentes
A pesar de las primeras señales de estabilización, la actividad económica en los mercados emergentes sigue siendo moderada. Los tipos de cambio más flexibles, los niveles más bajos de deuda externa en general y las grandes cantidades de reservas internacionales, deberían actuar como protección contra una crisis financiera global para la mayoría de mercados emergentes.
La depreciación de la divisa que han sufrido muchos mercados emergentes desde 2013, debería traducirse a la larga en una mejora de la competitividad en combinación con otras reformas de mejora de la productividad. De todos modos, tal como hemos mencionado anteriormente, las actuales condiciones financieras y económicas, junto con los problemas estructurales de base, no permitirán la rápida recuperación de los mercados emergentes. Los riesgos de revisión a la baja prevalecen debido al complicado proceso de reequilibrio en China.