Durante agosto, el oro brilló puntualmente tras superar la barrera de los 2.000 dólares la onza. Después experimentó una corrección acumulada del 5% desde que marcara ese máximo hace tres semanas. Pese a ello, los analistas consideran que este metal precioso sigue teniendo un importante atractivo. En opinión de WisdomTree, el oro sigue siendo la única materia prima, que ha obtenido beneficios durante el primer semestre de 2020.
“La crisis por la COVID-19 ha destrozado el libro de jugadas para 2020”, explica la gestora en su último informe donde lanza sus perspectivas para este metal precioso de cara a 2021. Según indica, los activos cíclicos han sufrido grandes pérdidas, a diferencia de los activos defensivos como el oro y los bonos del Tesoro de EE.UU., los cuales han prosperado. No obstante en los últimos meses, los activos cíclicos han protagonizado un repunte como si en estos mercados se esperara una recuperación económica en forma de V.
“Desafortunadamente, los datos económicos clave no respaldan una recuperación rápida. Aunque el índice S&P 500 de renta variable puede estar cerca de marcar un nuevo récord, se contrajo tras haber besado a principios de junio el nivel al cual comenzó el año. Por su parte el mega tecnológico Nasdaq Composite, ha marcado nuevos récords, mientras que a selectivos con menor carga del sector tecnológico como el MSCI ACWI, no les ha ido tan bien pese a que se podría decir que marcan una recuperación en V. Y por último, los metales industriales y el crudo están protagonizando una recuperación vigorosa a pesar de estar un poco rezagados en comparación a la renta variable”, apuntan.
Con esta visión, la gestora lanza una pregunta que considera clave: ¿Podría el rally de los activos de riesgo deshacer los beneficios acumulados por el oro? ¿O continuará el oro con su tendencia favorable? En su opinión, juzgando por el posicionamiento en los mercados de futuros sobre oro, “el sentimiento ha cedido desde sus máximos históricos”.
A nivel macro, la gestora considera que la economía global generará una recuperación en forma de U. “Nuestra visión es que el hecho que la economía no pueda realizar una recuperación en forma de V mientras varias clases de activo están rebotando fuertemente, indica que las burbujas de precio en éstas están remergiendo. A pesar de que en esta crisis, las autoridades fiscales y monetarias han tratado de dirigir más estímulo a main street que a Wall Street, hemos visto una rentabilidad desproporcionada en los activos de riesgo. El oro se podría beneficiar de los efectos colaterales de una burbuja.Creemos que la economía global generará una recuperación en forma de U”, explican.
Además, ve claro que el aumento del endeudamiento y las presiones inflacionarias, solo pueden presentar una amenaza real a más de un año a futuro o inclusive, más allá del horizonte de estimación a un año contemplado en estas perspectivas. “No obstante, dado que los inversores anticiparán estos problemas potenciales, creemos que la demanda de oro seguirá siendo elevada a medida que vayan buscando coberturas para los crecientes problemas de deuda”, matizan en su último informe.
De cara la demanda de oro, también habrá que tener en cuenta que estamos en Estados Unidos están en año electoral. Según recuerdan desde WisdomTree, cuando Trump ganó, los mercados descontaron políticas de crecimiento favorables para las empresas y el posicionamiento sobre oro cayó, al igual que su precio. Hoy, las encuestas parecen indicar que Biden está aventajando a Trump por un margen muy amplio.
Posibles escenarios
Teniendo en cuenta este contexto,la gestora plantea tres escenarios para el precio del oro. El primero un escenario de consenso en el que, basada en las estimaciones del consenso de mercado para todos los resultados macroeconómicos y asumiendo que el sentimiento de los inversores hacia el oro, se mantiene sobre los niveles actuales sin variar.
En un escenario de recuperación en forma de U, que es el escenario base que se plantean en WisdomTree, esperan que el posicionamiento en los futuros sobre oro vuelva a aumentar. “La desconexión existente entre la renta variable y la economía, podría llevar a los inversores a recurrir a los instrumentos de cobertura defensivos. Los inversores podrían inclusive acentuar sus posiciones defensivas de cara a un crecimiento de los niveles de endeudamiento, el año de elecciones presidenciales y el rebrote de los casos de COVID-19”, señalan en su informe.
Por último, maneja un escenario bajista en el que la recuperación económica tiene forma de V, pero con una inflación muy reducida. Según apunta, en tal caso, ante la ausencia de grandes amenazas a la economía y que de hecho ésta logre equipararse al rendimiento de los activos cíclicos, el posicionamiento sobre oro de los inversores podría reducirse”.