Una renovación de la depreciación del dólar y un posible nuevo nuevo estímulo fiscal podrían conducir a una apreciación de las commodities, las monedas y las bolsas emergentes en 2019. En este escenario, el desempeño económico de Chile depende de cómo evolucione el país asiático, según un informe de Leonardo Suárez, director de estudios de LarrainVial.
“La economía norteamericana crecería de 1,5 a 2,0% en 2019 (menos que la proyección del FMI de 2,54%) y 1% en 2020 (FMI espera 1,8%), lo que sería consistente con una moderación del alza de tasas por parte de la Fed. Por lo tanto, estarán dadas las condiciones para que se reinicie una renovada depreciación global del dólar”, señala la nota publicada en el blog de la gestora chilena.
A ello se agrega que China saldría al rescate de los mercados emergentes con un nuevo estímulo fiscal superior al 4% del PIB. El dinamismo de los mercados y de los países emergentes dependerá de la magnitud del estímulo fiscal chino. El estímulo fiscal chino podría ejecutarse a fin de año, o bien, en dos pasos. Una «dosis» a fin de año y otra después del Año Nuevo Chino (segunda quincena de febrero).
“En nuestro escenario base, después del impulso monetario y del estímulo fiscal en China, las commodities, las monedas y las bolsas emergentes se apreciarían durante 2019. En el escenario de estímulo fiscal en China, las bolsas y las monedas emergentes están baratas. Un escenario alternativo de alto riesgo es que China no haga estímulo fiscal en 2019. Y en el escenario alternativo de una economía norteamericana entrando en recesión en 2019-2020, tendríamos un renovado flight to quality: el dólar seguiría apreciándose y el estímulo de China a su demanda interna tan solo sostendría a los mercados emergentes, no los impulsaría”, escribe el director de estudios de LarrainVial.
Para el analista, “en cualquier escenario, la bolsa y el crecimiento de la economía norteamericana seguirían deslizándose por un tobogán. En el escenario alternativo de recesión global y sin estímulo fiscal en China (no es nuestro escenario), flight to quality y exponerse a bonos IG y Money Market en dólares. Los mercados (commodities, bonos corporativos y bolsas) y las monedas emergentes seguirían bajo presión en el corto plazo, ante las señales de desaceleración -de la economía global y de China- mayores a las esperadas, lo que persistiría hasta el primer trimestre de 2019. Por lo tanto, las monedas emergentes seguirían con volatilidad en el corto plazo. Las bolsas emergentes están muy baratas, pero reptarían en el piso en las próximas semanas”.
“Si China no sale al rescate de su demanda interna, el «bear market» de los commodities, las monedas y las bolsas emergentes persistiría. En este escenario, el flight to quality persistiría, las monedas, las bolsas y los bonos corporativos emergentes seguirían cayendo. No es nuestro escenario base”, añade el informe.
Si la economía norteamericana y la europea se desaceleran significativamente (nuestro escenario base), pero no entran en recesión en 2019-20 (un «big if»), los commodities metalúrgicos, las monedas y las bolsas emergentes irían de menos a más durante 2019, de tal forma que habría un espacio relevante para tener una significativa alza el próximo año.
Peso y crecimiento económico de menos a más en 2019 en Chile
Según LarrainVial, el Banco Central (BCCh) y el ministerio de Hacienda de Chile proyectan un crecimiento de 3,8% en 2019, expansión que sería liderada por la inversión fija, que se expandiría en 6% en el próximo año, según el BCCh. Si se concreta la proyección de crecimiento del instituto emisor de 3,75% para 2019, ello sería consistente con seis alzas de la TPM en el futuro, hasta llegar a la tasa neutral de 4,0-4,5% durante 2020.Chile crecería 2,5% o menos en el primer semestre de 2019, pero iría de menos a más el próximo año. Se expandiría a lo más 3,3% en 2019, tasa inferior al consenso, que espera un crecimiento del 3,5%. La depreciación cambiaria es contractiva y la apreciación cambiaria es expansiva para la demanda interna.
Sin embargo, de acuerdo al Presidente del Banco Central, Mario Marcel, «la cautela será necesaria para ponderar eventuales cambios de escenario macroeconómico que pudieran justificar un cambio de trayectoria» de la TPM. Por lo tanto, el BCCh se reserva explícitamente el derecho a reaccionar a un cambio de escenario, que sea diferente al proyectado.
“Según esto, en línea con este análisis y la propensión al cambio por parte del BCCh, la desaceleración económica frenaría la disposición del BCCh a seguir subiendo la TPM, después de aumentarla a 3,0% a fines de enero. El BCCh entraría en modo wait and see después de subir su TPM en enero. En nuestro escenario base de estímulo fiscal en China, la economía chilena recuperaría dinamismo desde el cuarto trimestre y solo desde el primer trimestre de 2020 el BCCh volvería a subir su tasa de interés. Por su parte, el peso chileno (CLP) tendría una alta volatilidad en el corto plazo y fluctuaría entre CLP 670 y CLP 710 entre diciembre y enero, para caer a CLP 600 durante el segundo semestre de 2019”, concluye el análisis de LarrainVial.