Este jueves se reúne una vez más el Banco Central Europeo. Esta será su penúltima reunión antes de que acabe el año –la última está prevista para el 13 de diciembre– y el mercado no espera grandes cambios ni movimientos por parte de la institución.
El motivo es sencillo: los últimos datos macroeconómicos publicados en la eurozona siguen proyectando un crecimiento económico cercano al 0,4% trimestral, ligeramente por encima del potencial, y la inflación se encuentra cerca del objetivo del 2%. Unas cifras que justifican que no se produzcan cambios en la política monetaria y que podrían aplazar hasta el tercer trimestre del próximo año la subida de tipos en la eurozona.
“Desde que el BCE se reunió por última vez el 13 de septiembre, Alemania ha reducido sus perspectivas de crecimiento, el Fondo Monetario Internacional redujo las perspectivas de crecimiento para la zona euro y el nuevo gobierno italiano ha presentado un presupuesto que desafía las normas presupuestarias de la Unión Europea. Mientras tanto, la inflación subyacente permanece obstinadamente baja en 0,9%, aunque el BCE también podría comenzar a prestar un poco más de atención a la lectura general que ha estado constantemente por encima del 2% debido a los precios más altos de la energía en los últimos meses”, resume Bart Hordijk, analista de Monex Europe, para visibilizar cómo ha cambiado el entorno.
Frente a este escenario, “esperamos ver un fuerte énfasis en los riesgos a la baja en la reunión del BCE de esta semana. El banco central destacó recientemente que las presiones inflacionarias subyacentes están aumentando, apoyando su intención de terminar con el QE a fines de este año, y comenzar lentamente su ciclo de ajuste de tasas a fines del próximo año. La debilidad del mercado de valores no refuerza sustancialmente las condiciones financieras internas, por lo que es poco probable que la reciente volatilidad en el mercado de renta variable global pueda hacer que el BCE cambie de rumbo”, señala Aneeka Gupta, analista de WisdomTree. En su opinión, las expectativas de alzas de tasas en diciembre de 2020 han aumentado, pero siguen siendo bajas para el próximo año, en línea con las últimas proyecciones del BCE.
En este sentido, Maud Minuit, responsable de renta fija de La Française AM, apunta que la única novedad que podemos escuchar mañana será respecto a esas proyecciones. “Creemos que Draghi podría modificar marginalmente su discurso al eliminar la referencia sobre que los datos económicos futuros condicionan el final de las compras netas y apuntar a su final definitivo en diciembre. No esperamos ningún detalle en este discurso sobre el programa de reinversión, pero podría haber algún comentario en la ronda de preguntas y respuestas. Mario Draghi indicó en su última conferencia de prensa que un grupo de trabajo estaba trabajando en una nueva política de reinversión”, afirma Minuit.
Para Allianz GI,la debilidad y la estabilidad de la inflación subyacente, que fue del 0,9% en septiembre, son motivo suficiente para que el BCE no cambie la hoja de ruta de su política monetaria. Respecto a la reunión de mañana, Franck Dixmier, director global de renta fija en Allianz Global Investors, señala que “ lo que sí esperamos es que el banco central confirme el cierre de su programa de compra de activos para finales de año. También es probable que el BCE siga sin concretar cuándo elevará las tipos de interés en lo que sería el primer aumento desde 2011.
Ante las altas expectativas del mercado, el banco central debe arbitrar entre la transparencia y la flexibilidad. Es esencial para el BCE mantener un margen de maniobra suficiente en el entorno actual, que se complica tanto por los ciclos económicos divergentes como por los múltiples riesgos para el crecimiento mundial y la estabilidad financiera”.
Pero el fin de QE y las proyecciones económicas no serán los únicos temas sobre la mesa mañana. Según destaca Juan Ramón Casanovas, responsable de la gestión de carteras privadas de Bank Degroof Petercam Spain, “otro de los focos de atención de la rueda de prensa será Italia. Los desafíos del gobierno italiano a la Comisión Europea en materia de incumplimiento del déficit público, pueden seguir manteniendo la prima de riesgo de Italia en niveles extremos, obligando al BCE a expresar su posicionamiento”.