Los mercados financieros siguen estando altamente correlacionados con el precio del petróleo en alrededor de un 76%. El petróleo sigue cotizando extremadamente volátil y es esta volatilidad en lugar del precio real en sí mismo lo que está causando que los mercados coticen así.
Andrew Lake, responsable de deuda high yield global de Mirabaud Asset Management, estima que, aunque los fundamentales durante el inicio de 2016 han sido mixtos en el mundo desarrollado, ciertamente no son tan malos como los mercados parecen empeñados en hacer creer. Según Marty Fridson, el mercado de deuda high yield está descontando actualmente una probabilidad del 44% de que haya una recesión en Estados Unidos dentro de los próximos 12 meses. “La cuestión es que no podemos ver en qué momento se va a producir”, dice.
Las claves en el mercado en el último par de semanas han sido la creciente amenaza que representa la política monetaria de tipos de interés negativos de los bancos centrales, la devaluación del yuan, un colapso financiero global como resultado de la implosión del sector de la energía y la consiguiente recesión mundial.
¿Tipos de interés negativos?
“Creemos que el mercado registra en realidad más peligro por una compensación excesiva de algunos de estos riesgos, tales como los tipos de interés negativos. De hecho, dados los mejores datos de inflación en Estados Unidos, de consumo y la perspectiva de una mejora en el mercado laboral existe el riesgo real de que el mercado no esté preparado para una subido de tipos. Que los tipos de interés en Estados Unidos pasen a terreno negativo es muy poco probable en la actualidad», y para Mirabaud Asset Management es evidente que hay otras herramientas que tanto el BCE como la Fed pueden poner en marcha antes que seguir por ese camino.
¿Derrumbe financiero?
Según Bloomberg, los bancos estadounidenses tienen una exposición a la deuda de las compañías energéticas que asciende a 123.000 millones de dólares. Esto incluye todos los préstamos pendientes y los compromisos de pago. Los tres primeros bancos con mayor exposición son Bank of America, Citigroup y Wells Fargo. Aunque es una cifra enorme, Lake recuerda que sólo representa una fracción de las carteras de préstamos de estas entidades. Incluso en el peor de los casos, esto no es un problema sistémico. Los bancos europeos, por otro lado, han estado bajo una creciente presión precisamente porque no han sido tan transparentes. “Seguimos creyendo que el sector ha estado sobrevendido en general”, dice el gestor de Mirabaud.
Entre otros factores que podrían incidir en el mercado en los próximos meses, la gestora estima que la devaluación del yuan debería ser un problema menor en el futuro. Además nombra las probabilidades de que el BCE anuncie medidas de estímulo adicionales el 10 de marzo, y Lake recuerda que hay que ser conscientes del efecto que podría tener en unos mercados frágiles un anuncio decepcionante. “También hemos visto las primeras señales de que en el futuro podría haber una congelación de la producción de petróleo. Teniendo en cuenta que Arabia Saudí por lo general aumenta la producción al entrar en el verano, este sería un acontecimiento positivo. En cualquier caso continuaremos viendo recortes en la producción de esquisto de Estados Unidos para que podamos ver señales de equilibrio del mercado hacia el final del año”, explica Lake.
En la columna de factores negativos, Mirabaud cree que habrá una mayor volatilidad relacionada con factores geopolíticos en torno a los problemas actuales en Oriente Medio y lo relacionado con el Brexit. La gestora también señala el vacío político en España y la incertidumbre política en Portugal como factores de riesgo. “Los mercados emergentes podrían recibir impulso de un dólar más débil dada la escasa probabilidad de que los tipos aumenten cuatro veces este año, pero la continua debilidad en las materias primas compensará algo de eso”, explica Lake.
Desde finales de 2015, los temas predominantes en el mercado siguen siendo la subida de tipos y una vez más se trata de un mercado en el que la selección en el universo del crédito sigue siendo clave.
“Nuestros fondos están en condiciones de aprovechar una mejora gradual del contexto económico de Estados Unidos durante el próximo trimestre. Aunque este posicionamiento ha sido doloroso, dado el riesgo experimentado en lo que va de año, seguimos creyendo que a largo plazo este es el enfoque correcto. Finalmente, reiteramos que los mercados financieros están operando sobre la confianza y la irracionalidad y que estamos encontrando cada vez más áreas de valor dado nuestro punto de vista constructivo fundamental”, explica el experto de Mirabaud AM.
“Somos conscientes de que tenemos que ver una cierta estabilidad en el precio del petróleo antes de que los mercados recuperen la compostura, pero también creemos que la llegada de mejores datos en los mercados fuera de Estados Unidos mitigarán de alguna manera algunos los temores de una recesión en la primera economía del mundo este año. El BCE seguirá siendo de apoyo a Europa y hay que recordar que los nuevos datos conocidos no han sido tan malos como se temía. Empezamos 2016 con amplias posiciones en cash, pero hemos empezado a añadir a nuestras carteras créditos de buena calidad con sólidos fundamentales y todavía creemos que la deuda púbica es una clase de activo extremadamente costosa y volátil ahora mismo más que una herramienta temporal sin riesgo”, concluye Lake.