París será la nueva sede de la Autoridad Bancaria Europea (EBA según sus siglas en inglés) cuando abandone Londres una vez que se consuma el Brexit, según decidió a finales de noviembre el Consejo de Asuntos Generales de la UE y anunció a través de Twitter.
La capital francesa, al igual que había pasado momentos antes con Amsterdam a la hora de elegir sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, acrónimo en inglés), resultó elegida por sorteo, pues en la tercera y última ronda de votaciones había quedado empatada a 13 puntos con Dublín, según informa la agencia española Efe. En la segunda ronda, Fráncfort, la principal favorita, había quedado fuera de la carrera al obtener sólo 4 puntos frente a los 13 logrados por Dublín y los 10 de París.
Los países podían otorgar en la primera ronda 3, 2 o 1 punto a su candidata favorita, pero sólo un punto en la segunda y tercera ronda. Hasta ahora Fráncfort (Alemania), sede del Banco Central Europeo, era en las apuestas la predilecta para albergar la EBA.
La EBA, que cuenta con 159 empleados, se encarga de garantizar un nivel efectivo y coherente de regulación y supervisión en todo el sector bancario europeo. Sus objetivos generales son mantener la estabilidad financiera en la UE y velar por la integridad, la eficiencia y el correcto funcionamiento del sector bancario.
Francia contaba ya con cuatro agencias de la UE, dos de ellas en la capital: Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales (en Angers), la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea (Valenciennes), la Autoridad Europea de Valores y Mercados (París) y el Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea (París). A continuación, la Comisión Europea deberá preparar sin tardanza las propuestas legislativas para los traslados, que necesitarán el visto bueno final de los países y la Eurocámara.