Ni la inflación, ni la política de los bancos centrales, ni el populismo o la temida reaparición de una recesión; para Jeremy Lawson, economista jefe de Aberdeen Standard Investments, y Stephanie Kelly, experta en política económica de Aberdeen Standard Investments, el principal riesgo al que se enfrenta el mercado, a largo plazo, es que los países no implementen reformas estructurales.
“La gran diferencia entre la crisis que hemos superado hace una década con otras crisis económicas de la historia es que ésta última ha dejado una recuperación económica muy larga, con un crecimiento que continuará durante los próximos seis meses, y una mayor regulación”, explica Lawson quien, a corto plazo, descarta cualquier recesión o traspiés de la economía global.
Los expertos de Aberdeen Standard Investments se muestran muy positivo respecto al entorno y a la fortaleza del crecimiento. Según sus previsiones, el crecimiento económico global continuará en 2017 y 2018, e igualmente esperan que se prolongue a 2019. En opinión de Lawson, en este crecimiento tendrán mucho que decir los mercados emergentes ya que “han resuelto los problemas que les llevaron a su particular crisis, además han aprendido de aquello”.
Ahora bien, no pierden de vista que estamos en ambiente muy multipolar. “La economía no depende ya solo de Estados Unidos, sino que ahora hay que tener muy presente el papel que juegan otros polos, como los mercados emergentes, Europa y, en particular, China; lo cual también es un nueva consecuencia de la crisis”, apunta Lawson.
En este nuevo contexto, lo lógico –o al menos lo tradicional en otros ciclos económicos– es que haya un detonante que haga que el ciclo frene. Sin embargo, “no vemos signos de una recesión, por lo que seguimos tomando riesgo y seguiremos tomándolo”, destaca Lawson, quien sí reconoce que hay nuevos elementos importantes en este ciclo como los nuevos modelos de negocio y una inflación que, muy poco a poco, “irá entrando en escena”.
Los riesgos del entorno
La única salvedad que encuentra Lawson en este medio plazo del mercado es el papel que van a desarrollar los bancos centrales y, su análisis, se une al consenso global: “La política económica expansiva y los estímulos han distorsionado el mercado, así que lo complicado ahora es retirarlos y volver a la normalidad. Si lo hacen muy rápido, los activos sufrirán mucho estrés y por otro lado, la inflación no crece al ritmo que los bancos centrales se han marcado como objetivo”.
La política monetaria no es la única que preocupa. Stephanie Kelly, experta en política economía de Aberdeen Standard Investments y compañera de Lawson en la gestora, recuerda que para entender el riesgo político actual, hay que analizar qué está detrás de eventos como el Brexit o la elección de Donald Trump. “Lo que observamos es que, pese al crecimiento económico global, los gobiernos no son capaces de satisfacer las demandas de sus ciudadanos y esa disconformidad se traduce en populismo”, explica Kelly.
En su opinión, los gobiernos intentarán evitar estos populismos realizando reformas, pero el riesgo es que “no sean reformas estructurarles que realmente vayan a favorecer el ciclo económico de los países”, advierte. “Hay factores estructurales como los sistemas de pensiones, la fiscalidad, cómo se estructura la recaudación de impuestos, la educación y formación de la ciudadanía, el empleo, el incentivo del consumo o la inflación, que aparecerá a largo plazo, que son estructurales y que deben ser abordados”, destaca Kelly.
En su opinión, el ejemplo más claro de este nuevo riesgo se verá en las próximas elecciones italianas –que son las que más preocupan al mercado– y en la capacidad de los gobiernos recientemente elegidos –Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania– de formar gobierno y gobernar.
Asset allocation
Frente a todo este entorno, Aberdeen Standard Investments sigue apostando por tomar riesgo –siempre medido y controlado por su proceso de inversión, siguiendo una estrategia y gestión activa de sus carteras. En particular apuesta por la renta variable, desde la óptica de la inversión de impacto, algunos mercados emergentes –como China, Rusia o Brasil– y por mantenerse infraponderado en los mercados de bonos.
La gestora también se muestra optimista por activos alternativos, como los de real estate, y por acercarse más al private equity. “Ante el entorno actual estamos reaccionando con una estrategia que busca la diversificación y romper la correlación que hay entre los activos de la cartera; lo que convierte a las soluciones multi asset en una buena opción para los inversores. Consideramos que las valoraciones están altas, pero tanto en renta variable como en renta fija, por eso somos muy selectivos a la hora de construir las carteras”, destaca Andrew McCaffery, jefe global de cliente y soluciones multi manager.