Los principales responsables de Panza Capital presentaron su primera carta trimestral a los inversores, una operativa que quieren convertir en costumbre, ya que desde la firma tienen la intención de dar sus puntos de vista de manera trimestral, a pesar de que la nueva legislación permite a las gestoras informar a los clientes de manera semestral. Informar “es una forma de comprometerse a largo plazo”, sentenció Gustavo Trillo, consejero delegado.
La firma ha cerrado el primer trimestre del año con unos activos bajo gestión de 125 millones de euros y 1.300 inversores, un buen arranque, según Trillo, que espera que sea la primera etapa “de un largo camino”.
Los fondos gestionados por Panza Capital presentaron buenos números: la rentabilidad de Panza Inversiones ascendió al 8,8%, mientras que Panza Valor mostró una revalorización del 8,9% y Panza Premium, del 9,8%. Unas rentabilidades “potentes, pero afectadas por la crisis de confianza del mes de marzo en los mercados”, según explica el director de Inversiones y presidente de Panza Capital, Beltrán de la Lastra.
De la Lastra observa dos riesgos latentes en los mercados, que, por ahora, captan escasa atención: la alta deuda soberana y las dudas que generan las valoraciones de ciertos negocios en los que está presente el private equity, teniendo en cuenta las subidas de los tipos de interés. A estos riesgos se suman otros más evidentes aunque sin resolver, como la crisis energética en Europa, la crisis bancaria, la geopolítica y el riesgo de una hipotética recesión económica.
En este escenario, insiste en que la mejor estrategia es fijarse en buenas compañías que coticen a buen precio. Ya la apuesta clara se concentra en dos sectores, consumo e industria, mientras que las reticencias apuntan a banca, energía y materias primas. Los temores respecto al sector bancario hacen referencia a que es imposible saber si la crisis de confianza que ha vivido el sector en el primer trimestre está ya superada. En este contexto se produce una leve reducción de la exposición a Bankinter, aunque De la Lastra reconoce que es una buena compañía, matiza que hay riesgos externos que no se pueden controlar, así como en la estadounidense JP Morgan.
Estrategia
Como inversiones concretas, De la Lastra reconoce su inclinación por la restauración, sobre todo en el mercado británico, con Wetherspoon a la cabeza. También “pone un pie” en los fabricantes de ladrillos británicos, con Ibstock como máximo exponente. “Genera caja, tiene poca deuda” y una buena valoración, a pesar de que el sector de la construcción sufrirá por las subidas de los tipos de interés.
Amazon es la única apuesta de De la Lastra en tecnología, fundamentada por la estabilidad de sus dos negocios, el almacenamiento en la nube y la distribución.
En cuanto a sus apuestas en España, Cie Automotive destaca, al beneficiarse de la normalización de las anomalías surgidas con la pandemia de COVID 19. Vidrala, al igual que Bankinter, experimentó una reducción de su peso en cartera, después de la fuerte revalorización acumulada.