Los últimos meses han estado marcados por acontecimientos importantes. Pioneer Investments cree que se han puesto de relieve las limitaciones de la supremacía de la política monetaria a la hora de impulsar la economía, así como los desequilibrios derivados de políticas forzadas y tipos de interés negativos. Se ha demostrado que el escenario de bajo crecimiento/baja inflación, y sus consecuencias en términos de aumento de la desigualdad y erosión de la clase media, no son socialmente sostenibles, lo que ha desencadenado una búsqueda de alternativas.
El Brexit y la elección de Trump surgen como una posible respuesta a todo esto, y el entorno económico se está redefiniendo también en Europa, dice la gestora. Trumponomics será, dice en sus perspectivas para 2017,un factor importante que habrá que vigilar en 2017, y no solo por el equilibrio geopolítico.
“Si las promesas de Trump relativas al gasto en infraestructuras, expansión fiscal y reformas de los impuestos llegan a materializarse, el estímulo reflacionista de EE.UU. probablemente impulsará el crecimiento del PIB, la inflación y el incremento de los beneficios. Al menos en EE.UU., la era de la represión financiera parece estar disipándose, y los rendimientos nominales han comenzado a reconectar con una mejora del contexto macroeconómico”, explican los expertos de la firma.
Este nuevo escenario dinámico, cree, sienta las bases para que comience una fase heterogénea en la que los países más dependientes de la política fiscal lo harán mejor. “Prevemos que la inflación suba moderadamente, sobre todo en los mercados desarrollados. Mientras que EE.UU. presenta ya una trayectoria de crecimiento sólido, con un robusto mercado de trabajo y un repunte de la inflación, Europa debe lidiar con un crecimiento débil, aunque resistente, y una inflación muy baja, por lo que tiene la urgente necesidad de seguir una política fiscal benigna y poner en marcha iniciativas que impulsen el crecimiento”, explican.
Suponiendo que las amenazas proteccionistas de EE.UU. sean limitadas y el ciclo de las materias primas resulte benigno, los mercados emergentes se beneficiarán de un repunte del crecimiento, sobre todo aquellos con mayor capacidad fiscal y monetaria, y de un mayor compromiso con las reformas estructurales. A este respecto, Asia sigue siendo nuestra región predilecta.
¿Cómo se traduce el entorno reflacionista en decisiones de inversión?
“Nos gusta explotar las oportunidades de crecimiento, y actualmente lo hacemos mediante la renta variable japonesa y estadounidense. En renta fija, creemos que los bonos ligados a la inflación en EE.UU. y la zona euro siguen descontando un patrón de inflación demasiado baja. Se prevé que el crédito de los mercados desarrollados ofrezca rentabilidades superiores a las de la deuda soberana. Teniendo en cuenta los riesgos percibidos, creemos que ampliar las fuentes de diversificación e incorporar estrategias eficientes de cobertura seguirán siendo cruciales para tratar de proteger los activos de los inversores”, concluyen.