Tras la caída que experimentó el oro en 2018, algunos inversores han dudado sobre su papel como activo refugio. En opinión de Nitesh Shah, director de análisis de WisdomTree, el oro sigue cumpliendo esta función y, de cara a la situación de mercado actual, es una opción muy válida para todos inversores sean o no conservadores.
La gestora considera que el precio del oro cayó el pasado año en parte por la apreciación dólar. “Hemos construido un modelo que demuestra que los cambios en el precio del oro, en dólares, está dirigido por los cambios en la negociación de dólares, la inflación, los cambios en el yield de los treasuries estadounidenses a diez años y por el sentimiento de los inversores”, explica Shah.
Según este modelo y su escenario base, el oro se mantendrá en torno a los 1369 dólares la onza. En este sentido, Shah es optimista y considera que “el oro subirá a lo largo de este año en parte porque la Fed ya ha comunicado su voluntad de ser más dovish, por lo tanto podemos esperar una depreciación del dólar y una caída de los yields en los bonos”.
En este sentido insiste en que el oro puede ser un buen refugio y fuente de rendimiento, teniendo en cuenta no solo la nueva orientación de la Fed, sino también los eventos geopolíticos que pueden acabar generando volatilidad en el mercado, como el Brexit o las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, y que harían subir el precio del oro. En este sentido, y según su experiencia, el oro ha sido uno de los activos favoritos de los bancos centrales y de los mercados emergentes de cara a buscar protección y diversificación.
Por estos atributos, Shah considera que es un buen momento para aportar a las carteras algo de exposición al oro físico: “El oro sigue siendo un buen activo defensivo para una cartera de commodities por el valor de cobertura que tiene frente a la inflación y los posibles eventos de mercado, y también frente a caídas en el mercado de renta variable”. En su opinión, lo ideal sería incluir un 20% pero reconoce que es “básicamente imposible”, pero considera bastante lógico una exposición de un 5% para un entorno como el actual.
El otro activo que Shah considera una buena oportunidad es el petróleo, pese a ser tradicionalmente un mercado bastante volátil. Según explica, “desde las caídas que sufrió el barril de petróleo a finales de 2016, su precio ha ido recuperándose y situándose cercano a los niveles de hace tres años”. Sus expectativas es que el precio aumente: “Estamos en un contexto de cortes en la producción por parte de algunos productores, como la OPEP, que haría mantener el precio del barril en un buen punto de entrada”.
Shah considera que el mercado de petróleo es uno de los que más ha cambiado en los últimos años, básicamente porque Estados Unidos ha pasado de ser un gran importador de petróleo o uno de los primeros exportadores del mundo, cambiando los roles del mercado mundial. “El precio del petróleo tiene ahora mismo depende no sólo de las tensiones geopolíticas, como ha sido tradicionalmente, si de la eficiencia en los costes de la industria estadounidense, que es capaz de explotar petróleo de esquisto a un nivel de dólar por barril inferior a lo que lo han estado haciendo otros productores”, explica.
Con este contexto de fondo, director de análisis de WisdomTree apunta que las oportunidades están en Estados Unidos, ya que el barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) se está beneficiando de la intención de Arabia Saudí y la OPEP de seguir limitando la producción de crudo.