Si algo caracteriza 2019 es que los riesgos se han vuelto más evidentes para el mercado. Para las gestoras, el Brexit, las tensiones comerciales, la situación política de Venezuela o económica de Argentina, y los tuits de Donald Trump son ejemplos claros de algunos de los riesgos que destacan este año, que vigilan y que el mercado descuenta.
Estos riesgos no son los únicos, hay otros que también preocupan a los gestores y que podrían estar pasando más desapercibidos en el mercado, puesto que son menos ruidosos. El aumento del endeudamiento de los países desarrollados, la inflación, y las decisiones en materia de política monetaria de los bancos centrales y el efecto que tendrá la retirada de sus programas de liquidez son los principales ejemplos.
“Mirando hacia el futuro, creemos que el entorno macroeconómico sigue en duda. En este momento, quizás la pregunta clave sea si esta desaceleración terminará durante el primer trimestre o si continuará la debilidad y, en caso afirmativo, ¿hasta dónde? Si bien es difícil predecir el futuro, estamos monitoreando de cerca cómo evoluciona las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como la evolución de la confianza de los consumidores europeos. Nuestra evaluación es que, si bien existen preocupaciones válidas sobre la desaceleración del crecimiento económico, la ampliación de los spread de crédito ha sido más que suficiente para compensar a los inversores”, apunta Michael McEachern, gestor de carteras de Muzinich y responsable del área de deuda corporativa pública.
Uno de los temas que más preocupan a los inversores es una recesión en Estados Unidos. Según indica en su último análisis Darrell Spence & Jared Franz, economistas de Capital Group: “Una recesión se desencadena cuando la economía se contrae durante dos trimestres consecutivos. Una o dos lecturas negativas del PIB pueden no tener mucho sentido. Pero cuando son varios los indicadores clave que empiezan a parpadear en rojo durante un período de tiempo sostenido, la imagen se vuelve más clara y mucho más significativa. En nuestra opinión, ese momento aún no ha llegado en Estados Unidos”.
Los economistas de Capital Group apuntan que, aunque es cierto que se están produciendo algunos desequilibrios, no parecen lo suficientemente extremos como para que el crecimiento de la economía del país descarrile en el corto plazo. “Pero la razón que hunda finalmente el periodo actual de expansión actual puede ser obvia un día: un aumento de los tipos de interés, un aumento de la inflación o unos niveles de deuda insostenibles pueden ser factores desencadenantes importantes. Los conflictos comerciales mundiales pueden presionar aún más a la economía y producir consecuencias inesperadas”, argumentan.
Estrategias de inversión
Ante la incertidumbre de si habrá o no más volatilidad en 2019, Stéphane Monier, director de inversiones de Lombard Odier, ha llevado a cabo un análisis sobre cuáles son las mejores estrategias para las carteras este año teniendo en cuenta aspectos como el Brexit, las posturas de los bancos centrales y la guerra comercial. En este contexto, hay que tener en cuenta que en los últimos doce meses los mercados se han movido de manera violenta. Aun así,desde diciembre los inversores han disfrutado de un rebote del 18% que sigue en aumento en Estados Unidos. Según Monier, esperamos una sólida expansión económica mundial en 2019, ya que muchos de los riesgos que se materializaron el año pasado han disminuido. El anuncio de la Reserva Federal de que pausaría su ciclo de normalización de los tipos de interés se interpretó en términos generales como una eliminación del riesgo de una recesión en los EE.UU. provocada por un error de política.
Finalmente, las elecciones al Parlamento europeo a finales de mayo no han tenido la capcidad de alterar a los mercados a corto plazo, pero sí preocupa lo que pueda suponer un parlamento más fragcionado y la presencia de los populismo. Pese a esta perspectiva generalmente positiva, esto no excluye que haya más volatilidad en los próximos meses motivo por el cual Monier recomienda reducir gradualmente la exposición a activos de mayor riesgo en las carteras y defenderse ante la volatilidad para lograr un equilibrio entre la elección de una estrategia de cobertura a corto plazo que ofrezca algo de defensa frente a una desaceleración del mercado y sin que cueste demasiado si el mercado alcista continúa.
Desde Unigestion destacan que los activos orientados al crecimiento están en riesgo este año por una desaceleración de la actividad económica mundial, incluso aunque parece poco probable que se produzca una recesión generalizada. Los bancos centrales, liderados por la Reserva Federal, ya han ajustado la política monetaria y la comunicación para responder a este riesgo, así como a otros. Pero en las últimas semanas, los datos macro han confirmado que la desaceleración es real y más dramática de lo que muchos pensaban. No obstante, parece que los mercados no se han enterado, ya que han seguido repuntando a pesar de las malas noticias.