A la hora de pensar cómo debemos posicionar las carteras en el contexto actual, marcado por el ciclo de recorte de tipos de los principales bancos centrales, Oleg Schantorenko, Deputy Head of Institutional Clients Portfolio Manager & ESG Specialist de DJE Kapital, reconoce que dar una respuesta no es sencillo. El experto de esta gestora alemana, con sede en Pullach y fundada en 1974, lo único que tiene claro es que todo dependerá del estado de la economía global el próximo año que, en su opinión, estará fuertemente influenciada por el crecimiento en los Estados Unidos. Sobre su visión para 2025 hemos hablado en esta entrevista:
¿Cómo deberíamos posicionar las carteras en el contexto actual de recortes de tasas de interés?
En un escenario de «aterrizaje suave» o «sin aterrizaje», que es el consenso del mercado en este momento, los inversores pueden asumir un nivel razonable de riesgo crediticio en sus carteras y beneficiarse de diferenciales estables o más estrechos y bajas tasas de impago. En cuanto a la deuda soberana, los instrumentos de larga duración parecen desfavorables debido a su sensibilidad a las sorpresas de crecimiento al alza. En un escenario más negativo de «aterrizaje brusco», que parece menos probable dado el reciente fortalecimiento de los datos macroeconómicos provenientes de EE.UU., los inversores deben priorizar activos de mayor calidad y mayor duración en sus carteras. En tiempos económicos difíciles, los diferenciales tienden a ampliarse, las tasas de impago aumentan y las expectativas de crecimiento disminuyen, beneficiando a los instrumentos de mayor duración en la curva de rendimientos.
En este entorno de recortes de tasas, que se extenderá hasta finales de 2024 y principios de 2025, ¿qué papel jugará la renta variable?
Dado que las valoraciones de las acciones ya son altas y existe una expectativa generalizada de recortes de tasas, es difícil construir un caso aplicable en general para las acciones basándose únicamente en la política monetaria. Si acaso, las acciones de mercados emergentes y las de pequeñas capitalizaciones suelen ser las primeras en beneficiarse del ciclo de recortes de tasas, aunque también son vulnerables si los recortes se retrasan o son menores de lo esperado. Además, algunos sectores se benefician más que otros de una política monetaria acomodaticia. Por lo tanto, el enfoque debe estar en la calidad fundamental de los emisores subyacentes: crecimiento y estabilidad de las ganancias, márgenes de beneficio, calidad del balance y su exposición a tasas más bajas o más altas.
En el caso de la renta fija, ¿seguirá siendo importante la duración de los bonos?
Sí. Los déficits históricamente altos en las principales economías pueden llevar a un reajuste de las tasas en el extremo largo de las curvas de rendimiento y perjudicar a las inversiones de larga duración. Sin embargo, también ofrecen la oportunidad de asegurar tasas más altas para los próximos años: cuando el ciclo de recortes de los bancos centrales finalice, los bonos a 6 meses o 2 años ofrecerán rendimientos mucho menores que los actuales.
Teniendo en cuenta que la previsión es que el riesgo geopolítico continúe, ¿deberían los inversores cubrir sus carteras?
Depende de los riesgos presentes en las carteras. El estrés geopolítico es algo difícil de gestionar, ya que las fuentes e implicaciones de elecciones, conflictos y eventos importantes son diferentes cada vez. En términos generales, monedas refugio como el dólar y el franco suizo pueden usarse como cobertura contra este tipo de eventos. Además, el oro y la exposición al oro tienden a reaccionar positivamente. Para crisis relacionadas con el Medio Oriente, las empresas, países y monedas expuestos al petróleo y gas son la mejor forma de proteger una cartera.
Con todo esto en mente, ¿es ahora más importante centrarse en los fundamentales?
Sí. Tres cuestiones importantes permanecen inciertas en este momento: el trayecto de los recortes de tasas, el impacto del resultado electoral en EE.UU. y el desarrollo futuro del ciclo económico. Todo esto hace que el análisis fundamental de los emisores sea más importante de lo habitual. El aumento de las tasas en 2022 no tuvo el mismo impacto a largo plazo en todos los activos de riesgo: algunos se beneficiaron (bancos), otros tuvieron dificultades (sector inmobiliario), y otros rindieron fuertemente aunque deberían haber tenido problemas debido a razones fundamentales (tecnología). Puede esperarse una discrepancia similar en el ciclo actual de recortes de tasas.Por último, el ciclo económico sigue siendo sólido, pero parece estar acercándose a una etapa tardía. Diferentes sectores y negocios reaccionan de manera distinta a los ajustes en el gasto corporativo y del consumidor.
¿Continuará la tendencia hacia los mercados privados en las carteras en 2025? ¿Cómo impactará la situación actual del mercado en el atractivo de los activos privados?
Las tasas más bajas, y por ende un menor costo de oportunidad, un menor costo de apalancamiento y valoraciones más altas, suelen ser un entorno atractivo para los activos alternativos.