El gobierno argentino extendió el plazo de recepción de ofertas al canje de deuda con ley extranjera hasta el 12 junio. El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, aseguró que el nuevo plazo de amplía simplmente «por una razón técnica» y adelantó que el gobierno ya trabaja en las “enmiendas finales de la oferta” que la Argentina presentará a los acrredores.
Según los analistas, hay una clara mejora de la oferta del gobierno que tenía un valor de 39 dólares por cada 100 que se les debía a los bonistas. Por su parte, los acrredores propusieron un canje que contemplaba 62 dólares. Actualmente y según trascendidos de prensa, Argentina ofrece reconocerle casi 47 dólares por cada 100 que pedían los bonistas.
El nudo de la negociación estaría ahora en el cronograma de pagos y no en la quita, según el último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
“Los comités de bonistas aceptan una quita en el valor presente neto promedio de los bonos de un 45%, mientras que la nueva propuesta argentina implica una quita del 55%. Dicho de otra manera, mientras los acreedores se avienen a recuperar 55 centavos por cada dólar, el gobierno argentino sólo está dispuesto a ofrecer 45 centavos. Se trata de una diferencia de 10 centavos. No parece una discrepancia imposible de saldar”, analiza Víctor Beker, director del CENE.
Sin embargo, advierte que “el gobierno plantea comenzar a pagar en 2022, mientras los bonistas reclaman pagos a partir de 2021. Este sería el nudo de la cuestión”.
Existe preocupación por la disminución de las reservas monetarias del país. Según los analistas de Portfolio Personal Inversores (PPI): “El gobierno y el Banco Central consiguieron controlar momentáneamente las distintas cotizaciones del dólar, aunque las medidas tomadas en las últimas semanas serán “anecdóticas” si no se soluciona el tema deuda en los próximos días»
«La evolución de las negociaciones está ayudando a bajar la presión sobre el tipo de cambio y de cerrar un acuerdo, se habla en el gobierno de liberar el mercado de cambios – nada está garantizado -. El goteo de reservas en las últimas semanas preocupó al gobierno y al BCRA, llevando a tomar este tipo de medidas de corto plazo y que tienen sus efectos colaterales, como el aumento de la brecha entre el dólar oficial y el dólar informal que se ubica en el 82% con el dólar informal en 125 pesos”, añaden desde PPI.
Argentina entró en default el 27 de agosto del año pasado, cuando el ministro de Hacienda anunció el reperfilamiento de los bonos, ya que se entiende por default todo incumplimiento de una obligación. A partir de aquella fecha, el gobierno argentino primero modificó unilateralmente las fechas de vencimiento de distintos bonos, lo cual fue calificado como default técnico, hasta dejar de pagar lisa y llanamente obligaciones a su vencimiento. Transcurrido el plazo del 22 de mayo sin abonar intereses por 503 millones de dólares, correspondientes a tres títulos incluidos en la oferta de canje, se dio otro paso en lo que se denominó default light, por el bajo monto involucrado y porque el gobierno ratificó su intención de llegar a un acuerdo con los acreedores.