La palabra recesión ha vuelto a los titulares. Sin embargo, no hay consenso, y aún hay muchos profesionales que se muestran positivos descartando este fenómeno. Esta es la postura de Michel Sánchez, CEO de Santander AM, David Cano, director general de Afi, y Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4 Banco, que debatieron sobre el asunto en el Foro Medcap, organizado por BME.
A pesar de la nota positiva, aseguran que habrá desaceleración. La clave de todo será la actuación de los bancos centrales y cómo manejarán la inflación sin impactar de manera notable en el crecimiento. La tarea no es simple, ya que las políticas que han llevado a terrenos negativos a los tipos de interés, tachadas por Cano de “aberración”, dejan a los banqueros centrales en una situación delicada. Sánchez advierte de que será imposible normalizar la política sin infringir un daño severo a la economía, por lo que espera que las políticas vuelvan a cambiar antes de que ocurra.
Pero también supone una oportunidad. “El BCE tiene que aprovechar esta situación para normalizar la política monetaria”, sostiene. Cano también insiste en la “ventana de oportunidad” que esto supone para subir tipos.
“Dentro de un año la tasa de inflación seguramente esté en línea con los objetivos de los bancos centrales, por lo que los argumentos para seguir endureciendo la política monetaria no serán tan contundentes como ahora”, explica Cano. Para el experto, esto llevará a la Fed a alcanzar unos tipos en torno al 2,5% y al BCE en torno al 1%, por lo que los tipos reales seguirán en negativo, lo que le hace defender que la política monetaria no será el factor que provoque una recesión.
Más vale tarde que pronto
La rapidez con la que suban los tipos es un factor muy a tener en cuenta, ya que un error podría tener consecuencias muy negativas. En este sentido, Cano considera que “más vale subir los tipos tarde que pronto”, refiriéndose a Europa, ya que los expertos coinciden en que la Fed vive una situación más cómoda.
Mirando más a largo plazo, Sánchez-Quiñones advierte de que las compras del BCE son casi más importantes que los tipos. “Desaparece el principal comprador de deuda: ¿quién le va a sustituir? La situación es muy compleja”, advierte.
Además, ahora en Europa convergen tres factores que dificultarán la reducción del gasto público: mantener el estado de bienestar en una sociedad envejecida, la descarbonización y la inversión en armamento como consecuencia de la inestabilidad geopolítica. “Los gobiernos se enfrentan a un escenario en los próximos diez años de un elevado gasto público y el BCE tendrá que echar una mano”, opina Cano.
Una inflación provocada por los problemas de oferta
Para comprender las actuaciones de los bancos centrales es importante conocer el estado de las principales magnitudes económicas, entre ellas la inflación, uno de los temas que más preocupan y están marcando el devenir de los mercados. La principal cuestión es saber qué tipo de inflación tenemos y qué la ha originado. Los expertos consideran que es una inflación de oferta, debido al COVID, y, aunque en menor medida, también de demanda, gracias a las políticas de los bancos centrales.
Los expertos opinan que pronto se alcanzará el pico, aunque advierten que no volveremos a niveles prepandémicos. “La fuerte subida se debe en mayor medida a factores de oferta, que se irán disipando, pero no se irá al 0%, se quedará en torno al 2/2,5%, que es lo que buscaban los bancos centrales”, explica Cano. “Los factores de demanda explicarán que en el próximo lustro tengamos esa inflación objetivo, mientras que los de oferta explican los niveles extraordinarios actuales”, añade.
Sin embargo, predecir cómo se desarrollarán los problemas relacionados con la oferta es una tarea complicada, aunque sí esperan que comiencen a disiparse. “Prever si se acabarán o no los problemas de suministro es algo que nos gustaría, pero el conflicto de Ucrania y las sanciones lo alargarán”, apunta Sánchez-Quiñones. “Nunca había habido un problema de oferta en una economía tan globalizada”, añade Cano.
El ahorrador tiene que saltar a la inversión
En este contexto tan complicado de inflación, subidas de tipos y aumentos el gasto público, los expertos han insistido en la importancia de que los ahorradores den el salto a convertirse en inversores, además invirtiendo en activos de riesgo. “Hay un billón de euros en depósitos y si quieres mantener el poder adquisitivo tienes que invertir en empresas, el activo ganador. Tener rentabilidad sin riesgo por encima de la inflación pertenece al pasado”, apunta el experto de Renta 4. Para Sánchez, el secreto está en todos los meses plantearse la inversión como el pago de una letra.
Cano localiza dos claves que enseñarle al ahorrador: que esté dispuesto a sufrir la volatilidad y a aportar de forma periódica. “La sistematización pase lo que pase con los mercados financieros”. En este sentido, Sánchez anima a huir del market timing y advierte de que hasta que no se aclare la situación de la inflación y los tipos, estos seguirán influyendo al mercado y no se estabilizará.