En los últimos años, Europa ha tenido muy mala prensa internacionalmente como área de inversión pero sigue siendo una de las regiones más ricas del planeta, es sede de grandes compañías que mejorarán sus beneficios y se encuentra inmersa en un buen momentum de crecimiento y en un contexto positivo en términos de valoración de sus mercados bursátiles. Con estas premisas sobre la mesa, Jeffrey Taylor, responsable de Renta Variable Europea de Invesco, cree que actualmente “hay muchas razones para estar positivos” con la bolsa del Viejo Continente.
“La renta variable europea se encuentra en un área de valoraciones desde las que los inversores han ganado dinero durante los siguientes diez años a lo largo de la historia”, explica el experto en un reciente evento con periodistas en su sede de Henley. A esta oportunidad de ganar dinero en la próxima década, se unen otros factores como la reducción de los riesgos sistémicos y la normalización económica en la eurozona: “El BCE ha hecho muy bien su trabajo, el sistema bancario está en una mejor situación que en el pasado, muchos países han hecho reformas –aunque no todos al mismo ritmo- y espero una revisión al alza del PIB y los beneficios empresariales, pues las expectativas han sido demasiado bajas para Europa”, explica.
En cuanto al crecimiento, considera que no solo se está acelerando en Europa sino que además será mejor al esperado porque las previsiones no han tenido en cuenta los beneficios que supone un petróleo barato, un débil euro y un coste del dinero en mínimos históricos. “Hay estímulos para la economía europea y muchos no están incluidos en las expectativas”, añade. Según los cálculos de la gestora, una caída de los precios del crudo del 40%, supone más de un 1% en el crecimiento del consumo en la eurozona (a través del ahorro que genera); y, al ser uno de los elementos del PIB, conlleva un “crecimiento significativo” en la región (impulsaría cerca de medio punto el PIB en la eurozona).
Con estos estímulos sobre la mesa, las empresas también mejorarán sus beneficios. Aunque en este momento del ciclo, los beneficios son mayores en las empresas estadounidenses, el gestor considera que ese gap con Europa tenderá a cerrarse este año y en los próximos. “Tenemos una crisis más con la que lidiar pero estamos empezando a ver una recuperación de los beneficios. No importa tanto el nivel de beneficios como el ratio de crecimiento”, añade. En su opinión, y con el apoyo del débil euro y los menores costes de financiación, podría darse un crecimiento de doble dígito en el curso de este año, algo que no está en las expectativas del mercado. “No será difícil ver beneficios de dos dígitos aunque el PIB real del continente sea menor del 2%”, explica.
El gestor también tira por tierra la posible japonización europea al hablar de deflación: “La inflación subyacente es negativa pero hay una diferencia con Japón: allí se postpone el gasto pero en Europa una reciente encuesta sobre gasto de los consumidores muestra que está subiendo: los consumidores responden a la caída de la inflación con gasto porque cuentan con mayor renta disponible”, comenta. Más aún, en algunos países como España los consumidores también se verán beneficiados por el recorte fiscal.
Más positivo en la periferia
El gestor es pragmático a la hora de invertir y no adopta sesgos de valor o crecimiento: “Tanto el value como el growth puede estar caro o barato, así que no me importa el estilo”. Por regiones, las perspectivas no son tan positivas para Alemania como para la periferia: “Alemania ha ido por delante en la recuperación de beneficios y eso deja al resto con mayor potencial. Además, los descuentos bursátiles son mayores fuera de Alemania”. Así, el total de Europa cotiza con un descuento en el PER frente a su media de largo plazo del 15%, que asciende al 32% en la eurozona, al 34% en España, al 44% en Portugal o al 56% en Italia, frente al 2% en Alemania. Al otro lado, la bolsa estadounidense cotiza con un PER un 16% mayor que su media histórica. “Desde una perspectiva de valoración, hay muchas oportunidades en Europa, y desde un punto de vista regional sobreponderamos la periferia”, con España, Portugal e Italia a la cabeza, y con infraponderación en mercados como Suiza, Suecia o Alemania.
En España, las apuestas se centran en algunos bancos, principalmente los domésticos de buena calidad que se han capitalizado recientemente, como Caixa o Bankinter, que pueden beneficiarse de la caída de los costes de financiación y del posible crecimiento cercano al 3% este año. También apuesta por medios de comunicación, como televisiones que pueden sacar provecho de la mejora de la demanda en España, o petroleras como Repsol. Sobre el ruido político no se muestra preocupado: “Hay numerosos titulares políticos, algunos importarán más que otros, pero en España la situación es diferente a la griega y las posibilidades de que Podemos alcance una mayoría son cercanas a cero. La política será algo más compleja que en los últimos años pero estamos a mucha distancia de asumir que la victoria de Podemos es el resultado más probable y por eso mantenemos la exposición a España y a su economía”, afirma.
Sectores cíclicos
Por sectores, apuestan por los más cíclicos, que actualmente aglutinan un mejor precio y un mayor potencial de recuperación de beneficios en un momento de mejoría en el ciclo económico. “Creo en recuperación y los valores cíclicos coinciden con la parte más barata del mercado, la más expuesta a esta mejora”, explica. De ahí la sobreponderación en petróleo y gas o financieras frente a bienes de consumo o salud.
El impacto del QE
Sobre el QE, considera que ha tardado tiempo en ocurrir pero ha llegado en un buen momento. Con todo, y aunque sí será útil como factor positivo para el crecimiento y para reducir el coste de financiación para Gobiernos y empresas, no será el único y no cree que sea un gran “game changer”. “La razón para ser positivos es que la economía se está recuperando”, insiste.