Las empresas con un foco sostenible facilitan y, al mismo tiempo, se benefician del incremento del capital y la asignación de inversiones hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. A cambio, apoyan y se benefician de la transición hacia un futuro sostenible. De cara a 2020, NN Investment Partners (NN IP) considera que esta tendencia va a acelerarse, por lo que va a ser un año favorable para la inversión en renta variable sostenible.
“Independientemente de los fuertes retornos de inversión de los que estos modelos de negocios han disfrutado gracias a los tipos de interés cada vez más bajos, el reciente llamamiento al apoyo fiscal en varias regiones económicas también podría apoyar a las empresas que apuntan a un crecimiento sostenible”, asegura la gestora en su informe de perspectivas para 2020.
Entre esas medidas de apoyo se encuentran inversiones, gastos y subvenciones fiscales respaldadas por los gobiernos, que acelerarían la transición global hacia las energías renovables, o iniciativas de movilidad, eficiencia y reciclaje.
Con ello en mente, en el área de renta variable sostenible y de impacto, NN IP identifica oportunidades de crecimiento sólidas en esa transición hacia fuentes de energía renovables, incluyendo infraestructuras renovables y servicios públicos “que han dado el salto a nuevas formas de generación energética”. También ve una situación favorable en las empresas dedicadas a la agricultura sostenible y la producción de proteínas, ya que considera que se convertirán en las beneficiarias de los cambiantes hábitos de consumo.
“Además, vemos un potencial de inversión para los proveedores de soluciones en el espacio de atención médica que están ayudando a contener las cada vez mayores presiones de costes dentro de la sanidad”, afirma.
Según la entidad, en términos de valoración, estos modelos de negocio se han vuelto relativamente más caros si nos basamos en numerosos análisis a corto plazo y en comparación con negocios más cíclicos económicamente y, a menudo, menos resistentes. “Sin embargo, no creemos que sean demasiado caros, especialmente cuando se considera las perspectivas de crecimiento a más largo plazo con un enfoque de cash flow descontado”, señala.
Aunque los modelos de negocio de menor calidad y menos sostenibles se han vuelto más baratos en términos relativos, para NN IP, esto se debe a una buena razón: muy bajos retornos económicos, una competencia feroz sin oportunidades de ganar una prima y falta de oportunidades de alto crecimiento sostenible. “Como resultado, en 2020, seguimos prefiriendo activos sostenibles, que creemos que serán los ganadores a largo plazo para obtener retornos financieros y sostenibles”.
En este sentido, la gestora cuenta con dos estrategias clave: el NN (L) Global Sustainable Equity y el NN (L) European Sustainable Equity. Se trata de fondos que invierten en empresas que persiguen una política de desarrollo sostenible y, para ello, combinan el respeto por los derechos sociales (derechos humanos, no discriminación) y el medioambiente con el rendimiento financiero.