Los mercados financieros han logrado sobreponerse ante un aumento de la incertidumbre política este año. Las tensiones comerciales y la saga “Brexit” siguen presentes, pero no han evitado que tanto los mercados de renta variable como de renta fija hayan generado buenos rendimiento, apoyados por una política monetaria global más relajada. En este contexto, NN Investment Partners recomienda en su informe de perspectivas para 2020 mantener cierto riesgo, “dada la creciente posibilidad de que el crecimiento se estabilizará y, finalmente, mejorará”. En concreto, apuesta por el crédito investment grade y la renta variable europea.
Los spreads de renta fija han registrado sólidos retornos en lo que va de año, con la política monetaria actuando como palanca de un crecimiento económico decepcionante. A principios de 2019, los mercados esperaban una recuperación de los datos económicos hacia la segunda mitad del año, pero han tenido que reducir sus expectativas debido a las incertidumbres que han pesado sobre la economía. En este contexto, la gestora cree que el entorno macroeconómico de 2020 se puede ver impactado por las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el cambio de liderazgo en el BCE, un posible Brexit y la continuación de las disputas arancelarias.
“Aunque es probable que estos eventos incrementen la volatilidad en los mercados, los mercados de spreads en general permanecen atractivos, ya que el apetito de riesgo se verá apoyado por la liquidez global”. Los riesgos para el crecimiento global podrían verse mitigados por la perspectiva de una relajación fiscal global. Se espera que continúen los flujos hacia los spreads, en un contexto de búsqueda de rentabilidad, dada la masiva cantidad de activos con retornos negativos en el mundo.
La gestora también espera que los criterios ASG sigan siendo un tema relevante y anticipa continuos avances en ese sentido, tal y como reflejó su última encuesta de inversión responsable, que mostró que el 49% de los inversores profesionales planea mejorar su enfoque de ISR para la renta fija.
Crédito IG y high yield
Por clases de activos, los factores técnicos y los fundamentales de crédito siguen siendo atractivos para los mercados de crédito, tanto en investment grade como en high yield. El programa de compras del BCE en crédito investment grade apoya a este activo, por lo que la gestora destaca su estrategia NN (L) Eurocredit. En concreto, en el entorno macroeconómico actual, se inclina por sectores no cíclicos, donde las tendencias de apalancamiento son estables o mejoran.
Mientras, en high yield, mantiene su sesgo hacia los bonos líquidos de las empresas más grandes y espera que las perspectivas globales para el crédito de las firmas de este universo se estabilicen. En bonos verdes, NN IP prevé un apoyo estructural continuado por parte de la demanda de los clientes y el crecimiento del mercado para estos instrumentos de impacto, por lo que recomienda el NN (L) Green Bonds.
En cuanto a los mercados emergentes, “se espera que el crecimiento económico mejore de manera modesta a lo largo del 2020, lo que posiblemente genere un efecto positivo en las condiciones técnicas”, a lo que se une que las valoraciones permanecen atractivas. Por último, la entidad espera que el mercado de bonos convertibles continúe ofreciendo interesantes oportunidades de inversión, ya que espera que la sólida tendencia de emisiones continúe, incrementando así las oportunidades. Para ello, cuenta con su estrategia NN (L) Global Convertible Opportunities.
Renta variable europea
En el lado de la renta variable, NN IP considera que, pese al desafiante contexto que espera en 2020 como resultado de la continuación de los riesgos políticos, hay margen para un punto de inflexión positivo, sobre todo si hay apoyo desde las políticas monetarias y fiscales.
Su reciente “Investor Sentiment” –una encuesta realizada entre inversores profesionales sobre sus visiones para los mercados el próximo año- “muestra señales prometedoras para la renta variable en 2020”. En concreto, la mitad (51%) de los inversores aseguraron que incrementarán su asignación a esta clase de activo el próximo año. Salvo que se produjera un gran aumento del riesgo político, un camino de estímulo fiscal crearía un amplio espacio para que la ya elevada prima de riesgo de la renta variable descendiera. “En este entorno, la renta variable sería la clase de activo preferida”, asegura.
En concreto, la gestora se mantiene sobreponderada en renta variable europea. A su juicio, si entran en juego más políticas fiscales, se producirá un “resurgimiento de los activos cíclicos”. En este último, se inclinan por el consumo y las finanzas cíclicas, ya que considera que esos activos están bien posicionados para rendir por encima de los tradicionales “refugios seguros” en 2020.
Finalmente, la gestora considera que el próximo año también va a ser positivo para la inversión en renta variable sostenible. “Las empresas con un foco de sostenibilidad facilitan y se benefician del incremento de capital y de asignaciones hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. A cambio, facilitan y se benefician de la transición hacia un futuro más sostenible”, apunta. En su opinión, esta tendencia se acelerará en 2020 y más adelante.