El domingo por la noche la Reserva Federal estadounidense anunció una serie de medidas dramáticas, rebajando los tipos a casi cero y lanzando un programa de expansión cuantitativa enorme. Para NN Investment Partners, hay que tener en cuenta que, en las últimas décadas, los mercados se han centrado en la tarea de los bancos centrales de definir la política monetaria. En otras palabras: en su capacidad para hacer la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro más baja y plana. “Dada la posición actual de esta curva, este instrumento parece haberse vuelto, en gran medida, impotente”, asegura.
En un análisis publicado esta semana en su página web, la gestora señala que la incapacidad de la Fed para dirigir la curva de rendimiento es desconcertante para los mercados porque significa que los bancos centrales han perdido el control del ciclo económico. En este sentido, considera que la decisión de la Fed de recortar los tipos de interés oficiales en 100 puntos básicos y su promesa de mantenerlo hasta que la economía vuelva a retomar el camino hacia el pleno empleo y la estabilidad de los precios es, en realidad, menos importante que la segunda parte del paquete.
A pesar de su impotencia monetaria, los bancos centrales pueden seguir actuando como prestamistas de último recurso del sistema financiero y del Gobierno. “Ahí su poder es teóricamente ilimitado; el problema es que, en la práctica, pueden encontrarse con limitaciones políticas, que es lo que ocurrió la semana pasada cuando el BCE se comprometió vagamente a mantener bajos los spreads periféricos”, apunta NN IP. Este problema también está surgiendo ahora para la Fed, ya que su capacidad para estabilizar los mercados de crédito se enfrenta a limitaciones legales.
Estas limitaciones no se aplican al Tesoro y al mercado de valores respaldados por hipotecas, donde, según la gestora, la Fed “se esforzó al máximo” al lanzar un programa de expansión cuantitativa de 700.000 millones de dólares destinado a restablecer la liquidez. Tampoco se aplican a los bancos estadounidenses que necesitan liquidez, que pueden solicitar préstamos a tres meses a un coste reducido en la ventanilla de descuento. “Aun así, creemos que sería más eficaz que la Fed subastara activamente fondos a plazo ilimitado con un vencimiento más largo, como hizo en 2008”, señala.
Por último, no hay limitaciones en la capacidad y la voluntad de la Fed de proporcionar liquidez a los cruciales mercados internacionales de financiación en dólares, donde coopera activamente con otros grandes bancos centrales.
Sin embargo, NN IP hace hincapié en que la entidad no ha reactivado las medidas de emergencia, que utilizó en 2008 para canalizar la liquidez directamente a las instituciones financieras no bancarias y proporcionar un respaldo al mercado de papel comercial. Powell también dijo que no está buscando una nueva autorización del Congreso para, por ejemplo, comprar directamente deuda corporativa, como el BCE y el Banco de Japón. “La conclusión es que el respaldo al mercado de crédito está lejos de ser hermético. Fortalecerlo puede ser crucial para los mercados en los próximos días”, afirma.
Además de implementar las medidas anteriores, Powell lanzó el mismo mensaje que sus colegas de bancos centrales de todo el mundo: La tarea de garantizar una liquidez suficiente para el sector privado no financiero, así como de acelerar la recuperación del shock del coronavirus, recae sobre los hombros de los responsables de la política fiscal.
La gestora destaca que las medidas tomadas por la Fed no impidieron que este lunes continuara la mala racha de los mercados financieros. Las acciones cayeron bruscamente, con la renta variable europea perdiendo un 7-8%, y los márgenes de crédito se ampliaron. “Parece que, además de la relajación monetaria, los inversores quieren saber qué medidas de política fiscal se tomarán para aliviar la presión sobre la rentabilidad, los balances y, eventualmente, los impagos de las empresas”, advierte.