Cada vez son más las empresas que establecen objetivos de reducción de emisiones en consonancia con el Acuerdo de París, impulsadas por las obligaciones normativas y las expectativas de la sociedad. La información periódica sobre sus resultados para alcanzar estos objetivos es de suma importancia para los inversores responsables. Por ello, NN Investment Partners (NN IP) ha desarrollado un modelo que utiliza la inteligencia artificial (IA) para prever la intensidad de las emisiones de carbono y poder así hacer frente al retraso en la notificación de dichas emisiones.
Según los últimos datos del modelo desarrollado por NN IP, es probable que las empresas informen de avances significativos en la reducción de carbono en 2021. El mecanismo, que recoge los datos de más de 4.000 empresas de todo el mundo, mostró una previsión de reducción agregada de la intensidad de carbono del 6,4% para todo el año. Para el conjunto de empresas que han estado informando desde el Acuerdo de París (a partir de 2016), se prevé una mediana incluso mejor, con una disminución del 8,7% durante el mismo período. Es de esperar que la mediana de intensidad de emisiones de carbono caiga al nivel más bajo desde el Acuerdo de París.
Jeremy Kent, gestor principal de carteras de renta variable sostenible de NN IP, considera que la mejora «parece reflejar las medidas adoptadas por muchas empresas para reducir la intensidad de las emisiones con el fin de cumplir las obligaciones regulatorias y las expectativas de la sociedad».
«Además, la reapertura de las economías tras los cierres por pandemia, junto con el aspecto inflacionista, ha provocado un aumento de los ingresos en muchos sectores, mientras que los niveles de emisiones sólo han aumentado ligeramente, lo que ha dado lugar a mejoras en las lecturas de la intensidad de las emisiones –añade-. Actualmente, se espera que los niveles de intensidad en todos los sectores mejoren, pero hay una clara diferenciación entre los líderes y los rezagados».
Cambios en la intensidad de carbono de las empresas desde el Acuerdo de París de 2015
Basado en 1.141 empresas que informan sistemáticamente desde 2015. Fuente: NN Investment Partners.
Diferencias sectoriales
En el sector de la energía, el aumento de los precios del petróleo ha impulsado los ingresos de las empresas, lo que ha dado lugar a lecturas de intensidad mucho más bajas, aunque el nivel real de emisiones no haya cambiado mucho. Sin embargo, los niveles de intensidad más bajos debidos a una cifra de ingresos más alta podrían conducir a un impacto medioambiental perjudicial, ya que los precios más altos de la energía podrían provocar un cambio hacia una producción de energía más intensiva en emisiones.
En el lado opuesto de la ecuación, el sector de los seguros tiene unas emisiones absolutas significativamente menores, pero se encuentra entre los líderes en la mejora de los niveles de intensidad, introduciendo cambios que pueden suponer una reducción estructural de las emisiones. Una parte importante de las emisiones de las compañías de seguros está relacionada con los viajes, que se redujeron drásticamente durante la pandemia y han tardado en volver. Al mismo tiempo, muchas de las empresas de este sector se han comprometido a reducir las emisiones haciendo hincapié en las compensaciones de carbono.
Cambio previsto para 2021 en la intensidad media de carbono del sector (top/bottom 5)
La intensidad de carbono se define como las emisiones por unidad de ingresos. Basado en 1.141 empresas que informan sistemáticamente desde 2015. Fuente: NN Investment Partners.
¿Por qué usar la IA para predecir los datos sobre emisiones?
Los datos sobre las emisiones, fundamentales para que los inversores evalúen los avances de las empresas hacia sus objetivos, llegan en general con retrasos. El reto temporal que plantea esta información tiene dos elementos: la baja frecuencia de las observaciones y la demora en la presentación de informes a los inversores. Las emisiones de carbono suelen notificarse una vez al año, junto con (o después de) la publicación de un informe financiero anual. Además, los proveedores de datos a veces agravan el problema al actualizar sus bases de datos sólo periódicamente. Esto significa que no es raro que la información más reciente disponible para los inversores sea sobre emisiones que tuvieron lugar dos años atrás. Esto es problemático en un entorno en el que la regulación afecta a una empresa en tiempo real y los inversores necesitan procesar la información actual para tomar decisiones informadas.
Al concentrarse en sus acciones reales en lugar de en los objetivos, el modelo NN IP trata de predecir la intensidad de carbono del último año. El equipo de renta variable sostenible de la gestora se asoció con el equipo de Investment Science de la plataforma de Innovación e Inversión Responsable para desarrollar el modelo de IA para predecir la intensidad de las emisiones.
El modelo se centra en la predicción de la intensidad de carbono por unidad de ingresos, ya que las emisiones absolutas pueden variar significativamente en función de factores como las adquisiciones o cesiones y, por tanto, pueden ofrecer una visión distorsionada en términos de comparabilidad. Con los ingresos como denominador en el modelo, los sectores que experimentan un rápido crecimiento de los ingresos pueden mostrar algunas de las mayores mejoras en la intensidad de carbono. El modelo permite a los gestores de la cartera ampliar las participaciones específicas de la cartera e identificar las empresas que se prevé que registren una mejora o un deterioro de la intensidad de carbono.
«Trazar el cambio previsto de la intensidad del carbono en las participaciones de la cartera es un ejercicio revelador, que nos permite clasificar los mejores y peores resultados previstos», señala Sebastiaan Reinders, director de Investment Science de NN IP. La comparación de los cambios previstos en la intensidad de la cartera con los cambios basados en las cifras reales comunicadas es una forma útil de detectar las empresas que parecen estar en vías de un progreso constante en la reducción de la intensidad, o las que divergen, positiva o negativamente, indica.
«Este último dato es especialmente interesante, ya que permite a los gestores de la cartera mantener un debate enriquecedor con la dirección de las empresas sobre los planes en los que se basan los objetivos de reducción de la intensidad del carbono, y sobre cualquier obstáculo o facilitador para alcanzarlos en el plazo previsto», concluye.
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