NN Investment Partners espera que los mercados de renta fija de Asia se beneficien del apoyo de los inversores, ya que el crecimiento económico de la región se estabilizará en 2020 tras la fuerte demostración de 2019. En este análisis, aborda los factores que podrían hacer tambalear el sentimiento del mercado este año, como las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la conclusión del Brexit y las disputas comerciales en curso. A esto se suma ahora el estallido de la crisis del coronavirus, que ha generado preocupaciones significativas entre los invesores en relación a la demanda en China durante el primer trimestre del año.
Aunque estos acontecimientos incrementarán la volatilidad de los mercados financieros, los de crédito permanecen atractivos, ya que es probable que el apetito de riesgo se vea respaldado por la liquidez mundial. NN IP también prevé que la integración del ASG siga prosperando en Asia, ya que los inversores dan cada vez más prioridad a la sostenibilidad en sus carteras.
Sus perspectivas para los bonos asiáticos high yield son favorables, ya que considera que se beneficiarán de un entorno técnico más sólido. Asimismo, prevé nuevos flujos hacia Asia a medida que continúe la búsqueda de rentabilidad en los países emergentes en medio de la enorme cantidad de activos con rendimiento negativo en los mercados desarrollados.
En este momento, los spreads de estos bonos son casi el doble que los del high yield estadounidense con una calificación similar. También tienden a tener una duración más corta que sus contrapartes estadounidenses, lo que resulta en un menor riesgo de tipos de interés. “Esta clase de activo es adecuada para inversores con un mayor apetito de riesgo y aquellos que estén dispuestos a invertir a medio y largo plazo”, señala el director de renta fija asiática de la entidad, Joep Huntjens.
Entre los emisores asiáticos de bonos high yield, NN IP favorece a las empresas inmobiliarias chinas, ya que considera que la oferta y la demanda “parece saludable” en la actualidad, mientras que el precio medio de venta y los volúmenes también favorecen al sector. “Si bien la liquidez en el país sigue siendo escasa, las empresas inmobiliarias tienen un mejor acceso a la financiación y pueden vender parte de sus proyectos si esta se vuelve complicada, lo que reduce el riesgo de defaults”, explica Huntjens.
Para los inversores que buscan una menor volatilidad, los bonos corporativos de alta calidad denominados en dólares de Singapur son otra opción atractiva, ya que ofrecen un rendimiento relativamente bueno frente a los bonos en dólares estadounidenses. Según NN IP, esta clase de activo también se beneficia de una oferta relativamente más baja y una alta demanda de los inversores, manteniendo el apoyo de los indicadores técnicos.
La importancia del ASG
La gestora también prevé que el uso de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) siga cobrando importancia para los inversores mundiales, incluidos los de Asia. Esto se ve respaldado por las conclusiones de la encuesta reciente de NN IP, que mostró que el 49% de los inversores profesionales tienen previsto mejorar su enfoque de inversión responsable para la renta fija. Además, los inversores exigen cada vez más una prima por invertir en empresas que carecen de políticas transparentes en materia de ASG.
NN IP lleva varios años incorporando consideraciones ASG en su proceso de inversión en deuda asiática, ya que tiene la “firme convicción” de que la integración de esos criterios refuerza los rendimientos ajustados al riesgo. Según Huntjens, el ASG no solo mitiga el riesgo, sino que también impulsa los rendimientos tanto de las acciones como del crédito. «La experiencia nos ha demostrado que los inversores no tienen que sacrificar los rendimientos al implementar un análisis ASG exhaustivo», sentencia.
En este contexto, la gestora recomienda su NN (L) Asian Debt Hard Currency, una estrategia gestionada de forma activa que invierte en deuda asiática soberana y corporativa, tanto con investment grade como high yield. Su foco central es la deuda emitida en moneda fuerte y se encuentra bien diversificada a través de todo el continente, excluyendo Japón.
“Ponemos el énfasis en la selección individual de emisores, pero también nos centramos en el posicionamiento en la curva, por países y por sectores, y en la gestión de la divisa”, señala NN IP. Su objetivo es rendir por encima del JP Morgan Asia Credit Composite Index en un periodo de tres años. En 2019, el fondo registró un rendimiento del 14,14%, frente al 11,34% del índice.