Los spreads de crédito de los mercados emergentes se han estrechado considerablemente desde que en marzo y abril pasados alcanzaran una amplitud única en la década. El rápido cambio de tendencia fue impulsado por la caída de los fundamentales, las medidas de apoyo de la Fed y las valoraciones atractivas. Incluso después del gran repunte, NN Investment Partners cree que la moneda fuerte presenta una oportunidad de inversión atractiva con los diferenciales actuales.
En una nota de prensa, la gestora asegura que los países en desarrollo se beneficiarán de los programas de préstamos y de los tipos de interés cercanos a cero en los mercados desarrollados, y considera que las pautas de rendimiento histórico muestran que el período de ajuste puede estar lejos de terminar.
“La crisis del COVID-19 hizo que los diferenciales de crédito de los mercados emergentes fueran los más amplios desde la crisis financiera mundial. Esta ampliación de los spreads representó una oportunidad monumental para los inversores en deuda emergente”, señala. A pesar de las emisiones récord, los diferenciales repuntaron de forma vertiginosa y ya no se encuentran en niveles extremos, pero siguen estando cerca de los niveles de otras crisis, como la de la deuda griega de 2011. En este entorno, NN IP cree que todavía hay valor que extraer de esta clase de activo.
Los datos históricos muestran que los spreads se estrecharán aún más. «Durante la crisis financiera mundial, el crédito soberano emergente registró retornos de casi el 30%», dice Leo Hu, co-gestor del EMD HC de NN IP. «Se pueden observar tendencias similares después de periodos de ventas menos severas, como la crisis de la deuda griega».
Por lo tanto, el riesgo/rendimiento apunta a seguir invirtiendo en los mercados de crédito de los países emergentes, ya que son muy difíciles de cronometrar y la liquidez puede ser voluble. Para NN IP, el crédito emergente también seguirá generando un carry significativo en un mundo en el que los tipos de los mercados desarrollados se mantienen cerca de cero.
Una recuperación con desafíos
Según la gestora, la recuperación económica de los mercados emergentes está lejos de haber terminado: los exportadores de petróleo siguen enfrentándose a los efectos negativos de la reducción de los precios y los volúmenes, mientras que es poco probable que los viajes a destinos turísticos populares aumenten significativamente antes de 2021.
Además, corren el riesgo de posibles riesgos de cola, como rebrotes del virus, ya que muchas personas de las economías más pobres deben exponerse a él para sobrevivir, lo que facilita su propagación. «No obstante, la trayectoria general se está volviendo gradualmente positiva», afirma Hu. «Los países están progresando en el tratamiento, la capacidad de realizar tests, las cadenas de suministro de equipos sanitarios, el distanciamiento social y el uso de mascarillas. Estos pequeños avances están ayudando a consolidar los mercados», añade.
Los países emergentes también se benefician del apoyo del FMI y otros organismos multilaterales, que deberían ayudarlos a superar la crisis. La gestora destaca que el FMI está desplegando un importante arsenal financiero para ayudar a los países a afrontar la emergencia, mientras que el G-20 ha suspendido los pagos de la deuda hasta el final del año para los Estados miembros más pobres de la Asociación Internacional de Fomento. NN IP ha identificado a Angola, Camerún y Mozambique como emisores de eurobonos que se beneficiarán de esta iniciativa.
China, el mayor prestamista bilateral de mercados emergentes, también está mostrando signos alentadores de una mayor transparencia y proporcionando alivio, celebra la gestora. En primer lugar, se sumó a la iniciativa del G-20 para brindar alivio a los países más pobres y, posteriormente, el presidente Xi Jinping se comprometió a cancelar los préstamos gubernamentales sin intereses y a revisar algunas obligaciones comerciales de los países africanos.
Angola representa un primer caso de prueba de esta iniciativa. «Su economía está bajo presión debido al COVID-19 y al colapso del precio del petróleo, y debe aproximadamente el 50% de su deuda externa total a China», explica Hu. «Según informes de la prensa local, China acordó una moratoria de 3 años, lo que ayuda a aliviar la presión de la liquidez y liberar efectivo».
Tal vez el mayor apoyo a los mercados emergentes ha venido de la Fed, que rápidamente llevó los tipos a cero y comenzó un agresivo programa de compras. Esto ayudó a estabilizar los mercados crediticios mundiales y contribuyó a que los mercados primarios de crédito de los EE.UU. se reabrieran y, en consecuencia, los emergentes. Esto dio a la deuda soberana emergente una fuente de financiación muy necesaria.
«Con los tipos estadounidenses a corto plazo a cero, algunos bancos centrales de los mercados emergentes pueden reducir agresivamente sus propios tipos locales para ayudar a reactivar sus economías», dice Hu. En ese sentido, apunta que el hecho de que la Fed haya establecido un modelo de compras de bonos a gran escala ha vuelto más aceptable para los países emergentes utilizar la monetización para financiarse a sí mismos durante la crisis y proteger sus economías.
Con todo, NN IP considera que los principales riesgos de cola para las economías emergentes son el resurgimiento del virus, las tensiones entre EE.UU. y China y el riesgo político estadounidense. Aun así, los sólidos factores técnicos y las atractivas valoraciones mantienen a la gestora positiva sobre la deuda emergente en moneda fuerte a corto plazo. “Además, los patrones históricos de rendimiento demuestran que la deuda emergente en moneda fuerte puede seguir sorprendiendo de forma positiva varios meses después de una crisis”, sentencia.