La estrategia europea de renta variable sostenible de NN Investment Partners, el NN (L) European Sustainable Equity, registró una rentabilidad absoluta del 36% y una rentabilidad relativa del 10% respecto a su índice (MSCI Europe Net) en 2019. En un artículo publicado en su página web, el responsable de inversión sostenible y renta variable de impacto de la gestora, Hendrik-Jan Boer, destaca este “logro que demuestra la calidad del enfoque de la inversión” e identifica cinco factores clave que contribuyeron a este éxito, entre ellos, el fuerte énfasis en el trabajo en equipo.
Lanzado en diciembre de 2013, el fondo invierte en una cartera diversificada de acciones europeas y combina los riesgos y oportunidades vinculados a factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) con un análisis financiero exhaustivo de las empresas. De este modo, se tienen en cuenta factores que a menudo quedan fuera del alcance del análisis financiero tradicional, pero que pueden tener un impacto significativo en el rendimiento a largo plazo.
1. Un esfuerzo de equipo
Incluso antes de 2019, la estrategia tenía un historial sólido de resistencia y de numerosos períodos de rendimiento superior, a pesar de las tensiones mundiales como la crisis financiera, el Brexit y la elección de Trump. “Aunque los mercados se pusieron de nuestro lado el año pasado, ya que las acciones en general registraron un buen rendimiento, para mí, las razones están más cerca de casa”, dice Boer.
En gran medida, atribuye el éxito a los esfuerzos combinados del equipo. “Todos tenemos la misma mentalidad, los mismos criterios y objetivos, y eso nos lleva a un alto nivel de convicción en nuestra cartera”. El éxito de la estrategia se basa en el análisis profundo y colaborativo: antes de invertir en cualquier empresa, todo el equipo discute los factores positivos y los posibles escollos a los que se enfrenta. “El objetivo final es crear una cartera con la que todo el equipo se sienta realmente cómodo”, añade Boer.
2. Una perspectiva a largo plazo
En opinión de NN IP, adoptar una perspectiva a largo plazo en las inversiones de renta variable es la mejor manera de generar retornos superiores a la media. Para contribuir a ello, el equipo utiliza HOLT, un sistema exhaustivo de comparación de empresas que se centra en la contabilidad y las métricas de valoración, para construir su universo de inversión elegible. Según Boer, utilizan un modelo de flujo de fondos descontados que supone “un lente poderoso para mirar a largo plazo”.
El equipo evalúa el rendimiento del flujo de caja de la inversión y el crecimiento de los activos, con lo que determina los cambios en el beneficio económico de las empresas. “En última instancia, preferimos un horizonte a largo plazo, digamos de cinco años. Entonces se pueden evaluar grandes cambios sociales como la transición energética o las nuevas tendencias en el consumo y las comunicaciones, e identificar las principales desviaciones entre nuestras expectativas y la percepción del mercado”, aclara Boer.
3. La materialidad importa
Cuando se trata de la sostenibilidad, NN IP considera que los factores materiales son primordiales. Estos pueden diferir significativamente entre sectores. Por ejemplo, para las empresas del área de la salud, los temas importantes tienen que ver más con la privacidad de los datos de los clientes, la fiabilidad, el acceso a una atención sanitaria asequible, o trabajar por el bien de la sociedad.
Por el contrario, para las empresas que se dedican a la producción de nuevas energías o tecnologías, el medioambiente es una preocupación crucial. Firmas como Microsoft utilizan cantidades masivas de energía, pero, según Boer, al trasladar todo a los servidores en la nube, el almacenamiento puede llegar a ser muy eficiente. “Combinándolo con la ambición de abastecer todas sus necesidades energéticas de forma sostenible en unos pocos años, esto representa un enorme paso hacia una menor huella de carbono”.
4. Más allá de calificaciones ASG
Cuando se evalúa la sostenibilidad, también es crucial mirar más allá de las calificaciones de ASG de proveedores externos. “Proporcionan muy poco alfa porque el resto del mercado también tiene acceso a ellas. Además, suelen estar orientadas hacia el pasado y a menudo no existe un vínculo lógico o material entre estas calificaciones y el modelo de negocio de una empresa”, destaca Boer. En cambio, mirar de cerca a una empresa y comprometerse con la dirección puede conducir a nuevas percepciones de las que el mercado en general no es consciente.
Las puntuaciones ASG también tienen un sesgo de capitalización de mercado, ya que las empresas más grandes tienen más recursos para producir informes anuales. Sin embargo, advierte Boer, a menudo son las más pequeñas las que están haciendo grandes avances en materia de sostenibilidad. “SolarEdge, un productor de optimizadores e inversores solares, es un buen ejemplo. Pero debido a que es una empresa pequeña sin capacidad de crear un extenso informe anual de ASG, recibe una calificación más baja de los proveedores externos”.
5. La calidad es clave
En última instancia, NN IP cree que es la calidad a largo plazo de los retornos y el crecimiento empresarial lo que impulsa el rendimiento. “A lo largo de décadas, los inversores más exitosos son aquellos, como nosotros, que se centran en la calidad a largo plazo”, insiste Boer. Esto incluye la calidad económica de las empresas, pero también la calidad vinculada a las preocupaciones u oportunidades materiales de ASG.
A su juicio, la mayoría de los inversores todavía no prestan atención a esto, sino que quieren algo que funcione bien inmediatamente. Pero la alta calidad conduce a una corriente de ganancias subyacentes más fuerte y, a su vez, a un éxito bursátil a largo plazo. “Si tienes una empresa que puede financiar internamente su alto crecimiento y continúa generando excelentes rendimientos de flujos de caja, obtienes un buen efecto compuesto en las ganancias”.