El nexo entre el crecimiento de los beneficios empresariales, la inflación de precios y salarios y la política del banco central se ha vuelto menos directo y, por lo tanto, más importante para los mercados. Según el último análisis de la gestora NN IP, el crecimiento de la productividad será un factor clave en el resultado de este nexo. «Hasta ahora, la tendencia de los salarios ha estado más o menos en línea con el crecimiento de la productividad, pero en el futuro no tiene por qué seguir siendo así», explica el informe. La firma cree que, sobre todo en EE.UU., existe el riesgo de que los márgenes de beneficio sufran presiones ante el mayor crecimiento de los costes laborales unitarios.
Respecto a la evolución de los mercados, NN IP destaca que Octubre ha sido un mes difícil para los activos de riesgo, sobre todo para los más sensibles al momento del ciclo económico (acciones cíclicas y materias primas). «Los mercados sufrieron un sobresalto ante la perspectiva de desaceleración del crecimiento económico y de beneficios empresariales por los efectos de la guerra comercial en la economía china y por las subidas de tipos de interés» señalan. Entre las clases de activos, la firma explica que sólo los bonos alemanes lograron arañar una mínima rentabilidad positiva.
Desde NN IP confían en que la economía mundial proseguirá en el medio plazo su moderada recuperación y que la convergencia entre regiones económicas irá a más, mientras la Fed progresa por la senda del ajuste gradual y el BCE finaliza su programa de expansión cuantitativa (QE) a final de año. Eso sí, creen que la incertidumbre política se mantendrá alta (Italia, comercio mundial, elecciones legislativas en EE.UU., etcétera) y el apoyo que se necesita podría proceder de los beneficios empresariales.
NN IP retoma un posicionamiento neutral en los activos de riesgo, aunque señala que el bono alemán continúa infraponderado. «Ante la discrepancia entre la coyuntura macroeconómica y de beneficios, por un lado, y la percepción que los inversores tienen de esa misma realidad, por otro, hemos matizado las señales que emite nuestro modelo macroeconómico cuantitativo adoptando un sesgo cualitativamente optimista sobre los activos de riesgo», concluyen.