Siempre y cuando seleccionen bien las emisiones, los inversores en bonos convertibles están en una situación idónea, estima Jasper van Ingen, gestor de cartera senior de bonos convertibles y cogestor del Global Convertible Opportunities en NN IP, fondo que tiene 790 millones de dólares en activos bajo gestión.
Durante los cinco años transcurridos desde su lanzamiento, el fondo ha conseguido un rendimiento del 45% después de comisiones, superando en más de 10% al índice de referencia. NN Investment Partners considera que en la actual coyuntura del mercado esta clase de activos debería ser capaz de generar una rentabilidad anual de entre el 4% y el 5%.
“Seguimos siendo tan optimistas sobre esta clase de activo como lo éramos hace cinco años cuando lanzamos el fondo. Los inversores en bonos convertibles están favorablemente posicionados para sortear la volatilidad del mercado gracias a la convexidad de esta clase de activos. Eso quiere decir que, en una subida del mercado de renta variable, dichos inversores ganan más de lo que pierden en una caída de la misma envergadura”, afirma Van Ingen.
Por esto, el gestor de NN IP sigue siendo optimista sobre los mercados de renta variable, ya que siguen sirviendo de apoyo a los bonos convertibles, pero, considera que los inversores tienen que ser selectivos para lograr una mejor rentabilidad relativa.
El fondo que gestiona invierte selectivamente en alrededor de 40 bonos convertibles, frente a los alrededor de 190 bonos convertibles del índice de referencia. El fondo utiliza un enfoque temático, que actualmente está centrado en las tendencias a largo plazo.
“Invertimos en unas 15-20 temáticas que consideramos que son interesantes a largo plazo y tienen un grado de correlación limitado, que van desde la inversión en infraestructuras a los cambios en la dieta y el consumo. También apostamos por temas como el cloud computing, las energías limpias, el gasto sanitario y el envejecimiento de la población mundial,” explica Jasper van Ingen.
Ciclo económico
A medio plazo, las perspectivas de la firma para los mercados financieros son relativamente favorables, en consonancia con la madurez del ciclo económico. En opinión del gestor, los bonos convertibles siguen siendo una forma segura de invertir en renta variable de cara al futuro, mientras que para los inversores en renta fija los bonos convertibles brindan la oportunidad de reducir algo la duración.
“En Europa, los indicadores prospectivos mejoran cada vez más y, a medio plazo, la expansión cuantitativa va a seguir respaldando la valoración de los activos de riesgo. EE.UU. puede lograr la tasa de crecimiento prevista de entre el 2% y el 2,5% para 2017, aunque las subidas de tipos continuadas y los cambios importantes en la legislación podrían alentar la volatilidad. En cuanto a Japón, las medidas de estímulo económico seguirán favoreciendo la valoración de los activos de riesgo”, resume.
Sin embargo, los gestores mantienen cierta cautela en relación con los bonos convertibles emitidos en mercados emergentes. En palabras de Jasper van Ingen, su estrategia está infraponderando los bonos convertibles emitidos en estos mercados debido al nivel de transparencia de algunas empresas.
“No obstante, mantenemos nuestra exposición a estas regiones de elevado crecimiento, fundamentalmente a través de bonos convertibles emitidos por empresas de mercados desarrollados”, afirma.
Desde su lanzamiento, el fondo ha superado al índice de referencia de bonos convertibles equilibrado más utilizado en más de 10% después de comisiones.
Jasper van Ingen concluyó señalando que “estamos convencidos de que la correlación contre mercados regionales y clases de activos se reducirá cuando los bancos centrales reduzcan el desorbitado flujo de “dinero gratis”. Ello volverá a fijar la atención en la asignación estratégica. Una clase de activos que sirve de nexo de unión entre bonos y renta variable prosperará seguramente en dichas circunstancias, lo que ofrece a los inversores un ‘punto óptimo’ natural”.