La consolidación del crecimiento global en 2018 mostró divergencias a nivel regional, haciendo que Estados Unidos superara a Europa y Japón. Para el próximo año, NN Investment Partners (NN IP) espera que la Eurozona salga de este ligero bache al tiempo que se refuerzan los mercados laborales y repunta el crecimiento salarial. La convergencia en el crecimiento de mercados desarrollados crea oportunidades para los emergentes, especialmente a través del comercio con Europa. Pero la inversión extranjera y los flujos de capital a estos últimos están contenidos por las tarifas de importación y la normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
Los inversores individuales han mostrado su preocupación por el efecto que pueden tener las tarifas de importación y la normalización en la economía global. Según un estudio de NN IP, el crecimiento económico, la política de comercio estadounidense y las dinámicas de inflación son las inquietudes principales de un centenar de inversores institucionales. Solo alrededor de la mitad de los encuestados esperan una desaceleración del crecimiento global en 2019 y un 28% prevén su consolidación.
“En 2019, Estados Unidos enfrentará una moderada ralentización de su crecimiento como resultado de la caída de los estímulos fiscales y el endurecimiento de la Fed. Pero Europa debería emerger de su situación actual si continúan reforzándose los mercados laborales y repuntan los salarios”, asegura Valentijn van Nieuwenhuijzen, director de inversiones en NN IP. La confianza empresarial, la mejora de los márgenes de beneficios y una baja relación inversión-producción debería impulsar el gasto en capital y preparar el terreno para un futuro aumento del crecimiento crediticio.
En Europa, todavía queda algo de margen, hay demanda no liberada hacia los bienes de capital y es de esperar que la política del Banco Central Europeo no se endurezca antes de septiembre de 2019. Como resultado, es previsible que experimente un crecimiento por encima de la media a lo largo de buena parte del próximo año.
Japón también está listo para un crecimiento continuado porque la mezcla de su política monetaria y fiscal apunta deliberadamente a recalentar la economía para aumentar las expectativas de inflación. El desarrollo económico en Europa y Japón comenzará a re-converger con el crecimiento estadounidense el próximo año, probablemente sin que los bancos centrales ni los mercados laborales “arruinen la fiesta”.
Mercados emergentes y comercio estadounidense
Al tiempo que los mercados desarrollados continúan en su senda de consolidación, el ambiente para emergentes se ha vuelto más desafiante. La normalización de la política monetaria en los mercados desarrollados lleva al endurecimiento de las condiciones financieras y, como resultado, una demanda interna más baja en los emergentes.
Entretanto, el proteccionismo en Estados Unidos está afectando a la tendencia de la globalización, que ya era plana antes de las recientes tarifas comerciales implementadas por el país norteamericano. Esto dañará la inversión extranjera directa y el crecimiento de las exportaciones en emergentes.
Asimismo, con China más centrada en el consumo de los hogares que en la inversión fija, es más difícil predecir cuándo surtirán efecto sus estímulos para compensar el impacto negativo de las tarifas estadounidenses.
Para NN IP, las tensiones entre las dos principales economías del mundo se mantendrán como un asunto crónico para los mercados a lo largo de 2019. Las tarifas introducen ineficiencias micro y estas se convertirán en un desempeño macroeconómico insuficiente, lo que será sobre todo visible en la productividad. Antes de llegar a este punto, podrían verse los efectos negativos en el clima de confianza de los mercados financieros y de negocios.
Europa
El año que viene se cumple una década de la crisis de deuda soberana en Grecia. La Eurozona todavía permanece con instituciones fiscales y bancarias a medio terminar, lo que la hace más vulnerable a los ‘shocks’ económicos y políticos. Para NN IP, fortalecer estas instituciones es fundamental pero difícil por las diferentes ideas y preferencias de los Estados miembro.
El Brexit acarrea un gran coste económico potencial derivado de un cambio negativo en las instituciones del Reino Unido que rigen las finanzas y el comercio internacional. Un posible beneficio no será fácil dado el gran número de interdependencias con el continente europeo.
Mientras, en el “drama italiano”, por un lado, demasiada austeridad como la experimentada tras la crisis financiera puede afectar notablemente al crecimiento real, ya que desencadenaría en una mayor cautela por parte del sector privado. Por otro lado, la ausencia de austeridad puede llevar fácilmente a un endurecimiento de las condiciones financieras y la oferta crediticia, una caída de la confianza y, eventualmente, menor crecimiento real. Para NN IP, la única solución para Italia es lograr el equilibrio adecuado entre el gasto fiscal y las reformas económicas para estimular el crecimiento.
El jefe de Multiactivo en NN IP, Ewout van Schaick, hace hincapié en que los márgenes de beneficio de las corporaciones de fuera del sector financiero están reaccionando bien. En su opinión, la búsqueda de rendimiento dejará de ser un tema central en las inversiones de capital cuando la política monetaria lleve a un aumento gradual de las rentabilidades de los bonos. “Los inversores pueden moverse de valores defensivos a empresas cíclicas, pero hay riesgos en este escenario, como la más agresiva política monetaria de los bancos centrales o la guerra comercial”, agrega.
Renta fija a corto plazo
Es probable que la curva de rendimiento estadounidense se mantenga plana con riesgo de descender a lo largo del próximo año y no se espera una reducción sustancial de la brecha con otros países desarrollados. El regreso gradual a una política monetaria normal y la rentabilidad de los bonos pesan en la llegada de inversiones en renta fija de mayor duración. Por ese motivo, NN IP prefiere instrumentos de renta fija que estén más expuestos al riesgo crediticio en vez de a la duración. Por ello, la deuda a corto plazo de mercados emergentes es atractiva porque puede beneficiarse de tarifas más altas y el ajuste de la demanda.