Desde el lanzamiento de su primer fondo de bonos verdes en 2016, NN Investment Partners (NN IP) ha visto cómo el mercado se ha transformado y ha pasado de centrarse en los productos de renta fija convencionales a cumplir con los objetivos de cero neto y abordar el cambio climático.
Esta transformación se ve estimulada por las normativas introducidas recientemente, como el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) y la Taxonomía de la UE. Los bonos verdes se han convertido en un producto de primera línea en el mercado de renta fija, ya que los inversores reconocen su rendimiento financiero.
Con el crecimiento del mercado y el aumento de la demanda de los clientes, NN IP cuenta ahora con 5.000 millones de euros en activos bajo gestión (AuM) en sus estrategias y mandatos de bonos verdes (a 31 de marzo 2022) y espera una aceleración de las inversiones en bonos verdes a la luz de las crecientes ambiciones de los inversores para hacer frente al cambio climático.
«Desde mediados de 2021, el mercado de bonos verdes ha crecido exponencialmente, ya que ha ganado el apoyo de los inversores para asignar en soluciones que pueden crear un impacto ambiental positivo», comenta Douglas Farquhar, gestor de la cartera de clientes de bonos verdes de NN Investment Partners.
«Los fondos de bonos verdes de corta duración y corporativos siguen siendo populares debido a la posibilidad de obtener un alto rendimiento y una repercusión medioambiental positiva. El rápido crecimiento de nuestras estrategias de bonos verdes subraya que los bonos verdes están siendo reconocidos por el papel fundamental que desempeñan en la transición energética, contribuyendo a alcanzar los objetivos de cero emisiones netas y a hacer frente al cambio climático», añade.
En el futuro, desde la gestora esperan un mayor crecimiento del mercado debido al aumento de las emisiones, en base a dos tendencias. En primer lugar, la transición energética dará lugar a una aceleración de las emisiones de bonos, ya que los Estados y las empresas buscarán alternativas a los combustibles fósiles y explorarán otras oportunidades de transporte con bajas emisiones de carbono.
En segundo lugar, algunos segmentos, como el de los inversores en libras esterlinas, van a la zaga, lo que indica que aún hay margen de crecimiento. Las emisiones denominadas en dólares estadounidenses aumentaron en el último trimestre de 2021, lo que permitió a los emisores de Estados Unidos -y a una escala más global- asignar en bonos verdes. Con la entrada de más emisores, se espera que el mercado siga creciendo. Sobre la base de estas dos tendencias, NN IP espera que el crecimiento del mercado de bonos verdes persista, con una previsión de emisiones por valor de 1,1 billones de euros en 2022.
Bram Bos, gestor principal de la cartera de bonos verdes de NN Investment Partners, señala por su parte que con el creciente mercado de bonos verdes y la demanda de los inversores, cuentan con que el impulso continúe. «Nuestro equipo dedicado a los bonos verdes es uno de los más grandes del sector, que lleva a cabo un análisis dedicado a los bonos verdes para salvaguardar nuestro enfoque verde oscuro. Para mantenerse al día con el apetito del mercado y los recursos necesarios para el análisis continuo y la presentación de informes de impacto fiables, me complace compartir que Roel van Broekhuizen se unió a nuestro equipo a partir del 1 de marzo de 2022 como gestor de cartera».
«Roel se unió a NN IP en 2020 y rotó por diferentes equipos de la empresa, incluido el de bonos verdes. Unos meses antes obtuvo su maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Vrije en Ámsterdam. Roel apoyará en la gestión de nuestras carteras de bonos verdes y asistirá en el seguimiento de los nuevos desarrollos del mercado verde, social y de sostenibilidad», indicó Bos.