Los mercados mundiales de renta variable siguen avanzando al amparo de unos datos favorables. Los buenos fundamentales de los activos de riesgo se dejan claramente notar pese a la incertidumbre política. Las sorpresas macroeconómicas se estabilizan en niveles elevados y los beneficios empresariales baten las expectativas. Este es el resumen del inicio de año para los expertos de NN Investment Partners.
“Los beneficios son sólidos en EE.UU., Europa y Japón, y muestran una mejora de los márgenes empresariales. La dinámica de beneficios también es favorable, por lo que no es extraño que mejore la confianza empresarial. La fortaleza del mercado laboral impulsa la confianza de los consumidores. Parece que toma cuerpo un círculo virtuoso, en el que las empresas contratan más trabajadores y aumentan la inversión, mientras que los consumidores incrementan el gasto”, explica la firma en su informe semanal.
A esto, dice, hay que añadir que la política monetaria mundial en general se mantendrá laxa, tal y como parecen señalar los últimos comunicados de los principales bancos centrales, unos favorables “espíritus animales” podrían impulsar al alza a los mercados y reducir las primas de riesgo de la renta variable.
Pero si hay algo que ya tiene claro la gestora es que el mix de políticas estadounidenses impulsadas por Trump tiene cada vez más visos de decepcionar. “Cada día parece más claro que el resultado final no será la ansiada combinación benigna de un elevado gasto fiscal y algo de proteccionismo. En nuestra opinión, el mercado de renta variable estadounidense no refleja adecuadamente esa circunstancia».
«Si bien es cierto que los datos económicos son sólidos, los beneficios satisfactorios y que la desregulación parece estar en camino, al mismo tiempo las primas de riesgo de las acciones estadounidenses han caído a su nivel más bajo desde 2010, con una prima de valoración respecto a otros mercados desarrollados de entre el 15% y el 20%», advierte NN IP, que recuerda además que Estados Unidos es la única región del mundo donde la dinámica de los beneficios empresariales es negativa.
Y es que el impacto favorable del programa de estímulos fiscales no se notará hasta el cuarto trimestre y probablemente hasta 2018. Por eso, el equipo de la gestora estima que la renta variable estadounidense no recompensa adecuadamente el riesgo político y ha posicionado sus carteras acorde con esto. “Estamos ligeramente infraponderados en el mercado estadounidense respecto a la Eurozona, donde mantenemos una posición levemente sobreponderada, y a Japón, donde tenemos una sobreponderación media”, concluye.