No hubo muchos indicios de que el mercado se ampliara en 2024, ya que los Siete Magníficos volvieron a obtener buenos resultados. Aunque se produjo cierta profundización en términos de rentabilidad de una gama más amplia de valores dentro de EE.UU., desde Ninety One constatan que muchas otras zonas geográficas quedaron rezagadas, como por ejemplo el rendimiento de los valores chinos o europeos. “Sin embargo, no creemos que la ampliación de los rendimientos sea algo que los inversores deban perder de vista. Es probable que la nueva administración estadounidense sea más volátil que otras jurisdicciones donde hay más continuidad, lo que es más predecible”, observan Clyde Rossouw, responsable de Quality en la firma, y Neil Finlay, investment director de Quality. Ambos repasan perspectivas para su clase de activo en este 2025 para Funds Society.
¿Cómo creen que influirá la nueva administración Trump en los mercados en 2025?
La idea de una continuación del excepcionalismo estadounidense, que se traduce en un rendimiento superior continuado de las cotizadas de EE.UU., parece ser un tema general que muchos comentaristas del mercado están respaldando. Es una idea que tiene cierto grado de mérito, porque la economía estadounidense está creciendo de forma robusta y sin duda está ejerciendo su dominio en términos de toma de decisiones políticas, que están orientadas a reforzar ese grado de dominio. Creemos que Trump ha aprendido de su primer mandato, por lo que los responsables de la toma de decisiones se están poniendo en marcha para continuar con esa agenda de crecimiento.
Dicho esto, no creemos que vaya a ser una recompensa libre de riesgos de cara a 2025, porque los aranceles no están necesariamente orientados sólo a mejorar la fortuna de EE.UU. y debilitar a todos los demás. Otros países tendrán derecho a réplica, por lo que las tensiones geopolíticas harán que los engranajes del comercio no estén tan bien engrasados como en el pasado. Por lo tanto, los inversores podrían tener en consideración algunas fricciones, y esto ocurrirá cuando los mercados se encuentren en niveles de valoración elevados, con grandes expectativas de que las empresas ofrezcan un nivel de rendimiento que justifique las valoraciones actuales. Por tanto, cualquier sorpresa negativa podría ser castigada.
El S&P 500 ha registrado varios años consecutivos de rendimientos de dos dígitos. ¿Mantendrá EE.UU. este liderazgo del mercado?
Tras un crecimiento económico y de beneficios tan fuerte, inevitablemente los tipos de interés han empezado a reducirse porque los riesgos económicos están aumentando y la inflación está bajando. En última instancia, ambos factores son negativos para el rendimiento de las empresas. La idea de que en 2025 se producirá una aceleración del crecimiento de los ingresos corporativos, con la consiguiente mejora de márgenes y resultados, no concuerda con la evolución de las fuerzas económicas. Por lo tanto, esperaríamos que el crecimiento de los beneficios, en igualdad de condiciones, fuera más lento en 2025. Entonces, la pregunta es: ¿cuánto más querría pagar el mercado por una tasa decreciente de crecimiento de los beneficios con riesgos crecientes en ese frente? Aunque no seríamos excesivamente pesimistas ni bajistas, los inversores deberían tener en cuenta que esperar otra rentabilidad de dos dígitos significa que el mercado bursátil debe seguir revalorizándose desde estos elevados niveles. Si el crecimiento de los beneficios se ralentiza hasta situarse en un solo dígito, como esperamos, el resto tendrá que proceder del aumento de los dividendos o de una revalorización del mercado bursátil, lo que significaría nuevamente que las acciones se encarecerían cada vez más.
¿Cree que el riesgo geopolítico va a ser importante para los mercados a medida que nos adentremos en 2025?
Gran parte de esto depende de lo draconiano que sea el régimen arancelario estadounidense. Sin embargo, los inversores deberían tener presente que, desde que Trump introdujo por primera vez los aranceles durante su primer mandato presidencial, hemos asistido a un endurecimiento cada vez mayor por parte de la administración Biden, tanto en términos de magnitud como de alcance de las industrias cubiertas. Por lo tanto, ya ha habido un claro movimiento en esa dirección, y la nueva administración puede estar envalentonada, ya que no parece haber ninguna prueba tangible de un impacto negativo en la economía estadounidense. Sin embargo, la respuesta de otras naciones es importante para determinar hasta qué punto EE.UU. puede seguir presionando.
En última instancia, los aranceles afectan a industrias de importancia crítica. Por ejemplo, la industria de los semiconductores es una de las que EE.UU. no tiene poder exclusivo de control, ya que no todas estas empresas se encuentran en su territorio. Los líderes están domiciliados en Europa, Taiwán y otras partes del mundo. Por tanto, si EE.UU. quiere recrear un ecosistema de semiconductores imponiendo aranceles, podrían producirse muchos daños colaterales, y EE.UU. podría acabar socavando su propio progreso.
¿Cómo ve los riesgos y las oportunidades de la inversión de calidad en 2025?
Si nos fijamos en las participaciones de nuestra cartera, el crecimiento subyacente que esas empresas produjeron en 2024 superó nuestras expectativas y se sitúa cómodamente en los dos dígitos en términos de crecimiento real del beneficio neto por acción. Sin embargo, las expectativas de crecimiento fueron mayores en otras partes del mercado el año pasado. Así pues, la pregunta es: ¿hasta qué punto esas elevadas expectativas de crecimiento se traducen en realidad? Nos sentimos cómodos con la trayectoria de nuestros negocios, incluso si las tasas de crecimiento se ralentizaran.
Creemos que una cartera con cifras de crecimiento convincentes -y más certidumbre en torno a ese crecimiento- junto con valoraciones atractivas está bien situada para 2025. Así pues, nos anima el entorno de calidad. Los inversores que ejecuten correctamente la compra de empresas que tengan un crecimiento realizable -no la promesa de crecimiento- a valoraciones razonables, con bajos niveles de incertidumbre, deberían beneficiarse de este entorno.
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