Los mercados cada vez están más preocupados con la posibilidad de que se materialice una recesión. Esto se debe a varias razones, siendo la más prominente que la inflación ha sido mucho más persistente de lo anticipado, lo que ha impulsado un ritmo más agresivo de subidas de tipos de lo esperado por parte de los bancos centrales. Frente a este contexto, en la gestora Ninety One siguen creyendo que la mejor defensa contra el riesgo de inflación sigue siendo el poder de fijación de precios, “la característica más valiosa que pueden tener las empresas en este entorno, junto con una valoración de entrada razonable”, explica Clyde Rossouw, gestor del fondo Ninety One Global Strategy Fund – Global Franchise Fund. “Nos complació ver esta evidencia a lo largo del segundo trimestre, ya que varias de las acciones en cartera generaron resultados robustos”, añade.
A pesar de que los inversores cada vez están más preocupados por el efecto acumulativo de las subidas y por los indicios de que el crecimiento cada vez se está ralentizando más, particularmente en EE.UU. y Europa aunque también en China, desde la firma insisten en que, yendo más allá del sentimiento en el corto plazo, no creen que “el entorno actual haya cambiado significativamente los fundamentales de las compañías que tenemos en cartera, que continúan generando flujos de caja a tasas atractivas”. “Nos sentimos cómodos con el hecho de que los atributos de calidad que buscamos (ventajas competitivas duraderas, posición de mercado dominante, balances fuertes, baja sensibilidad al ciclo, baja intensidad de capital, generación sostenible de efectivo y disciplina en la asignación del capital) encajan bien tanto para las condiciones actuales como para los inciertos tiempos que están por venir”, explica el gestor.
De hecho, desde Ninety One reivindican el enfoque de calidad como una manera de proteger la cartera durante fases bajistas del mercado. Citan una investigación reciente de Investment Metrics que muestra que el factor Calidad (‘Quality’) históricamente se ha comportado mejor durante periodos recesivos. En la gestora aportan tres grandes razones por las que creen que su acercamiento a la calidad, a través de su fondo Ninety One Global Strategy Fund – Global Franchise Fund, será capaz de demostrar resiliencia cuando se materialice la próxima recesión:
Valoraciones atractivas
Las correcciones de los mercados de este año han reducido las valoraciones, al tiempo que la calidad de las compañías en las que invierte en Global Franchise se ha incrementado. Esto hace que el nivel de oportunidad, medida por la ratio de tasa interna de retorno (IRR por sus siglas en inglés), sea todavía más grande.
Ingresos más resilientes
Los ingresos de los sectores de alta calidad han demostrado históricamente ser más resistentes, al estar impulsados por la naturaleza más defensiva de los negocios y un mayor poder de fijación de precios.
Fortaleza del balance
En agregado, las compañías del Global Franchise tienen deuda cero, lo que las vuelve más resilientes en tiempos de adversidad económica y tipos al alza. De hecho, con frecuencia esto permite a los que ya son fuertes ganar más fuerza.
Un acercamiento distinto a la calidad
El proceso que siguen en Ninety One para invertir en acciones de calidad se califica como riguroso, consistente y centrado en buscar la mejor combinación de oportunidades ‘quality’. Además, está respaldado por un track record de 15 años. Clyde Rossouw lídera la gestión del fondo Global Franchise desde su incorporación a la firma en agosto de 2011. Él y su equipo buscan un rendimiento superior en el largo plazo al poner el enfoque en el crecimiento estructural y la resiliencia de los negocios que buscan para la cartera. Además de unos rendimientos superiores, gracias a este enfoque han registrado unos niveles inferiores de volatilidad, del 13,38% desde el lanzamiento del fondo frente al 16,59% del índice MSCI ACWI.
“Las compañías que tenemos en cartera han realizado inversiones sustanciales para reforzar sus modelos de negocio, con una exposición significativa a tendencias clave en el largo plazo como la digitalización y uso de datos, envejecimiento de la población y salud, y nutrición y bienestar. La cartera también está muy bien posicionada para competir con la amenaza creciente del cambio climático, con una huella de carbono que es menos del 10% de todo lo emitido por el mercado”, concluye Rossouw.