Las empresas en las que invierte el equipo de renta variable “Quality” de Ninety One, como por ejemplo, las que forman parte de la estrategia Ninety One Global Franchise Fund, presentan tres características fundamentales que deberían ofrecer protección frente a cualquier presión inflacionista prolongada: tienen un importante poder de fijación de precios debido a su fuerte posición competitiva, son negocios de baja intensidad de capital, respaldados por activos intangibles y tienen balances saneados, lo que los aísla del aumento de los costes de financiación. A continuación, Clyde Rossouw, co-responsable de inversión Quality en Ninety One, explica en detalle cada una de estas tres cualidades.
El poder de fijación de precios ayuda a mitigar los riesgos de disrupción
En Ninety One definen las empresas de alta calidad como aquellas que tienen ventajas competitivas duraderas derivadas de activos intangibles como la marca, la propiedad intelectual, el contenido único y las redes. Estas cualidades proporcionan a estas empresas barreras de entrada y, sobre todo, poder de fijación de precios, lo que a su vez les permite ofrecer un crecimiento estructural a largo plazo y resistencia, independientemente de que el entorno sea inflacionista. También componen flujos de caja con niveles de rentabilidad sostenibles.
Algunas empresas poseen un poder de fijación de precios explícito a través de la oferta de productos y servicios críticos, mientras que otras tienen modelos de ingresos basados en comisiones, en los que los porcentajes de aceptación permiten que el aumento de los precios de las transacciones se traslade completamente a los ingresos. Otra forma de poder de fijación de precios proviene de las marcas con una fuerte imagen y del posicionamiento de la categoría premium. Las disrupciones en la cadena de suministro pueden tener un impacto significativo en las empresas de bienes de consumo con cadenas de suministro globales complejas y con ciclos de capital circulante muy ajustados. Sin embargo, las empresas con grandes carteras de marcas dominantes en categorías atractivas con una distribución líder en el mercado están bien situadas para mitigar los riesgos derivados de la disrupción en las cadenas de suministro y la inflación de los costes de los insumos.
Las empresas con menor intensidad de capital tienen los flujos de caja mejor protegidos
La sabiduría convencional que se suele citar en épocas inflacionistas es la de invertir en empresas de gran intensidad de capital, como las de los sectores de la energía y las materias primas, que -como se ha visto en lo que va de año- se benefician de la inflación de las materias primas que producen y venden. Sin embargo, en Ninety One creen que las empresas de menor calidad que hacen un uso intensivo del capital y que tienen unos costes fijos elevados pueden tener dificultades a largo plazo durante los periodos inflacionistas. Esto se debe a que tienen importantes necesidades de reinversión para mantener sus activos físicos, como edificios y maquinaria, y la inflación en los gastos de capital que inevitablemente afectan a sus flujos de caja.
En Ninety One creen que las empresas de alta calidad y con poco capital, con requisitos de gasto de capital mucho más bajos, estarán mejor protegidas en un entorno inflacionista. Estas empresas pueden mantener un crecimiento rentable del flujo de caja libre que, a su vez, puede reinvertirse en el negocio para financiar el crecimiento futuro o distribuirse a los accionistas en forma de dividendos o recompras. A juicio de la gestora, estas empresas no sólo están mejor equipadas para sobrevivir durante los períodos de inflación, sino que pueden prosperar.
Los balances saneados implican menores costes de financiación
Otra de las ventajas de las empresas de calidad con balances normalmente más sólidos es que se verán menos afectadas por el aumento de los costes de financiación a medida que suban los tipos y, de hecho, se beneficiarán directamente del aumento de los tipos cuando tengan efectivo neto en su balance.
Gracias a estos atributos, en Ninety One siguen confiando en que su enfoque estará bien equipado para obtener buenos resultados en un entorno inflacionista y será resistente en caso de que se produzcan períodos de debilidad del mercado. Todo el equipo comparte una filosofía de inversión coherente, que garantiza que todas las ideas de análisis se centran en aquellas empresas con poder de fijación de precios, baja intensidad de capital y balances saneados. En la opinión de Ninety One, estas empresas están bien preparadas para componer la riqueza de los accionistas en términos reales, independientemente del entorno macroeconómico, y seguirán haciéndolo si los precios suben durante un periodo prolongado.