En lo que va de año, los mercados de renta variable han seguido mostrando un fuerte rendimiento y una gran parte de los inversores ha seguido mostrando interés por tomar riesgo. Sin embargo, según explicaron Richard Garland, Managing Director, y Jason Borbora-Sheen, co-gestor junto a John Stopford de la estrategia Global Multi-Asset Income de Ninety One, en una reciente conversación sobre la evolución de la cartera en los últimos 9 meses, se está produciendo un punto de inflexión.
La volatilidad ha repuntado y comienza a percibirse algo de preocupación por la persistencia de la inflación, así como muestras de inestabilidad en China tras los recientes cambios en su regulación y el colapso de una de sus mayores empresas inmobiliarias. En este contexto, la estrategia Global Multi-Asset Income de Ninety One, con cerca de 5.500 millones de dólares en activos bajo gestión, ha recibido unos flujos de entrada de 300 millones de dólares en lo que va de año, pues es una estrategia diseñada para inversores que buscan una estrategia de retorno total con un sesgo defensivo.
Una buena gestión
A largo plazo, la estrategia trata de alcanzar unos rendimientos totales defensivos, situándose en el rango del 4% en rendimientos esperados, pero con la mitad de la volatilidad que el mercado de renta variable. Para conseguir este objetivo, el proceso de inversión se centra tres pilares: la selección individual de títulos, la categorización de estos títulos según su comportamiento y una gestión del riesgo, en especial en tiempos de volatilidad, un elemento que ha estado muy presente en los últimos años.
Así, Jason Borbora-Sheen defendió que el fondo ha conseguido obtener unos rendimientos positivos todos los años, desde su lanzamiento e incluso en periodos de mercados a la baja como en 2018 y 2020. El equipo gestor de Ninety One ha conseguido minimizar las caídas, pero también ha sido capaz de proporcionar exposición a los mercados alcistas a los inversores.
Si se evalúa el comportamiento del fondo en base al rendimiento total, la volatilidad y la máxima caída experimentada por la cartera en comparación con el de otras estrategias multiactivos defensivas con exposición a renta fija y variable, se puede observar que los niveles de rendimientos ofrecidos por el Global Multi-Asset Income son muy atractivos. En especial si se tiene en cuenta que tan sólo ha tenido exposición a un tercio de la volatilidad del mercado de renta variable y que la máxima caída experimentada por la cartera es incluso menor que la realizada por los bonos del Tesoro estadounidenses. Por eso, en el largo plazo, el equipo gestor de Ninety One confía en haber realizado una buena gestión.
Atribución en rendimientos
El rendimiento obtenido por la estrategia Global Multi-Asset Income en lo que va de año se ha rezagado con respecto a lo esperado. En la primera mitad de 2020 se produjo una caída significativa en el mercado, momento en el que el fondo redujo su exposición a los activos de riesgo, y en la segunda mitad hubo una fuerte recuperación, en la que la cartera participó del recorrido alcista del mercado proporcionando ingresos y rendimiento del capital. Sin embargo, 2021 ha sido un año más complicado en términos de gestión, entre los factores que han retraído el rendimiento se encuentran un movimiento anticipado de cautela hacia los activos de más riesgo, además de una preferencia por las acciones con un nivel elevado de reparto de dividendos. Dentro de este segmento de la renta variable, el equipo gestor de Ninety One selecciona aquellas acciones cuyos dividendos se encuentran por encima de la media y cuentan con fuerte respaldo de flujos de caja. En este segmento no ha conseguido el favor del mercado en los últimos meses, por lo que en la actualidad cotizan con algo de descuento, haciendo sus valoraciones más atractivas.
La estrategia está concebida como una alternativa a los mercados de renta fija. Su exposición a los mercados de deuda se gestiona a través de su duración, es decir, la sensibilidad a los tipos de interés. Este año, la renta fija también se ha encontrado vientos en contra, debido a los anuncios de una retirada de los programas de compras y unos tipos de interés crecientes. Esto también ha influido en la obtención de un rendimiento menor al esperado.
La exposición neta en renta variable
La estrategia mantiene una exposición física en renta variable, que no ha variado de forma significativa con el paso del tiempo, y una exposición sintética a través de derivados. La exposición neta en renta variable es la diferencia entre la exposición física y la suma de las coberturas implementadas sobre la cartera. El equipo gestor del Global Multi-Asset Income trata de no deshacer posiciones físicas cuando hay un entorno de aversión al riesgo en los mercados, porque creen firmemente que el criterio aplicado para la selección de títulos se desarrollará con el tiempo en forma de unos rendimientos atractivos. Sin embargo, opera de forma significativa sobre su exposición neta, implementando un hedge o cobertura cada vez que creen que el riesgo es elevado, por ejemplo, en 2015, 2018 y 2020.
En el transcurso de 2020, en un primer momento se protegieron del riesgo para después deshacer parcialmente las coberturas. Además, añadieron más exposición a crédito, para equilibrar entre las posiciones de renta fija y renta variable, persiguiendo el objetivo de baja volatilidad del fondo.
Más recientemente, se redujo la exposición al crédito conforme los diferenciales de éste cayeron de forma significativa y su riesgo comenzó a subir. En renta variable, el equipo gestor no ha mantenido unos niveles tan elevados como podría haberlo hecho y se ha mantenido en unos niveles de semi cobertura del riesgo. Este posicionamiento no tan agresivo está relacionado con su perspectiva del mercado. En la opinión de Ninety One, el crecimiento ha tocado máximos, la inflación está siendo bastante persistente y el impulso de la liquidez de los bancos centrales está comenzando a ser retirado. El hecho de que la estrategia haya tenido una menor exposición al mercado de renta variable en un momento en el que se ha experimentado una fuerte subida, la ha penalizado con un desempeño algo inferior al mercado.
Otro factor ha sido la falta de favor del mercado por las acciones con un elevado nivel de reparto de dividendos. Este segmento ha obtenido un rendimiento menor que el conjunto del mercado. Desde comienzos del año hasta abril, las acciones del índice &P Global Dividend Aristocrats obtuvieron un mejor desempeño que el grueso del mercado, medido por el índice MSCI World. A partir de este punto, este segmento ha tenido un desempeño significativamente menor. En total, en lo que va de año, el índice &P Global Dividend Aristocrats ha obtenido un rendimiento del 10%, frente al rendimiento del MSCI World, con un 16%.
Por su parte, la cesta de acciones que componen la exposición a renta variable de la estrategia Multi-Asset Income ha tenido un desempeño ligeramente superior al índice S&P Global Dividend Aristocrats. E, históricamente, ha tenido un desempeño superior al del mercado, pero en los últimos meses ha habido algo de rezago. Este comportamiento se explica en parte por la concentración del mercado que sigue teniendo una preferencia por las acciones growth estadounidenses y ha dejado de lado a empresas muy sólidas, con un componente de flujo de ingresos significativo y unas valoraciones más baratas que las del conjunto del mercado.
En los mercados, hay momentos que los inversores muestran una preferencia por determinados activos y no prestan atención a otros. Esto es un fenómeno que, en la opinión de Jason Borbora-Sheen, hay que navegar con una perspectiva a largo plazo, por lo que el equipo gestor de la estrategia Global Multi-Asset Income no tiene intención de modificar su filosofía de inversión.
Las acciones con un elevado nivel de reparto de dividendos suelen obtener unos mejores rendimientos, están expuestos a una menor volatilidad y participación en las caídas del mercado. Si las condiciones del mercado vuelven a deteriorarse, probablemente la estrategia muestre un mejor desempeño.
Una alternativa a la renta fija
Históricamente, la renta fija ha obtenido unos rendimientos modestos en relación con otras clases de activos que también proporcionan un flujo de ingresos, por eso, se ha considerado una clase de activo que ofrecía beneficios de diversificación, con unos rendimientos más defensivos y menos orientados hacia la consecución de ganancias de capital. Tras la crisis financiera global, los rendimientos de la renta fija han disminuido hasta niveles extremadamente bajos y la clase de activo ha dejado de actuar de forma defensiva, de modo que no necesariamente contrarresta a la renta variable en los episodios de aversión al riesgo del mercado.
En la estrategia Global Multi-Asset Income, el posicionamiento en renta fija se gestiona a través de la duración. Al igual que en la cesta de renta variable, la estrategia mantiene una exposición física en duración y otra neta, a través de coberturas. La duración física del fondo no ha variado tanto como la duración neta a lo largo de la historia del fondo.
Durante este año, han estado implementado coberturas para eliminar parte del riesgo de duración. En lo que va de año, la renta fija global con grado de inversión, representada por el índice Barclays Bloomberg Global Aggregate Total Return ha obtenido un rendimiento negativo del 2%, mientras que la estrategia Ninety One Global Multi-Asset Income ha obtenido un rendimiento positivo del 2%. Por el momento, la estrategia ha obtenido un rendimiento positivo, pero al equipo gestor le gustaría superar el nivel actual.